Pocos lo quieren decir en voz alta, pero ya es hora: los Avengers (como personajes) son aburridos. Aunque fueron los reyes de la taquilla durante más de una década, no podemos seguir ignorando la verdad. Detrás de sus trajes brillantes, rayos cósmicos y frases sobre la unión, se esconde una falta preocupante de drama, emoción real y desarrollo profundo. Su problema es simple: no es que los Avengers sean poco poderosos, es que no son tan interesantes como se nos ha hecho creer.
Y antes de que nos lancen sus escudos, martillos o flechas, esta no es una crítica gratuita. Es un llamado desesperado a Marvel: queremos personajes con conflictos, traumas y hasta secretos familiares vergonzosos. Queremos peleas incómodas en la cena de Navidad, no solo en el espacio.
Los Avengers no son tan interesantes
Desde el punto de vista técnico, los Vengadores deberían ser el mejor equipo del mundo: Thor, Black Widow, Hulk, Iron Man, Capitán América. Todos con carreras en solitario, todos con fans devotos. Pero eso también los convierte en una receta para el tedio. ¿Por qué? Porque son tan fuertes, tan heroicos, tan “perfectos” que rara vez sentimos que estén en verdadero peligro (a veces ser tan maravilloso te quita lo cool).
Este fenómeno tiene nombre entre los fans: el “síndrome de Superman”. Es decir, son tan abrumadoramente increíbles que ya sabemos que saldrán ganando. ¿Quién sufre? Nosotros, los espectadores, que solo queremos una historia donde al menos uno tenga experiencias realmente oscuras sin que la pantalla lo dulcifique.
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¿Y si alguno muere? Sí, pero no pasa nada, hay 800 más en la banca listos para llenar el vacío. La rotación de miembros es tan constante que ya parece más casting de reality show que equipo heroico.
Hasta los Thunderbolts son más llamativos
Y ni hablar de los Thunderbolts, ese grupo de héroes, antihéroes y gente con traumas severos que Marvel ya presentó. Mira a su alineación: Yelena Belova, que no confía en nadie y hace comentarios sarcásticos; Bucky Barnes, el soldado con más PTSD del multiverso; John Walker, un Capitán América deconstruido a base de rabia, anabólicos y con una familia que lo abandonó; Ava Starr, la Ghost que solo quiere estabilidad molecular; Red Guardian, el papá que todos desearíamos tener (y al mismo tiempo no); Taskmaster, cuya personalidad y potencial fueron desperdiciados; y Bob Reynolds, víctima de violencia intrafamiliar, drogadicto y ególatra supremo.
Este equipo, lleno de errores y dilemas éticos, tiene más profundidad en su película que dos horas que cinco fases de Avengers. ¿Por qué? Porque son Avengers poco poderosos, sí, pero en el mejor sentido: no están atados por la perfección ni la obligación de ser modelos a seguir. Cometen errores, mienten, traicionan. ¡Eso es drama, Marvel!
Avengers poco poderosos, de verdad
Volvamos a los Vengadores. ¿Cuál es su verdadero conflicto? ¿Quiénes son cuando no están salvando el mundo? El problema no es que no tengan historias personales, es que nunca duran lo suficiente como para importar.
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Además, al no tener una identidad clara como equipo, más allá de “los más fuertes de la Tierra”, se sienten como freelancers con disfraces. Capitán América quiere justicia. Pantera Negra quiere proteger Wakanda. Iron Man quiere, bueno, atención. Y eso está bien, pero ¿cuál es el motor que los une más allá de la amenaza de turno? ¿Qué los haría quedarse si no hay un robot asesino con complejo de dios? ¡Dejaron a Wanda sola en su momento más vulnerable!
En cambio, equipos como los Cuatro Fantásticos o los X-Men tienen algo que los Avengers nunca han logrado: propósito y cohesión. Son familia, son escuela, son tragedia en modo cómic. Los Vengadores son, en comparación, los compañeros de oficina que solo ves en juntas de emergencia.
¿Cuándo veremos a los Avengers en cines?
Después de un largo descanso (y sí, se nota), los Vengadores volverán con ‘Avengers: The Kang Dynasty’… perdón, ‘Avengers: Doomsday’ el 18 de diciembre de 2026, seguido por ‘Avengers: Secret Wars’ el 17 de diciembre de 2027. Pero mientras esperamos estos eventos cósmicos, no estaría mal que alguien en Marvel preguntara: ¿y si escribimos mejor a los personajes?
No basta con lanzar al Hombre Hormiga al microverso o revivir a Vision por quinta vez. Lo que falta es conflicto interno, heridas que no se curen con rayos gamma. Lo que falta son Avengers poco poderosos en el alma, no en los músculos.
Queremos corazones rotos, decisiones imposibles, derrotas que duelan (todavía más y muestren oscuridad poética en pantalla). Queremos que cada Avenger sude, llore, dude. Queremos historias que nos arranquen un “¡no puede ser!” y no solo un “meh, seguro ganan en la siguiente película”.
Porque si no lo hacen, hasta los Thunderbolts les van a robar el show. Y honestamente, no estaríamos tristes por eso.
Con información de Comicbook.
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