Las historias de Disney siempre me han parecido maravillosas, pero ‘Zootopia 2‘ tiene un toque tan humano que hubo momentos en los que se me olvidó que estaba viendo animación. Me sentí en una urbe tipo CDMX: tráfico, territorios peleados, zonas rezagadas y todos compitiendo por espacio vital como si fueran lugares de estacionamiento en el súper en plena Navidad.
Y cada tanto pensaba: “Esto pasa igualito en la vida real.” Absolutamente todos peleando por más territorio y poder… como si fueran alcaldías en época electoral.
Velocidad narrativa para niños digitales
La película está contada en modo turbo.
Si pestañeas agarrando una palomita, ya te perdiste medio complot policiaco, dos persecuciones y un salto mortal del hipopótamo en el agua.
Y aun así, entre la velocidad y el caos, te vas encontrando juegos de palabras deliciosos: Gnu Jersey, Burning Mammal, un guiño a The Shining y hasta una referencia fugaz a Ratatouille.
Te sugerimos: James Cameron critica a los intérpretes generados con IA: ‘Es horroroso para mí’
¿Dónde exactamente? Nadie lo tiene claro — y ese es el chiste. Easter eggs escondidísimos para que el público ande con lupa visual. Yo solo sé que debo repetir la escena del laberinto nevado porque algo se me escapó.

Patrocinios camuflajeados y detalle visual al extremo
La paleta visual es espectacular, llena de guiños, marcas disfrazadas y microchistes
visuales.
Quien quiera jugar a “Adivina el patrocinador” la va a gozar muchísimo.
Y sí, hay referencias a películas pasadas de Disney que de pronto te gritan:
“Han pasado 10 años desde la primera Zootopia”.
Dúo policiaco, tensión romántica y… ¿dónde quedó mi beso?
Seguimos al dúo que amamos: Judy, la conejita optimista que ve lo mejor en todos. Nick, el zorro desconfiado con corazón de algodón.
Y no me digan que no…
La tensión romántica está ahí.
Yo inevitablemente esperando el beso entre la conejita y el malandrín. ¿Pasó? No. ¿Debería? Sí, por decreto universal.
Me quedé como buena novia de pueblo esperando un final romántico que terminó en
amistad con tensión no resuelta.
No te pierdas: ‘Stranger Things’: Recuerdos de Vecna, nuevos misterios y lo que debes saber del Vol. 2 de la T5
El libro más protegido del mundo… que casi no abren
Pasan media película defendiendo ese libro como si fuera la llave del universo.
Y yo: “Ábranlo tantito… ¡un capítulo aunque sea!”. Medio te lo explican al final, pero quedó esa espinita para las del club de la metáfora
profunda.
Color brillante, mensaje contundente
Debajo del humor hay un comentario social muy serio:
segregación, muros, territorios que se cierran, miedo al diferente. Pero también un mensaje que vale oro: Nuestras diferencias no nos dividen; nos complementan y nos hacen más fuertes. Y sí, ese llegó directo al corazón.
Carcajadas, distracción mental y regreso a la trama
Me reí muchísimo con varias puntadas geniales. Aunque sí hubo ese momento en el que mi cerebro se fue a: “¿Y si llegando a casa hago una gelatina de limón?” Y luego regresé: “¡Concéntrate, mujer!”
Eso significa que no me atrapó al 100% todo el tiempo… pero aún así la disfruté muchísimo. Shakira… aparece literal en su versión animalita animada. Regresa Shakira como Gazelle, la gacela pop con un concierto estilo Tomorrowland.
Y se suman personajes deliciosos como:
- Nibbles Maplestick, el castor podcaster chismoso
- Un alcalde caballo con melena de telenovela que da mucha risa, porque se parece a
varios individuos que andan por ahí.
Además, Judy y Nick exploran nuevos distritos: - Un territorio reptil con puro flow cadencioso
- Una Tundratown nevada, elegante y cada vez más siniestra
Yo ya quiero Airbnb en los dos…
y sí, lloré cuando la cabaña Luna de Miel se vino abajo.

Veredicto final
Los niños: la van a amar
Los adultos: saldrán pensando y riendo a la vez
Sigue leyendo: Jenna Ortega, Bong Joon-ho y Celine Song se unen a Guillermo del Toro contra la IA: ‘Es como si hubiéramos abierto la caja de Pandora’