Disney marca el futuro de Hollywood: blockbusters estrenarán en cines, las otras van a streaming

Es poco decir que Disney es una de las empresas de entretenimiento más importantes del mundo. Y su estrategia, para seguir siendo una de ellas, ya ha sido dictada. Conforme consolidan su imperio, ahora optarán por dividir todos sus esfuerzos en estrenos en cines y en su próxima plataforma de streaming.

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De acuerdo con IndieWire, la nueva estrategia será lanzar en cines sólo sus grandes producciones. Tal como lo han probado filmes como Avengers: Endgame - 95%, Toy Story 4 - 96%, El rey león - 40% y Aladdin - 70%, parece que la gente no va a al cine a menos que se trate de esta clase de eventos cinematográficos ostentosos y Disney ha prestado oídos (o más bien orejas) a esta tendencia y es por ello que el resto de sus producciones llegará a Disney+

Esto será un intento de la compañía por evitar fracasos como X-Men: Dark Phoenix - 29%, cinta de Fox que la compañía distribuyó y que, junto a otras producciones de ese estudio que acaba de adquirir, le costó cerca de US$170 millones en pérdidas. Los resultados no sólo llevaron a la cancelación de los proyectos en desarrollo, sino también a esta nueva reestructuración que algunos analistas ya habían descubierto desde hace un rato.

Los señalamientos son concretos: muy pocas películas, de medio y bajo presupuesto, resultan ser exitosas en taquilla. Esto ha llevado a una polarización en el tipo de ofertas en el cine, no sólo temáticamente, con los estudios apostando a los superhéroes o universos compartidos, sino que parece que ahora sólo se pueden ver costosas cintas sobre propiedades ya existentes o pequeños filmes con una excelente reputación crítica y en festivales de las que podrían depender sus ventas en taquilla.

¿Y qué pasa con el punto medio? Para eso está la televisión y el streaming. Conforme el cine se centra cada vez más en los blockbusters, la pantalla chica tiene el beneficio de ser menos costosa (en su mayoría), pero con un impacto de mayor duración (también en su mayoría cuando no aplica el famoso maratón), lo que ha llevado a ver algunas de las series más fenomenales de los últimos años como Breaking Bad - 100% o Game of Thrones - 59%, por ejemplo.

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Y eso lo tiene bien claro Disney y es por eso que su nueva medida será esa: blockbusters en el cine y producciones de presupuesto mediano en Disney+. Así, aunque tendrán que mejorar su departamento de marketing para posicionar mejor sus estrenos en la plataforma y asegurarse de que lleguen a su público, será mucho menos arriesgado que hacer una campaña enorme y global para un filme que podría fracasar en taquilla. El ejemplo más claro sería The Mandalorian, la primera serie live action de Star Wars.

Si esta estrategia resultará eficaz o no, queda por verse. Con el lanzamiento de Disney+, en noviembre de este año, a la vuelta de la esquina, parece que descubriremos más pronto que tarde si el nuevo modelo hollywoodense, de dividir sus esfuerzos en cine y streaming, es realmente la forma de hacer un negocio con el público y de seguir teniendo el impacto cultural del que han gozado desde hace ya varias décadas.

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