La situación de Tylor Chase, recordado por interpretar a Martin Qwerly en ‘Manual de supervivencia escolar de Ned’, continúa sin mostrar avances significativos. A casi dos semanas de que se viralizara un video donde se le ve viviendo en la calle en Riverside, California, nuevos testimonios confirman que los intentos por canalizar ayuda médica y de rehabilitación han fracasado, no por falta de recursos, sino por los límites del sistema y la negativa del propio actor a aceptar tratamiento.
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La actualización más reciente proviene de Shaun Weiss, actor de ‘The Mighty Ducks’ y defensor activo de la recuperación tras la adicción, quien ha estado involucrado directamente en los esfuerzos para asistir a Chase desde que su caso se volvió público.
¿Por qué no ha sido posible ayudar a Tylor Chase?
En un video compartido en Instagram, Weiss reconoció abiertamente la frustración que enfrentan quienes han intentado apoyar al exactor de Nickelodeon. Según explicó, todos los recursos necesarios están disponibles, pero el factor decisivo sigue siendo el consentimiento de Chase.
“Tylor tiene que querer ir al tratamiento,” afirmó Weiss. “Tiene todos los recursos a su disposición, y es muy frustrante porque no existe un sistema para ayudar a personas así, y nuestra única opción ahora es ¿qué? ¿Verlo marchitarse en la calle?”
El actor señaló que el caso evidencia un vacío estructural en la atención a personas con problemas de adicción y salud mental que no representan un peligro inmediato para sí mismas o para terceros. En esos escenarios, las autoridades carecen de herramientas legales para obligar a una persona adulta a permanecer en tratamiento.
Weiss recordó que su involucramiento comenzó después de que, el pasado 20 de diciembre, circulara en redes sociales un video donde Chase aparecía viviendo en la vía pública en Riverside, hecho que activó alertas entre seguidores y excompañeros del medio.
La retención médica de 36 horas y su liberación
Un nuevo elemento confirmado en este seguimiento es que Chase sí fue sometido recientemente a una intervención médica temporal. De acuerdo con Jacob Harris, dueño de Shipwreck Barbershop en Riverside y una de las personas que ha documentado los intentos por ayudarlo, el actor estuvo bajo una retención médica de 36 horas.
Durante ese periodo, explicó Harris, se logró que Chase estuviera “limpio, desintoxicado, físicamente limpio”. Sin embargo, el avance fue momentáneo. Tras la evaluación de equipos de crisis en salud mental, las autoridades determinaron que no podían retenerlo más tiempo.
Según relató Harris, un primer equipo de crisis coincidió en que Chase necesitaba ayuda, pero decidió liberarlo durante la noche. Posteriormente, un segundo equipo volvió a evaluarlo y concluyó que, al encontrarse lúcido, aseado y sin representar un riesgo inmediato, no era posible internarlo de forma involuntaria.
“Así que pudimos llamar a otro equipo de crisis,” explicó Harris. “Salieron y lo evaluaron. Como estaba en pleno uso de sus facultades mentales, limpio y fuera de peligro inmediato, no pudieron llevárselo.”
Harris también señaló que, junto con la familia de Chase, ya contaban con el apoyo de un coach profesional de rehabilitación proveniente de Boston, listo para intervenir. Aun así, el exactor no aceptó integrarse al proceso, aunque se mostró receptivo a recibir información.
El llamado a las autoridades y el contexto del caso
Tanto Harris como Weiss hicieron un llamado público a las autoridades locales y a la ciudad de Riverside para que el caso de Chase no vuelva a quedar sin seguimiento si entra nuevamente en contacto con servicios de emergencia. También pidieron a la ciudadanía que, en caso de verlo en la vía pública, evite grabarlo o darle dinero, y que, en cambio, respete su espacio.
La situación de Chase ya había sido documentada previamente por medios estadounidenses, que reportaron que vive en Riverside desde hace varios años, que enfrenta problemas de adicción y que ha rechazado en múltiples ocasiones la ayuda ofrecida tanto por servicios sociales como por su propia familia. Su madre, Paula Moisio, incluso solicitó que se cancelara una colecta organizada en redes sociales, al considerar que el dinero no resuelve el problema de fondo y que su hijo necesita atención médica especializada.
Tras el final de ‘Manual de supervivencia escolar de Ned’, serie emitida entre 2004 y 2007, la carrera actoral de Chase perdió continuidad. Participó en apariciones menores y su último crédito profesional se remonta a 2011, cuando prestó su voz al videojuego ‘L.A. Noire’. Desde entonces, su vida ha estado marcada por la inestabilidad, problemas legales y periodos de aislamiento.
El caso de Tylor Chase se ha convertido, una vez más, en un ejemplo de las dificultades que enfrentan muchos actores infantiles tras la fama temprana, así como de los límites que existen cuando la ayuda depende, legal y éticamente, de la voluntad de quien la necesita.
Con información de EW.
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