La muerte violenta del cineasta Rob Reiner y de su esposa, Michele Singer Reiner, sacudió a Hollywood y derivó en una reacción política y mediática que fue más allá del duelo. El detonante fue un mensaje publicado por Donald Trump en Truth Social, horas después de conocerse el crimen, que provocó una respuesta inmediata de celebridades y figuras públicas. Entre ellas, Jimmy Kimmel se colocó al frente de una nueva ola de críticas por el tono y el contenido de los comentarios del presidente de Estados Unidos.
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¿Qué dijo Donald Trump y por qué generó indignación?
Tras confirmarse la muerte de Rob Reiner y Michele Singer Reiner, Donald Trump difundió un mensaje en el que atribuyó el fallecimiento del director a la supuesta ira que habría provocado en otros por lo que llamó “Síndrome de trastorno de Trump”. En el texto, el mandatario calificó a Reiner como “torturado y luchando” y sugirió que su muerte estaba vinculada con su oposición política.
Lejos de retractarse, Trump reiteró su postura ante reporteros en la Casa Blanca. “No era fan suyo en absoluto”, dijo, y volvió a describir al cineasta como una persona “trastornada” y “muy mala para nuestro país”. Las declaraciones llegaron mientras las autoridades confirmaban que el caso se investigaba como un homicidio y que Nick Reiner, hijo de la pareja, había sido detenido como principal sospechoso, sin que existiera ningún indicio de motivaciones políticas.
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Jimmy Kimmel y las nuevas voces del entretenimiento
La respuesta más contundente llegó desde la televisión nocturna. En su programa, Jimmy Kimmel calificó el mensaje presidencial como “odiosa y vil” y cuestionó la falta de empatía del mandatario. “Lo que necesitamos en un momento como este, además de sentido común en materia de armas y salud mental, es compasión y liderazgo. No obtuvimos eso de nuestro presidente, porque no tiene nada que dar”, afirmó al aire antes de leer el texto publicado por Trump.
Kimmel elevó el tono con una de las frases más citadas del caso: “Ese cerebro corroído está a cargo de nuestras vidas”. También señaló que el presidente tuvo una nueva oportunidad de corregir su postura frente a la prensa y decidió no hacerlo. “Incluso para él, eso parecía demasiado. Pero nada es demasiado para él”, añadió.
A esas críticas se sumó Stephen Colbert, quien abrió su programa con un mensaje solemne en el que explicó que, ante tragedias recientes y las muertes de Reiner y Singer, había límites que no debían cruzarse. Aunque su enfoque fue menos incendiario, el conductor dejó claro su rechazo a utilizar una tragedia como material de confrontación política.
Fuera de la televisión nocturna, Josh Gad reaccionó en redes sociales con un mensaje que se viralizó rápidamente, al escribir: “No hay fondo para este maldito psicópata”, en referencia a Trump. La frase fue retomada por varios medios como una de las respuestas más duras desde el ámbito del entretenimiento.
Otras figuras públicas, como Ana Navarro y Maria Shriver, también condenaron el tono del presidente. Navarro criticó la politización de una tragedia familiar y dijo que “esto es vergonzoso”, mientras que Shriver escribió “suficiente es suficiente”, cuestionando el tipo de liderazgo mostrado tras el crimen.
Incluso James Woods, actor conocido por su postura conservadora y por sus diferencias ideológicas con Rob Reiner, cuestionó públicamente el mensaje del presidente. Woods calificó los comentarios de Donald Trump como “exasperantes y desagradables” y subrayó que atacar a una persona recién asesinada cruzaba un límite básico de decoro. “Que no estés de acuerdo con la gente no significa que tengas que odiarla”, escribió, en una crítica que fue leída como un llamado a la vergüenza y a la contención frente a una tragedia familiar.
Reacciones políticas y el contexto del caso Reiner
Las declaraciones de Trump también generaron respuestas desde su propio partido. El congresista republicano Thomas Massie escribió que los comentarios eran “Discurso inapropiado e irrespetuoso sobre un hombre que acaba de ser brutalmente asesinado” y retó a sus colegas a defenderlos públicamente. El senador John Kennedy afirmó que el presidente “no debería haber dicho nada” y advirtió que ese tipo de mensajes distraen de cualquier logro político.
Desde el Partido Demócrata, la representante Zoe Lofgren calificó los dichos como “un nuevo punto bajo” y pidió una condena interna. En contraste, la congresista republicana Marjorie Taylor Greene evitó atacar directamente a Trump y llamó a tratar el caso como una tragedia familiar, subrayando la necesidad de empatía ante situaciones relacionadas con adicciones y salud mental.
Mientras tanto, la investigación sobre la muerte de Rob Reiner y Michele Singer Reiner sigue su curso. Las autoridades confirmaron que Nick Reiner fue arrestado bajo sospecha de asesinato, pero no han presentado cargos formales ni señalado un motivo. En ese contexto, la polémica en torno a las palabras del presidente continúa creciendo, con Jimmy Kimmel y otras celebridades marcando el tono de una discusión que, para muchos, expuso los límites del discurso político frente a una tragedia humana.
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