Game of Thrones - 98%, una de las series más exitosas de la historia de la televisión (si no es que la más exitosa), ha caído de la gracia de muchos fanáticos y la crítica parece estar en la misma situación, pues la octava temporada que debía sorprenderlos está llena de inconsistencias y sorpresas nada sorprendentes que debemos atribuir al hecho de que la serie tomó un camino diferente al de los libros desde la temporada 6, pues George R.R. Martin no ha terminado el sexto libro.
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Lo más sorprendente sobre esta nueva temporada, además de sus problemas, es cómo han reaccionado los espectadores; en el sitio IMDb el cuarto capítulo, “The Last of the Starks”, es el peor calificado de toda la serie, con un 6.5 de calificación, mientras que el resto de episodios no estaban por debajo del 8. Lo peor es que dos de los actores principales han expresado lo que parece ser la confirmación de que esta octava temporada ni siquiera a ellos les convenció.
Emilia Clarke y Kit Harington, encargados de interpretar a Daenerys Targaryen y Jon Snow respectivamente, expresaron su decepción sobre la temporada final en dos apariciones en público, la primera lo hizo al ser cuestionada por Entertainment Tonight si estaba feliz con el final, pues respondió con una incómoda sonrisa y luego gritó en tono irónico “¡La mejor temporada de todas!”. A Harington se le pidió que describiera en una palabra el final de la temporada y dijo “decepcionante”, luego se rió y dijo “épica”, pero después añadió: “no lo sé, una de esas palabras”. Al final les compartimos un video con ambos momentos.
Estas reacciones podrían ser interpretadas como bromas o como la respuesta natural al ver un final que obviamente no será feliz para los personajes a los que interpretaron a lo largo de ocho años. Sin embargo, la respuesta negativa que ha tenido el público y la crítica hacia la temporada ocho nos hacen sospechar que realmente fue una decepción para Clarke y Harington la forma en la que los guionistas llevaron las cosas.
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Como suele ocurrir con grandes obras de la cultura pop, los fanáticos no pueden quedar satisfechos siempre, pero el problema es que han dejado lo peor para el final, y una de las reglas básicas de toda historia es que el final es lo más importante; un mal final puede arruinar toda la experiencia anterior, y Game of Thrones parece que lo hará.
Mañana se transmitirá el capítulo cinco, penúltimo de la serie, que mostrará una gran batalla entre las fuerzas de Daenerys y Cersei en el asedio a King’s Landing.
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