Lucasfilm no ha estrenado una película bien recibida en cines desde Rogue One en 2016, y tras años de incertidumbre, el estudio finalmente parece listo para intentarlo de nuevo. Star Wars: Starfighter, dirigida por Shawn Levy y protagonizada por Ryan Gosling, ya inició su producción y liberó su primera imagen oficial hace algunas semana. Las ilusiones fueron instantáneas, pero también las teorías. Algunos fans sostienen que Gosling interpretará a Cade Skywalker o una versión alterna de él, un personaje heredero del legado de Luke dentro del antiguo canon conocido como Star Wars: Legends. La conexión visual es tentadora, pero quizá el razonamiento no.
El parecido no es argumento suficiente para traer de vuelta a un personaje cuya presencia en Starfighter no solo sería inconsistente, sino contraproducente para una saga que necesita avanzar, no reciclar. El universo de Star Wars ya ha sufrido lo suficiente por vivir atado a los Skywalker, y convertir a Gosling en Cade sería insistir en una fórmula agotada.
¿Quién es Cade Skywalker y por qué no apareció en las películas?
Cade Skywalker es el protagonista de los cómics Star Wars: Legacy, publicados antes de la compra de Lucasfilm por parte de Disney. La historia ocurre muchos años después de El Retorno del Jedi, en un futuro donde el Imperio ha resurgido y los Sith nunca fueron erradicados. Cade es un descendiente directo de Luke, pero nada parecido a los Jedi clásicos, sino un cazarrecompensas que rechaza su linaje, consume sustancias para bloquear la Fuerza y evita involucrarse en causas heroicas. Para colmo, el fantasma de Luke lo visita constantemente para recordarle quién debería ser.
Que nunca apareciera en las películas es lógico. Su historia pertenece a una continuidad que Disney descartó al reiniciar el canon. El llamado Legends contiene cientos de historias que contradicen la nueva línea oficial, incluida la existencia de hijos biológicos de Luke. Si Cade Skywalker se convirtiera en canon ahora, implicaría que el arco de Luke en la trilogía secuela fue irrelevante, o peor, que Lucasfilm no tiene claro cuál es la versión definitiva de su propia historia.
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Por qué Ryan Gosling no debería ser Cade Skywalker en Star Wars: Starfighter
El problema no es Gosling. De hecho, tiene la presencia perfecta para un antihéroe espacial. Su papel en Blade Runner 2049 lo prueba. Pero interpretar a Cade Skywalker sería un error estratégico. Star Wars no necesita otra historia de legado forzado, sino personajes nuevos que funcionen sin depender de apellidos legendarios.
Además, Starfighter está ambientada cinco años después de El Ascenso de Skywalker, un punto en la línea temporal donde Rey apenas comienza a reconstruir la Orden Jedi. No hay espacio para descendientes adultos, ni para linajes secretos. Rebautizar a Cade como “un Skywalker alterno” solo para provocar nostalgia sería el tipo de decisión que alimenta el cinismo del fandom. A estas alturas, el apellido Skywalker debería ganarse, no heredarse solo porque sí.
Si Gosling interpreta a un cazarrecompensas inesperadamente protector o a un piloto renegado que termina cuidando al niño interpretado por Flynn Gray, ese arquetipo puede funcionar sin necesidad de insertar conexiones innecesarias con el pasado. Que se parezca a Cade no significa que deba serlo.
Lo que sabemos de Star Wars: Starfighter con Ryan Gosling
Starfighter no será precuela ni secuela. Será una historia independiente dentro del canon actual. La aventura tiene como estrella a un hombre encargado de proteger a un niño con habilidades especiales, probablemente sensible a la Fuerza. Flynn Gray será ese niño, mientras que Amy Adams interpretaría a la figura materna que lo encomienda a Gosling. Mia Goth también se unió al elenco como antagonista.
Es decir, el relato suena más cercano a The Mandalorian que a Skywalker: Episodio X. Y eso es bueno. Tal vez Star Wars funciona mejor cuando explora rincones menos solemnes de la galaxia.
Se estrena el 28 de mayo de 2027.
El futuro incierto de Star Wars en el cine
La saga ya no tiene garantizada la aprobación del público. Disney lo aprendió con Han Solo y la división que provocó la trilogía secuela. Si Starfighter repite el error de depender de teorías y guiños para funcionar, acabará como otro experimento olvidable. Lucasfilm no debe temerle a la novedad; debe temerle a la repetición.
Por eso, Cade Skywalker debe quedarse donde pertenece, en los cómics. Ryan Gosling tiene el talento suficiente para construir un personaje propio. Si Starfighter quiere marcar un nuevo rumbo —uno que no dependa de fantasmas del pasado—, lo mejor que puede hacer es evitar el apellido prohibido. Porque el futuro de Star Wars no necesita más Skywalkers, sino mejores decisiones.
Con información de Esquire.
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