Crítico dice que el humor de South Park es peligroso, anticuado y que lastima a las minorías

South Park, la serie de animación creada por Trey Parker y Matt Stone en 1997, influyó fuertemente en la generación actual y hasta nuestros días no ha parado su sátira de la sociedad, actualizando sus chistes y burlas para responder a todas las novedades. Sin embargo, el crítico Ross McIndoe cree que es tiempo de que el show cambie así como los tiempos han cambiado.

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Aprovechando que este 2019 se cumplen dos décadas desde el estreno del largometraje South Park: Más grande, más larga y sin censura - 81%, McIndoe publicó un ensayo en VICE titulado “'South Park' Made It Cool Not to Care. Then The World Changed” (South Park hizo cool el que nada nos importara. Luego el mundo cambió), donde explica que en su momento la obra de Parker y Stone era transgresora, pues sus creadores habían crecido en una época donde reinaba la censura moralista, donde un rapero podía ser arrestado por cargos de “obscenidad” y el Parents Television Council presionaba al gobierno para regular la “violencia, blasfemia y contenido sexual” en la TV con mano dura.

En un contexto así el humor de South Park con todas sus referencias escatológicas parecía lo más vanguardista, especialmente si tomamos en cuenta que cuando empezaron sus creadores no tenían fama y dinero que los protegieran de los muchos riesgos que conlleva mofarse de todo lo que es considerado sagrado o tabú. Pero el autor cree que el mundo ha cambiado y así debería hacerlo South Park.

Si algo caracteriza a South Park es que no respeta a casi nadie, se ha burlado de celebridades al por mayor, de figuras religiosas como Jesús o Moisés, de los presidentes de Estados Unidos, de casi cualquier tema de moda que podamos recordar en las últimas dos décadas. Este tipo de humor no es dirigido por una ideología supremacista ni conservadora, ya que las burlas abarcan a los supremacistas y a los conservadores también, pero en las últimas temporadas se han enfocado en burlarse de la corrección política y sus impulsores, lo cual podría ser una interpretación equivocada de las luchas sociales que han sido catalogadas como "corrección política".

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De acuerdo con el ensayo de McIndoe, mientras algunos críticos aseguran que nadie puede negar el valor cultural de South Park, otros creen que el show crió “una generación de trolls” y pudo sentar las bases de la extrema derecha.

En 1999, la insistencia de South Park en burlarse de todos y de todo se sintió como una emocionante afirmación de libertad personal en un panorama de entretenimiento que estaba siendo censurado en líneas cada vez más duras y conservadoras. Pero en un mundo donde los conservadores se han posicionado cada vez más como los heraldos de la libertad de expresión, aprovechando el derecho a decir lo que piensan como una justificación para violar las libertades personales de los demás, el verdadero legado de la actitud vale-madrista de South Park se vuelve un poco más difícil de analizar. De hecho, puede comenzar a parecer un poco peligroso.

El texto se enfoca en South Park pero menciona a Ricky Gervais (The Office) y Seth MacFarlane (Padre de Familia) como representantes del tipo de humor transgresor de finales de los 90 y principios de los 2000 que ahora le parece fuera de lugar. La prueba de que el mundo está cambiando y con ello el humor televisivo lo pudimos confirmar a principios de este año cuando los productores ejecutivos de Padre de Familia, Alec Sulkin y Rich Appel, declararon que ya no harán más bromas homofóbicas en el show. Seguramente este es el tipo de cambio que espera lograr McIndoe para South Park, ¿lo logrará?

Finalmente el autor concluye su ensayo con estas palabras:

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South Park nunca podrá ser lo que era en sus días Más Grandes, Más Largos y Sin Censura, porque mucho ha cambiado. Las batallas culturales más urgentes de hoy son menos sobre la censura de arriba hacia abajo y más sobre las formas en que los matices de las políticas, el lenguaje y la representación pueden dañar a las personas históricamente marginadas, en parte porque las redes sociales se han asegurado de que las preocupaciones de estas personas finalmente sean escuchadas. Si descartamos estas discusiones como censura autoritaria, traicionaremos todo lo que hizo que South Park fuera genial en los días de gloria de Más Grande, Más Larga y Sin Censura. Esa película es una historia sobre un grupo de personas que comienzan a preocuparse por algo que piensan que es una amenaza y luego se ven atrapados en peleas que terminan lastimando a todos a su alrededor. Mucha gente aún podría beneficiarse, veinte años después, de tomar nota del mensaje de la película, incluidos Matt Stone y Trey Parker.

Pueden leer el ensayo original en este enlace: South Park hizo cool el que nada nos importara. Luego el mundo cambió.