Así como le toco al maestro George A. Romero irse un domingo ahora toca el turno a otro icono del cine, en este caso de la comedia y del Hollywood de ayer. Jerry Lewis, actor, escritor, director y comediante falleció a los 91 años de edad en su casa en Las Vegas, el actor padecía problemas en sus pulmones, corazón y además sobrevivió a un cáncer de próstata en los 90, así como una adicción a medicamentos contra el dolor.
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Fue en la década de los 50 en la que Lewis, junto a Dean Martin, se convirtieron en reyes de los centros nocturnos, así como de la radio y taquilla. Su rutina cómica en la que Lewis era el estrambótico y demente, mientras Martin era el serio, los volvió grandes estrellas. Aún después de su separación, Lewis continuó como estrella de la comedia y fue laureado en Francia y Europa por realizadores como Jean-Luc Godard y [Director] François Truffaut.
Lewis supo diversificarse y actuó en algo como El Rey de la Comediaa de Martin Scorsesee, una comedia negra punzante con Robert De Niro. Sin embargo, el proyecto más enigmático del artista fue The Day the Clown Cried, una suerte de comedia y drama ubicado en el holocausto del nazismo. Lewis dirigió, escribió y protagonizó la historia de un payaso que es obligado por los alemanes a entregar niños para sus campos de concentración. La cinta ha adquirido un status mítico debido a que jamás ha sido exhibida, con Lewis totalmente avergonzado del resultado de la misma. Aún con su fallecimiento, el comediante dejó instrucciones específicas para que el mundo nunca vea luz de su fatídico proyecto, lo cual es bastante lamentable. Descanse en paz el profesor chiflado original, aclamado como genio en Francia pero visto como un humorista más en su país natal.
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