El nombre de Bruce Willis se ha vuelto tendencia a raíz del libro recientemente publicado por su esposa, Emma Heming-Willis, donde reflexiona sobre el proceso de cuidar a un ser querido diagnosticado con demencia frontotemporal (FTD). El capítulo en el que aborda uno de los temas más delicados para las familias que enfrentan esta enfermedad (la donación de cerebro tras la muerte) ha generado interpretaciones encontradas y varios medios han hecho eco de la noticia.
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¿Qué dice realmente el artículo que circula y por qué ha causado confusión?
Diversos sitios secundarios retomaron una pieza publicada por The WP Times en la que se afirma que Emma Heming-Willis habría revelado la intención de donar el cerebro de Bruce Willis para investigación científica. Según ese artículo, el gesto sería un paso “emocionalmente difícil pero científicamente esencial” para comprender mejor la FTD. El texto también asegura que esta declaración aparece en el nuevo libro autobiográfico The Unexpected Journey y que la familia habría discutido las posibles instituciones receptoras, como el UCSF Memory and Aging Center o el Mayo Clinic Brain Bank.

La publicación, replicada sin verificar su autenticidad editorial, presenta frases textuales atribuidas a Heming-Willis y describe la supuesta decisión como un acto ya contemplado por la familia. Sin embargo, al comparar esta versión con el contenido real del libro, la situación cambia sustancialmente. Aunque el artículo ha circulado de manera amplia, no cita documentos oficiales, no incluye enlaces a declaraciones verificables y no coincide con el material disponible en la obra auténtica de la autora.
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¿Qué dice el libro auténtico de Emma Heming-Willis?
El autor de este artículo tuvo acceso personalmente a la edición electrónica del libro, donde Emma Heming-Willis dedica un apartado completo a explicar por qué la donación de cerebro es un recurso de enorme valor en la investigación de enfermedades neurodegenerativas. El pasaje aparece en un contexto íntimo y reflexivo, dentro de una sección titulada “Una cosa a considerar…”, en la que aborda maneras de transformar el dolor en propósito.
En ese capítulo, la autora escribe directamente para cuidadores y familiares de personas diagnosticadas con demencias atípicas como la FTD. No anuncia decisiones familiares concretas, ni utiliza frases en primera persona que indiquen un plan específico sobre Bruce Willis. Lo que sí hace es explicar el proceso, detallar su importancia y compartir las palabras de especialistas como Bill Seeley, MD, del UCSF Memory and Aging Center, quien describe cómo la donación post-mortem permite confirmar diagnósticos, ofrecer cierre emocional y aportar información crítica para futuras terapias.
El texto se centra en la utilidad científica del procedimiento y en los beneficios emocionales que puede proporcionar a quienes enfrentan un proceso de duelo complicado. Al tratarse de un libro sobre su experiencia como cuidadora, el tema se presenta de forma íntima, con un tono que invita a la reflexión, lo que ha llevado a muchos lectores a considerar que podría estar hablando desde su propia vivencia y sus propias posibilidades. Aun así, es importante subrayar que la autora nunca expresa explícitamente una decisión respecto al cerebro de Willis.
¿Por qué el tema ha generado interpretaciones sobre la familia Willis?
El contexto emocional del libro, sumado a la naturaleza pública del diagnóstico de Bruce Willis, hace que cualquier mención a temas médicos adquiera un peso particular. Heming-Willis narra lo difícil que fue atravesar la cita del diagnóstico, la falta de recursos entregados a cuidadores, la incertidumbre con la que conviven diariamente y los esfuerzos que ha realizado para brindar información útil a otras familias.

Cuando escribe que una forma de canalizar el dolor es “considerar la donación de cerebro después de que un ser querido fallece”, lo hace desde una perspectiva general y educativa. Sin embargo, dada la naturaleza del libro (centrado en su experiencia personal, su familia y la enfermedad del actor), es comprensible que algunos lectores interpreten que se trata de una posibilidad que ella misma podría estar contemplando en privado.
La distancia entre esa posibilidad sugerida y la afirmación publicada por The WP Times es significativa. La primera es una reflexión personal sobre el valor de la donación en la investigación de enfermedades neurodegenerativas. La segunda es una afirmación categórica que no aparece en el libro ni en declaraciones oficiales. La diferencia entre ambas es clave para comprender el alcance del tema y evitar que la conversación pública avance sobre bases incorrectas.
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