La comunidad cinematográfica quedó perpleja hace algunos días por una pérdida que desborda lo profesional y se instala en el terreno de lo íntimo. La muerte de Rob Reiner y de su esposa, la fotógrafa Michele Singer Reiner, dejó una estela de consternación que alcanzó a colegas, amistades y generaciones enteras de espectadores, entre ellas a Martin Scorsese.
En su calidad de peso pesado e histórico del cine mundial, así como de amigo cercano. Scorsese decidió escribir un texto sobre Reiner que no se limita al obituario ni al elogio de oficio. Su intervención, publicada en The New York Times, es una carta-ensayo que busca preservar la risa y la complicidad de una amistad forjada lejos de los reflectores.
Antes de entrar en los detalles que hoy ocupan a la justicia y a los titulares, vale decir que el cine volvió a ser el punto de encuentro. No como industria ni como mercancía, sino como lenguaje común entre dos hombres que se reconocieron en el humor y en una idea compartida del espectáculo. Ese terreno explica por qué el homenaje no evita el dolor, pero tampoco renuncia a la vida que late en el recuerdo.
¿Qué le pasó a Rob Reiner?
La tragedia se conoció tras el hallazgo de los cuerpos de Rob Reiner y Michele Singer Reiner en su casa de Brentwood. Ambos presentaban heridas provocadas por arma blanca. La investigación avanzó rápido y condujo al arresto de su hijo, Nick Reiner, acusado de dos cargos de homicidio.
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Las autoridades confirmaron que el joven de 32 años fue presentado ante un juez y que el proceso legal apenas comienza. Por ahora no se ha establecido un motivo ni una línea definitiva que explique lo ocurrido. El impacto del crimen pasa por el ámbito familiar y golpea a una figura cuya obra acompañó debates culturales y momentos decisivos del cine estadounidense.
Rob Reiner tenía 78 años y una trayectoria que cruzó la televisión, el cine independiente y el gran estudio. Michele Singer Reiner, de 70, fue reconocida por su trabajo fotográfico y por ser un fuerza discreta, más ligada al acompañamiento. La violencia de su muerte contrasta con la imagen pública de una familia volcada al trabajo creativo y al intento persistente de sostenerse unida.
Las películas más famosas de Rob Reiner como director son La princesa prometida, Cuando Harry conoció a Sally…, Cuenta conmigo y Misery.
Martin Scorsese escribe sobre Rob Reiner
El texto de Scorsese no esquiva la primera persona ni el temblor de la pérdida. En su ensayo, el director recuerda los encuentros iniciales en Los Ángeles durante los años setenta, cuando ambos compartían espacios informales llenos de comediantes y actores. La afinidad surgió, escribe, de un humor aprendido en Nueva York y de una manera similar de habitar el set y la conversación.
Es en este tramo inicial donde Scorsese comparte la frase que condensa su duelo:
“Rob Reiner era mi amigo, y Michele también lo era. A partir de ahora tendré que usar el tiempo pasado, y eso me llena de una tristeza tan profunda. Pero no hay otra opción.”
El cineasta también se detiene en la risa de Reiner, en su forma de estar sin imponerse y en la libertad con la que transitaba cada reunión. Recuerda, además, su trabajo conjunto en El Lobo de Wall Street, donde lo eligió sin dudar para un papel muy especial.
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“Desde el primer momento me encantó pasar tiempo con Rob. Teníamos una afinidad natural. Era divertidísimo y a veces mordaz, pero nunca fue el tipo de persona que acapara la habitación. Tenía un maravilloso sentido de libertad sin inhibiciones, disfrutaba plenamente la vida en el momento y tenía una carcajada enorme y contagiosa. Cuando lo homenajearon en el Lincoln Center, Michael McKean hizo un número que era una parodia de los discursos oficiales de homenaje. Antes de llegar al remate, Rob se rió con tanta fuerza que se escuchaba en todo el auditorio.”
La salud mental de Nick Reiner
Con el avance de la investigación, surgieron datos sobre la salud mental de Nick Reiner. Fuentes cercanas al proceso señalaron que había recibido medicación para esquizofrenia en algún momento previo a los hechos, aunque no se han revelado detalles sobre el tratamiento ni su duración.
También se sabe que enfrentó durante años problemas de adicción, rehabilitaciones, recaídas y periodos de inestabilidad. Rob y Michele hablaron en vida sobre ese proceso, reconociendo errores y decisiones tomadas desde la desesperación. Amigos de la familia han insistido en que ambos padres hicieron todo lo que estuvo a su alcance para ayudarlo.
El sistema judicial deberá determinar qué peso tendrán estos antecedentes en el proceso. Por ahora, Nick Reiner permanece bajo custodia, a la espera de nuevas audiencias.
