Lo ‘dark’ no pasa de moda: Merlina y otros personajes góticos que marcaron la cultura pop

Lo ‘dark’ no pasa de moda: Merlina y otros personajes góticos que marcaron la cultura pop

Merlina Addams se volvió un fenómeno global, pero no es la primera en vestir de negro, amar la oscuridad y resistirse a encajar

Por Arturo Lopez Gambito el 7 agosto, 2025

Durante décadas, el goth (o subcultura “gótica”) ha sido mucho más que un estilo de ropa o una estética recurrente en Halloween. Es una forma de habitar el mundo desde la melancolía, la disidencia, la fascinación por la muerte y, a veces, el sentido del humor más negro. Aunque nació como subcultura musical ligada al post-punk, el gótico se ha extendido por la literatura, el cine, la televisión y el cómic, dejando una huella indeleble en generaciones que encontraron allí una forma de identidad.

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Desde los años 80 hasta el presente, los íconos góticos han ido cambiando de rostro, pero conservan ciertas constantes: el luto estilizado, la marginación voluntaria, la intensidad emocional, el amor por lo siniestro y una distancia crítica frente a las normas sociales. Y en ese linaje de almas oscuras, la más reciente heredera (y tal vez su representante más viral) es Merlina Addams, reinventada por Netflix para una nueva generación, bajo la actuación de Jenna Ortega.

Jenna Ortega en la premiere de 'Merlina' en Londres (WireImage)
Jenna Ortega en la premiere de ‘Merlina’ en Londres (WireImage)

Pero Merlina no está sola. A continuación, repasamos otros personajes que, como ella, han marcado a sus respectivas audiencias con su oscuridad, su estilo y su manera particular de ver el mundo.

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Death: la muerte con rostro humano (1989)

Creada por Neil Gaiman para la saga de cómics ‘The Sandman‘, Death representa una visión íntima, compasiva y serena del final de la vida. Con su piel pálida, su cabello negro y su vestimenta sobria, encarna la estética gótica sin necesidad de exageraciones. Su actitud (alejada del drama, cercana a lo humano) la convirtió en uno de los personajes más queridos del cómic moderno. La versión live action en Netflix en 2022 reavivó su presencia cultural frente a una audiencia más amplia.

Death en 'The Sandman' (imagen: Netflix)
Death en ‘The Sandman’ (imagen: Netflix)

Edward Scissorhands: el romántico incomprendido (1990)

No se puede hablar de estética gótica sin mencionar a Edward, protagonista de ‘El joven manos de tijera‘. La creación más emblemática de Tim Burton es un cuento de hadas retorcido donde un hombre con cuchillas por manos vive aislado del mundo, incapaz de tocar sin herir. Su rostro pálido, su cabello desordenado y su atuendo de cuero se volvieron referentes visuales. Pero más allá del look, lo que define a Edward es su sensibilidad: un ser hecho para el arte, la soledad y el sufrimiento.

Johnny Depp en 'El Joven manos de Tijera' (imagen: 20th Century Studios)
Johnny Depp en ‘El Joven manos de Tijera’ (imagen: 20th Century Studios)

Elvira: sensualidad, comedia y horror pop (años 80–90)

Con su humor irreverente, escotes imposibles y estética vamp, Elvira, Mistress of the Dark, se convirtió en una figura imprescindible del goth televisivo. Interpretada por Cassandra Peterson, su personaje mezcló parodia, horror serie B y sexualidad performativa con absoluta entrega. A diferencia de otros íconos góticos, Elvira es extrovertida, cómica y provocadora. Eso no la hace menos gótica; al contrario, la volvió transgresora.

Nancy Downs: la bruja rebelde (1996)

En ‘Jóvenes brujas‘ (‘The Craft’), Nancy Downs representa a la marginada que encuentra poder a través de lo oculto. Fairuza Balk le dio al personaje una intensidad entre la desesperación y el desafío que aún resuena. Su maquillaje oscuro, su rabia contenida y su caída autodestructiva la convirtieron en un símbolo para adolescentes que se sentían fuera de lugar, especialmente en los años noventa.

