Este domingo 28 de diciembre, a la edad de 91 años, con casi un centenario de vida haciendo del mundo suyo, se anunció la muerte de la connotada Brigitte Bardot. Hablamos de una actriz de cine que marcó cada momento del séptimo arte con sus pasos y que para siempre inmortalizó una era con su presencia frente a la cámara, su belleza y una talento y una sensibilidad sin iguales.
¿Quién era Brigitte Bardot?
Entre la espectacularidad del siglo XX, sus ínfulas, horrores y maravillas, Brigitte Bardot tomó forma para hacer realidad a la mujer que inspiraría con una simple miradas. Nacida en París, Francia, en 1934, habitó un tiempo difícil, de conflicto bélico pero también de reinvención en las arte.
En poco años, Bardot se convirtió en musa del cine francés, cantante y símbolo sexual, pero también en defensora de los animales y partidaria de la extrema derecha. Su momento de mayor apego fue la década que comprende de 1950 a 1960, pero todavía en años posteriores protagonizó películas en las que su rostro deslumbró.
Rebelde, talentosa y con una hermosura que no sabía de límites, Brigitte representó a esa belleza que contribuyó a la inmortalidad de la Nueva Ola francesa.

¿Cómo murió Brigitte Bardot?
Fue hoy, domingo, cuando se reportó la muerte de Bardot, quien se recuperaba de una reciente operación. Aunque medios como Var-Matin señalaron que la dolencia de Brigitte era un “enfermedad grave” contra la que luchaba desde hace tiempo, el motivo exacto del fallecimiento no ha sido aclarado.
A través de un comunicado para AFP, la fundación Brigitte Bardot, dedicada a proteger a los animales y fundada en 1986, anunció la muerte de la actriz:
“La Fundación Brigitte Bardot anuncia con inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, Madame Brigitte Bardot, actriz y cantante de renombre mundial, quien decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la defensa de los animales y a su fundación.”
Las películas más famosas de Brigitte
Apodada BB, juego fonético que suena a “bebé”, Brigitte Bardot se convirtió en un fenómeno mundial mucho antes de que Hollywood entendiera lo que significa ser una “estrella mediática”. Ese fuego total en vida llegó con Y Dios creó a la mujer (1956), dirigida por Roger Vadim, donde desbordó la pantalla y para siempre sacudió la moral de la época. Además de lanzar su carrera a nivel internacional, Brigitte redefinió la sensualidad femenina en el cine europeo a través de esta cinta.

En los años siguientes, Bardot encadenó títulos que contribuyeron a su condición de mito, como El desprecio o Le Mépris de Jean-Luc Godard. Es justo ahí donde su imagen convive con una reflexión muy amarga sobre el cine y el amor. También brilló en ¡Viva María!, donde compartió protagonismo con Jeanne Moreau en una aventura de corte político e irreverente.
Hacia el final de su carrera, Bardot optó por papeles que jugaban con su fama y su cansancio ante ella, como La vérité, un drama de tipo judicial que mostró su faceta más trágica.
El adiós definitivo
Años después, en 1973, se retiró del cine en pleno apogeo para nunca volver, dejando una filmografía breve pero incendiaria y habiendo alimentado con creces la imagen de la chica francesa popular. Ese año se estrenó la que sería su última película, L’histoire très bonne et très joyeuse de Colinot Trousse-Chemise.
Más que una actriz, Bardot se inmortalizó a sí misma como un símbolo de culto imposible de domesticar. Aunque abandonó el cine a una edad muy temprana para dedicar su vida a otros intereses, el paso de Brigitte por la industria fue un meteoro que no dejó hierba a salvo.
Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa desde el año 2017, publicó un mensaje a través de X sobre la muerte de Brigitte y rinde tributo a la actriz:
“Sus películas, su voz, su gloria deslumbrante, sus iniciales, sus penas, su pasión generosa por los animales, su rostro convertido en Marianne: Brigitte Bardot encarnó una vida de libertad. Existencia francesa, resplandor universal. Nos conmovía. Lloramos a una leyenda del siglo”
Descanse en paz Brigitte Bardot.