En plena promoción de ‘Frankenstein’, su esperada reinterpretación del clásico de Mary Shelley, Guillermo del Toro volvió a dejar clara su postura ante la tecnología moderna y el papel de la inteligencia artificial en la creación artística. Durante su reciente entrevista con NPR, el cineasta mexicano no solo reiteró su absoluto desprecio a la inteligencia artificial generativa, sino que también comparó la arrogancia de los actuales empresarios tecnológicos —los llamados tech bros— con la del propio Victor Frankenstein, el científico obsesionado con desafiar los límites de la vida y la muerte.
¿Por qué Guillermo del Toro compara a los ‘tech bros’ con Victor Frankenstein?
Del Toro explicó que la historia de ‘Frankenstein’ no solo trata sobre la creación de un monstruo, sino sobre la ceguera moral del creador, un tema que considera urgente en la era de la inteligencia artificial. En su versión, el personaje de Victor (interpretado por Oscar Isaac) encarna la soberbia de la ciencia moderna y también refleja una actitud muy similar a la de quienes impulsan el desarrollo tecnológico sin medir sus consecuencias.

El propio director lo expresó así:
“Quería que tuviera la arrogancia de Victor [Frankenstein], que fuera similar en algunos aspectos a los tech bros… creando algo sin considerar las consecuencias.”
Del Toro lleva años advirtiendo sobre ese peligro: el del creador que juega a ser dios, que se convence de que el progreso justifica cualquier experimento. Para él, el mito de ‘Frankenstein’ sigue vigente porque el mundo contemporáneo está lleno de figuras que encarnan ese mismo impulso de control y desmesura. En su lectura, los nuevos “monstruos” no son las criaturas, sino los hombres que las fabrican sin preguntarse a quién sirven.
¿Quiénes son los ‘tech bros’ y por qué son tan polémicos?
El término tech bros —abreviatura de technology brothers— se usa para describir a un tipo de empresario o ingeniero ligado a Silicon Valley que ve la tecnología como una forma de salvación universal, muchas veces sin considerar el impacto ético o social de sus innovaciones. Son, en palabras de críticos y analistas, los “profetas del algoritmo”, convencidos de que la inteligencia artificial, las criptomonedas o el transhumanismo pueden redefinir el futuro de la humanidad.}
Su mentalidad combina una fe ciega en el progreso tecnológico, un culto a la productividad y una cierta indiferencia hacia las consecuencias humanas. Algunos de los nombres más asociados con este perfil son Elon Musk, Mark Zuckerberg, Sam Altman, Peter Thiel y Vitalik Buterin. Todos comparten —en distintos grados— un discurso mesiánico sobre el futuro: hablan de “cambiar el mundo” o “trascender los límites humanos”, pero suelen ignorar los riesgos éticos de sus propios inventos.
Por eso, la comparación de Del Toro no es gratuita: igual que Victor Frankenstein, estos “visionarios” buscan dar vida a algo nuevo, pero con una mezcla de ambición, arrogancia y desprecio por el error. La advertencia del director parece clara: la tecnología sin compasión puede acabar creando monstruos reales.
Un mensaje fiel al espíritu de Mary Shelley
Del Toro ha repetido en varias ocasiones que leyó Frankenstein por primera vez a los once años, y que el libro marcó profundamente su forma de ver el mundo. En su entrevista con NPR, confesó que la historia le ayudó a comprender incluso su propia fe:

En su versión cinematográfica, la criatura no busca venganza, sino redención. Y en esa reconciliación entre creador y creación, Del Toro plantea una lección profundamente humana: que el conocimiento sin empatía conduce a la destrucción, del mismo modo en que las grandes corporaciones tecnológicas corren el riesgo de olvidar la dimensión ética detrás de cada avance.
Con ‘Frankenstein’, Del Toro revivió una obra maestra del gótico literario y también convirtió su mensaje en una advertencia moderna. Entre la arrogancia de Victor y la fe de los tech bros, el director mexicano invita a recordar que, en última instancia, la verdadera monstruosidad nunca está en la creación… sino en el creador,