Nancy Downs en 'Jóvenes Brujas' (imagen: Columbia Pictures)
Nancy Downs en ‘Jóvenes Brujas’ (imagen: Columbia Pictures)

The Corpse Bride: el amor más allá de la muerte (2005)

Emily, la protagonista de ‘El cadáver de la novia‘, es una figura trágica dentro del cine animado gótico. Engañada y asesinada en el bosque, regresa como una novia espectral que canta, baila y sigue amando. Su vestido rasgado, su piel azulada y sus ojos enormes hacen que su tristeza se vuelva hipnótica. La película fue un deleite visual que ofreció una mirada conmovedora sobre el amor más allá de la tumba (¿polvo enamorado?).

Emily en 'El cadáver de la novia' (Imagen: Warner Bros. Pictures)
Emily en ‘El cadáver de la novia’ (Imagen: Warner Bros. Pictures)

Sam Manson: gótica con conciencia (2004)

En ‘Danny Phantom‘, Sam Manson aparece como la adolescente goth clásica: ropa negra, sarcasmo y fascinación por lo paranormal. Sin embargo, va más allá del estereotipo. Es activista ecológica, feminista y directa. En una era en la que las series animadas comenzaban a mostrar protagonistas más definidos ideológicamente, Sam representó una forma alternativa de ser goth: estética, sí, pero también con principios.

Sam Manson (Imagen: Nickelodeon)
Sam Manson (Imagen: Nickelodeon)

Joan of Arc: la mártir sarcástica (‘Clone High’, 2003 / reboot 2023)

La versión de Juana de Arco en ‘Clone High‘ es una sátira generacional que resultó más profunda de lo que aparentaba. Gótica, sarcástica, irónica y emocionalmente frustrada, Joan parodia el arquetipo dark adolescente, pero también lo encarna con una sinceridad inesperada. Su desesperación pasivo-agresiva y su inteligencia emocional la vuelven más que un chiste: es una outsider en pleno sentido.

Joan of Arc en 'Clone High' (imagen: IMDb)
Joan of Arc en ‘Clone High’ (imagen: IMDb)

Lisbeth Salander: el gótico posmoderno (2005 / 2009)

Lisbeth no necesita lápiz labial oscuro para ser considerada gótica. Su aislamiento social, su vestimenta punk-negra, su desconfianza radical y su violencia contenida bastan. En ‘La chica del dragón tatuado‘, aparece como hacker brillante, vengativa, antisocial y peligrosa. Representa una evolución del goth: del esteticismo melancólico al nihilismo funcional. Y aunque su mundo es más crudo que romántico, su conexión con la oscuridad es total.

Rooney Mara como Lisbeth Salander en 'La chica del dragón tatuado' (imagen: 	Columbia Pictures)
Rooney Mara como Lisbeth Salander en ‘La chica del dragón tatuado’ (imagen: Columbia Pictures)

Marceline Abadeer: la reina vampiro de los millennials (2010)

En ‘Hora de aventura‘, Marceline es mucho más que una vampira cool. Es músico, es hija de un demonio, es solitaria y guarda heridas emocionales profundas. Canta canciones tristes, toca el bajo eléctrico y tiene un vínculo ambiguo con la Princesa Bubblegum que la volvió un símbolo queer. Su mezcla de ternura, trauma y poder la convirtió en una de las figuras góticas más queridas de la animación reciente.

Marceline en 'Hora de Aventura' (imagen: Cartoon Network)
Marceline en ‘Hora de Aventura’ (imagen: Cartoon Network)

Merlina Addams: la era digital del gótico (2022)

Y al final, la heredera. En ‘Merlina‘, Jenna Ortega reinterpreta a Merlina con una precisión quirúrgica. Sarcástica, lógica, brillante, insensible al juicio externo. Es espadachina, pianista, detective y estudiante de internado con poderes sobrenaturales. Pero, más allá del guion, es su presencia la que marca diferencia: no es una goth de caricatura, es una goth estructural. Su mirada perdida, su humor afilado, su voz medida, su baile viral. Esta Merlina convirtió lo gótico en fenómeno masivo sin perder el filo. Para millones, no es solo una moda: es una identidad.

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