House of Cards cancelada tras acusación contra Kevin Spacey

El escándalo de abusos sexuales perpetrados por Harvey Weinstein ha hecho que Hollywood y todo lo que tenga que ver con la industria del entretenimiento masivo esté en una encrucijada. Por un lado, se destapó la cloaca de todos los malos hábitos de una industria que aún trata como ganado a los que la integran. Sin embargo, también existe el peligro latente de una cacería de brujas y que cualquier acusación lanzada sin pruebas pueda dañar severamente la carrera de cualquier actor o director. Es una situación compleja donde no hay ganadores y todo lo que se creía saber de la industria del cine tendrá que ponerse a consideración.

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Recientemente, Kevin Spacey fue acusado por otro actor, Anthony Rapp, de haber hecho insinuaciones sexuales hacia su persona cuando era menor de edad. Spacey ni reconoció ni negó la acusación, solo recalcó que no recordaba lo ocurrido y argumentó que se encontraba ebrio. La estrella de Sospechosos Comunes - 88% aprovechó para hacer pública su sexualidad declarándose abiertamente gay. La acusación puede o no tener pruebas contundentes, pero la respuesta del actor no ayudó mucho a su causa. Sea cual sea la verdad, el daño está hecho y Netflix no se ha quedado cruzado de brazos ante este acontecimiento.

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— Kevin Spacey (@KevinSpacey) October 30, 2017

Netflix confirmó que la sexta temporada de House of Cards - 71% será la última. A pesar del gran éxito que ha tenido la serie, el reciente suceso significa una enorme mancha de relaciones públicas con la cual el gigante del streaming no quiere tener que ver. La serie era seguida incluso por mandatarios de países como China y Rusia debido a que los guiones eran considerados un reflejo fiel de las dinámicas de la vida política del país de las barras y las estrellas. Los productores habían mencionado que la serie empezaría a reflejar la actual administración de Donald Trump, el problema es que no esperaban que los problemas internos de Hollywood afectaran su producto. Quizás ahora necesitamos una serie que muestre lo que ocurre en la meca del cine y la televisión, industrias que tendrán que pensarlo dos veces antes de tirar la piedra a quienes consideren moralmente indignos de sus atenciones.

Una vez más, no existe una querella legal con pruebas de parte del acusado, pero la respuesta vaga y difusa de Spacey también es preocupante. Víctimas y victimarios han contribuido a crear un entorno de abuso, ya sea por callar, alentar o no denunciar a su debido tiempo. Hollywood tendrá que hacer una depuración urgente en sus filas y, sobre todo, pensar dos veces antes de volver a autoproclamarse autoridad moral al querer juzgar a políticos y otras figuras públicas. La industria dedicada a entretener no puede continuar impávida cuando el glamour con el que se presenta ha revelado tener una naturaleza tan áspera y superficial. Por el bien de todos y para evitar una cacería de brujas, la industria tendrá que ser más transparente y rigurosa consigo misma antes de perder todo rastro de credibilidad.

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