Mohammad Rasoulof, ganador del Oso de Oro en la Berlinale, es sentenciado a prisión en Irán

El director iraní Mohammad Rasoulof, uno de los más famosos en los últimos años, alcanzó la gloria hace tanto solo unos días cuando su película La maldad no existe - 85% obtuvo el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín; sin embargo, todos sabíamos que la celebración no duraría. De acuerdo con un nuevo reporte de The Associated Press (vía Variety), el cineasta ha sido convocado por las autoridades de su país para cumplir con la sentencia de un año a prisión a la que fue sometido hace tiempo.

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La información liberada por TAP fue compartida por Nasser Zarafshan, el abogado de Rasoulof, este miércoles. El director recibió un mensaje en donde se le reportó que debe cumplir un año en prisión, no obstante, las cosas no serán tan fáciles para las autoridades iraníes. El defensor legal declaró que el cineasta presentará una
apelación ante el juzgado en un intento por anular la sentencia.

Aunque There is No Evil ganó el Oso de Oro en Berlín, Mohammad no obtuvo el permiso de las autoridades de Irán para asistir al festival, por lo que su hija, la actriz Baran Rasoulof y una de las protagonistas en la película, lo aceptó en su nombre. Esta cinta aborda el complicado tema de la pena de muerte en tierra iraní, un compendio de historias en donde el eje central son las personas y las responsabilidades que deciden aceptar. Para Variety, el director emitió un poderoso comentario sobre este trabajo: “Cuando te resistes contra un poder, ¿cuál es la responsabilidad que asumes? ¿Te responsabilizas de tu propia resistencia? ¿De decir que no?”

Muy conocida es la repulsión que las autoridades de Irán sienten por el director. A pesar de que sus películas han sido premiadas y festejadas en eventos internacionales, estas también han resultado baneadas por el régimen de su país debido a que son vistas como “propaganda en contra del sistema”. El mundo está consciente sobre el deterioro que han sufrido los derechos humanos en Irán, una tierra donde cosas tan elementales como la libertad de expresión, la asociación y la reunión pacífica han sufrido restricciones. Ni hablar sobre los derechos de las minorías, entre otros temas. Cualquier voz que vaya en contra de las ideas del régimen, padece las consecuencias.

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El problema se arrastra desde 2011 cuando Rasoulof, sociólogo de formación y amante de la franqueza, ganó dos premios en el Festival de Cannes por Goodbye, cinta que aborda la historia de Noura, una abogada con licencia revocada cuyos intentos para escapar de Irán son cada vez más complicados. La película es un estudio brutal sobre los temores y las presiones sofocantes a las que se enfrenta la población iraní en su vida cotidiana. En aquel tiempo, las cintas del cineasta fueron condenadas a 20 años de prohibición en el territorio, además, logró una sentencia de seis años por ir en contra del sistema en Irán, por fortuna, la condena fue suspendida.

Pero los esfuerzos por silenciar la voz de Rasoulof no terminaron ahí. En 2017 confiscaron el pasaporte del director tras su estadía en el Festival de Cine de Telluride, donde se proyectó A Man of Integrity - 100%, una película que tiene como protagonista a Reza, un hombre de 35 años que decidió alejarse del ajetreo urbano, por lo que vive en un pequeño pueblo al norte de Irán junto a su esposa. Reza se gana la vida criando peces dorados, pero una compañía privada amenaza con sacar a todos los habitantes del pueblo, por lo que él y el resto de las personas deberán combatir la corrupción para conservar sus hogares. La cinta aborda la perversión e injusticias en el gobierno de Irán.

Esperamos que en los siguientes días se libere más información sobre la situación de Mohammad Rasoulof y este nuevo intentó de las autoridades iraníes por anular la realidad que se vive en la nación.

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