La edición 22 del Festival Internacional de Cine de Morelia arrancó con una apuesta radical: ‘Emilia Pérez’, la provocadora ópera del francés Jacques Audiard que combina crimen organizado, identidad de género y justicia poética con números de reguetón y puestas en escena coreografiadas que no terminan de convencer con su austera musicalidad.
En la conferencia de prensa, Audiard, junto a las actrices Karla Sofía Gascón y Adriana Paz, abordó la compleja carga simbólica y política del filme.
Pero más allá del morbo o la controversia, lo que destacó fue una intención clara: hablar de las posibilidades de redención, incluso en los márgenes más violentos de una sociedad.
“No es un asunto de países, sino de personas, de humanos con sentimientos, pensamientos y situaciones propias”, dijo Audiard, destacando que su mirada no pretende ser la de un europeo exótico ante el dolor ajeno, sino la de un artista que se pregunta qué sucede con quienes están atrapados en un sistema que castiga a quienes se atreven a cambiar.

‘Emilia Pérez’ cuenta la historia de un temido capo del narcotráfico que, en un acto desesperado por encontrar paz, recurre a una abogada para ayudarle a desaparecer y comenzar una nueva vida como mujer.
Karla Sofía Gascón, la actriz trans española que interpreta a Emilia, se convirtió en el eje emocional del filme y de la conversación en Morelia.
“Es la primera vez que un personaje como este no está en función de la trama, sino que es la trama”, afirmó Gascón. Y añadió: “La identidad de género aquí no es una herramienta narrativa, es una verdad vivida”.
Audiard también habló de su decisión de musicalizar la película: “México es un país donde la música atraviesa todo. No quería filmar el narco desde la estética del realismo crudo, ya lo han hecho muy bien otros. Quise imaginar qué pasaría si las víctimas y los victimarios tuvieran una última oportunidad de cantarse a sí mismos”.
La película, que ganó el Premio del Jurado en Cannes 2024, tuvo una recepción dividida en el Festival de Cine de Morelia.

Mientras algunos críticos han aplaudido la audacia del cineasta francés, otros hemos cuestionado el uso del musical como vehículo para hablar de temas tan sensibles y dolorosos como las heridas en el tejido social que ha provocado el crimen organizado, como la inseguridad, la corrupción y las desapariciones de miles de personas.
Audiard respondió a los cuestionamientos sobre por qué había elegido México; el cineasta aseguró que conocía los problemas sociales de nuestro país y señaló: “Aquí en México los tienen presentes, pero en Francia sale la noticia sobre la desaparición de las personas y en dos días ya está olvidado. A mí no se me va a olvidar, yo no olvido”.
Karla Sofía, quien durante varios años vivió en México y participó en varias producciones nacionales de cine y TV, se mostró agradecida con el público mexicano y confesó que se sentía muy nerviosa por cómo recibirían los espectadores la película que se estrenará en salas de cine a principios de 2025.