En el marco del 22º Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), se presentó en conferencia de prensa Un cuento de pescadores, el más reciente largometraje del cineasta guanajuatense Edgar Nito. La cinta, que forma parte de la Selección Oficial en Largometraje Mexicano, sorprendió al público con una potente mezcla de thriller, horror sobrenatural y crítica social, envuelta en una atmósfera que bebe directamente del folclore purépecha y los paisajes oscuros del Lago de Pátzcuaro.
Durante la presentación, Edgar Nito compartió que la película nació a partir de una historia que le contó su abuelo, sobre una familia de pescadores que desapareció misteriosamente en los años 70.

Con el paso del tiempo, esa anécdota fue adquiriendo tintes legendarios, y al investigar más a fondo, el director encontró una leyenda purépecha que hablaba de un espíritu maligno atrapado en las profundidades del lago. Esa conexión entre mito y realidad fue el punto de partida para construir la historia.
“Siempre quise hacer una película de terror con elementos mexicanos, pero con una ejecución moderna. Esta es una película que dialoga con nuestras raíces, pero también con el presente violento que vivimos”, comentó Nito ante los medios.
Con influencias de clásicos del cine de horror y western, Un cuento de pescadores destaca por su estética sombría, el uso simbólico del agua como amenaza latente, y una atmósfera que recuerda al realismo mágico, pero teñido de sangre y misterio.

La película fue filmada en locaciones reales en la región del Lago de Pátzcuaro, y contó con la colaboración de comunidades locales. Nito aseguró que fue clave tratar con respeto las tradiciones y la cosmovisión purépecha, evitando la folklorización y el estereotipo.
También reveló que, durante la filmación, ocurrieron situaciones extrañas que los hicieron pensar en lo que la leyenda podría tener de cierto. “Una noche vimos una figura entre los árboles. No pudimos explicarlo, pero la sensación fue muy real”, relató el director.
Un cuento de pescadores se suma a una nueva corriente del cine mexicano que explora los géneros con identidad propia. En palabras de Nito, se trata de “una película que quiere asustar, pero también incomodar con las realidades que retrata”.
La cinta fue bien recibida en su estreno en el FICM, y promete convertirse en una de las propuestas más comentadas del festival. Con una historia donde lo ancestral y lo actual se entrelazan, Nito ofrece un cuento donde el horror no solo habita en lo sobrenatural, sino en el corazón mismo del presente mexicano.
