Aparentemente, el regreso de Kevin Spacey no solo incluye nuevos papeles, sino también una dosis de espiritualidad selectiva: perdona a quienes lo condenaron pero no trabajará con ellos. Qué alivio, ¿no?
Kevin ha vuelto a las portadas no por una película taquillera ni un nuevo escándalo (por esta vez), sino por su triunfal reaparición pública en el Italian Global Series Festival, en Rimini, donde se declaró listo para volver “en forma sustancial” a la actuación. También aprovechó para repartir perdones a quienes “se apresuraron a juzgarlo”, aunque sin extender invitaciones a sus futuros sets.
La caída de Kevin Spacey
En un abrir y cerrar de ojos, Spacey pasó de ser uno de los actores más respetados de Hollywood a convertirse en símbolo del destierro mediático. Todo comenzó en 2017, cuando surgieron múltiples denuncias de abuso e inconducta sexual, incluida una del actor Anthony Rapp, que desató una avalancha de testimonios similares.
Netflix lo eliminó de ‘House of Cards’ sin pestañear, Ridley Scott lo borró digitalmente de ‘Todo el dinero del mundo’ y la industria, en general, hizo como si jamás hubiese existido. Era como si Kaiser Soze se hubiera desvanecido en el aire. Y, como en sus mejores papeles, Spacey desapareció sin dejar rastro hasta que, como es costumbre en Hollywood, el olvido temporal se tradujo en una lenta resurrección.
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Kevin fue absuelto en varias de esas causas, incluyendo la del Reino Unido, donde enfrentó cargos por agresión sexual a cuatro hombres. También fue declarado no responsable en el caso civil en Estados Unidos. Pero, como suele suceder en estos casos, la absolución legal no garantiza la redención cultural.
¿Kevin Spacey ‘perdonará’ a quienes lo juzgaron?
Durante el festival italiano, Spacey se dirigió a un público entusiasta, incluyendo periodistas a los que nos se les permitió hacer preguntas. En su intervención, expresó su gratitud hacia quienes esperaron a que la justicia hablara antes de emitir juicio. Pero fue más allá: ofreció su perdón a quienes lo cancelaron antes de tiempo.
“He estado trabajando mucho por mi cuenta y sigo haciendo películas. Estoy muy emocionado de volver a trabajar de forma sustancial porque tengo muchísimas historias que contar. […] Estoy profundamente agradecido con quienes en mi sector me apoyaron, con quienes estuvieron dispuestos a esperar el resultado de los tribunales antes de decidir qué sentían por mí. Esas personas tienen mi confianza, y haré todo lo posible por conservarla el resto de mi vida.”
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Películas y series de Kevin Spacey
Antes del derrumbe, Spacey era sinónimo de actuación de calidad (incluyendo su cameo como Dr. Evil en ‘Austin Powers en Goldmember’). Lo vimos encarnar al calculador Lester Burnham en ‘Belleza americana’, al criminal brillante de ‘Sospechosos Comunes’, al despiadado Frank Underwood en ‘House of Cards’ y, claro, a John Doe en ‘Seven, los Siete Pecados Capitales’. Todos personajes con una cuota de poder y oscuridad que ahora parecen, en retrospectiva, algo proféticos.
Pese a estar fuera del radar principal, no dejó de actuar. Su participación en ‘The Man Who Drew God’, dirigida por Franco Nero, fue el primer paso hacia su resurrección fílmica. Luego vinieron ‘Peter Five Eight’, ‘1780’ y ‘The Awakening’, un thriller conspiranoico lanzado en Cannes. En todos estos proyectos Spacey trabajó en los márgenes del mercado, pero con una convicción digna de un Óscar.
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Al tener “muchas historias que contar”, habrá que ver si alguna de tiene distribución y, sobre todo, atención mediática, lo más importante en la voraz industria del entretenimiento.
Abuso y poder en Hollywood
El regreso de Kevin Spacey debe analizarse mirando el contexto mayor. Durante décadas, Hollywood fue el reino de la impunidad disfrazada de genio artístico. Harvey Weinstein, Woody Allen, nombres que pasaron de los créditos a los titulares de denuncia.
Lo que cambió fue la disposición pública a escuchar. El Maximo Excellence Award que Spacey recibió esta semana en Italia es uno de varios reconocimientos que ha cosechado allá, donde la cancelación parece tomarse con más vino y menos Twitter.
El regreso de Kevin Spacey es, en muchos sentidos, una clase magistral de cómo desplazarse entre sombras. Perdona sin olvidar, actúa sin pedir permiso y agradece sin mencionar a quienes aún lo señalan. Un actor que conoce bien el juego de máscaras, dentro y fuera del escenario.
Con información de Deadline.
