Cruella: diseñadora acusa a Disney de malas prácticas con las licencias de sus vestidos

Cruella - 93% sigue siendo un éxito en taquilla y en la plataforma de Disney Plus. Emma Stone lució absolutamente fabulosa con la enorme cantidad de atuendos que utilizó para dar forma y sentido a una de las villanas más famosas de la industria del entretenimiento. Pero tal parece que no todo fue bueno para algunos miembros de la producción. Jenny Beavan, diseñadora de toda la ropa en la película, acusa a Disney de malas prácticas con las licencias de sus creaciones. Revela que la empresa está haciendo negocios con sus diseños y en ningún momento se lo notificaron.

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A lo largo de Cruella podemos observar las maravillosas ropas utilizadas por la protagonista, desde sus días infantiles y rebeldes, hasta su juventud, en la que optó por un estilo elegante y distinguido. Al principio llamada Estella, el personaje estelar siempre supo que su futuro sería el diseño de moda, y durante el desarrollo notamos que posee un agudo genio para la creación de todo tipo de prendas. En la vida real, los maravillosos vestidos de Cruella nacieron en la mente de Jenny Beavan, quien ahora no está contenta con las acciones hechas por Disney y de las que supo por una amiga.

Beavan, quien ha sido nominada varias veces al Óscar por sus diseños y en estos momentos está trabajando en los atuendos del spin-off de Mad Max: Furia En El Camino - 97%, hizo algunas declaraciones importantes para Variety, señalando que una amistad cercana le envió varias publicaciones de Instagram, específicamente de la línea de ropa neoyorquina Rag & Bone, en la que promocionan nuevas prendas inspiradas en Cruella; pero Disney jamás le dijo a Jenny que utilizarían sus creaciones para hacer negocios con otras marcas: “Estaba un poco horrorizada. Lo que pasa con Cruella es que tienes una película sobre moda, sobre dos diseñadoras de moda. Toda la historia es que ellas casi tienen una guerra usando la moda. Entonces, es una falta de respeto lanzar líneas de moda.”

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Otros diseñadores importantes hicieron comentarios a Variety sobre las malas prácticas que realizan las empresas sobre sus creaciones, por ejemplo, Mona May, quien trabajó en los icónicos diseños de vestuarios vistos en Ni Idea - 81% y Encantada - 93%, pero que jamás recibió compensación alguna por su trabajo más allá de la paga por diseñarlos:

Fue realmente impactante que no estuviera involucrada en absoluto y que no tuviera compensación por algo tan grande. Es un sistema tan antiguo en el sentido de que básicamente descartamos nuestra vida cuando firmamos un contrato, y no hay forma de evitarlo.

Salvador Pérez Jr., diseñador de vestuario y presidente de CDG, lanzó algunas palabras voraces sobre el tema:

Como diseñadores de vestuario, nuestro trabajo tiene una vida más allá de la pantalla. Nuestro trabajo se reproduce para juguetes, disfraces, colecciones de moda y más. No solo no se nos permite participar en las ganancias obtenidas con la comercialización, sino que ni siquiera se nos acredita por nuestro trabajo en los diseños originales.

Está claro que existen severos conflictos entre empresas y los diseñadores de vestuario que contratan. Salvador insiste en que las personas con su oficio merecen mejor compensaciones por el enorme esfuerzo que realizan al dar imagen a los personajes de una historia, una imagen que queda grabada en la mente de los espectadores y para siempre deja huella en Hollywood.

Los productores, directores, músicos, actores e incluso los primeros [asistentes de dirección] obtienen un porcentaje de las ganancias de su trabajo. Los diseñadores de vestuario que ayudan a generar ingresos adicionales de las producciones merecen ser compensados por los ingresos adicionales obtenidos. Nos contrataron para diseñar el vestuario del espectáculo. No el merchandising.

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