La primera víctima de Star Wars: Quentin Tarantino

Todo parece indicar que Star Wars: El Despertar de la Fuerza y Disney, su nueva casa, están decididos a convertir su película en la más taquillera, sin importarles a quién tengan que llevarse por delante. Aunque se trate de Quentin Tarantino.

Los 8 Más Odiados, la nueva película de Tarantino, no es para nada una competencia directa del Episodio VII por estar dirigida a un público diferente y por tener unas expectativas económicas muchísimo más modestas, pero no hay espacio en el mismo cine para las dos películas.

El cine en cuestión se trata del Cinerama Dome, de la cadena ArcLight Cinemas, uno de los pocos cines acondicionados con el equipo necesario para proyectar la película de Tarantino en 70mm, el formato en el que fue filmada originalmente. El plan original -con un acuerdo de por medio- era que Los 8 Más Odiados se estrenara en ese lugar dos semanas después que El Despertar de la Fuerza.

"Ibamos a exhibir la película en el Cinerama Dome el 25 de diciembre. Íbamos a abrir ahí y a estar ahí exclusivamente por dos semanas. Y Star Wars iba a estar las dos semanas antes que nosotros", contó Tarantino en el programa de Howard Stern.

"Pero ayer, Disney llegó con la gente de ArcLight y les dijo: 'no, van a dejar Star Wars en el Cinerama Dome durante toda la temporada vacacional, y si no lo hacen, si respetan el acuerdo que tenían con The Hateful Eight, no vamos a dejar que tengan Star Wars en ninguno de sus cines ArcLight".

Tarantino habló también de la pasadez de lanza injusticia de este acto por parte de Disney pues considera -y tiene bastante razón- que ninguna de las películas que se estrenan en diciembre es una competencia seria para Star Wars. Y lo resume mejor con la siguiente frase:

"Tienen la película más grande del mundo. Estamos hablando de un pinche cine... Se están excediendo para joderme".

Aunque es probable que no sea un tema personal contra Tarantino, ambas películas se encuentran en una situación en la que cada dólar cuenta: Star Wars como una megafranquicia con la obligación y necesidad de ser estúpida y enormemente lucrativa. Y The Hateful Eight como un filme más artístico con la intención de llegar a cuanta mayor cantidad de gente pueda con la visión íntegra de su creador en el formato que él eligió.

Ojalá haya algún punto intermedio y este asunto no se quede en un ejemplo más del pez grande comiéndose al chico. Aunque tampoco sería nada extraño que pasara así.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Héctor Otero es Editor en Jefe de Tomatazos.com. Síguelo en Twitter (@Oterou) si quieres vivir.