En la memoria colectiva de los fanáticos de las series sobrenaturales de principios de los 2000, pocos personajes resultan tan complejos y perturbadores como Cole Turner, el apuesto fiscal de distrito que escondía un secreto demoníaco en ‘Charmed’ (Hechiceras). Interpretado por el actor australiano Julian McMahon, este rol marcó un antes y un después en su carrera, mucho antes de que se pusiera la máscara metálica de Doctor Doom en ‘Fantastic Four‘.
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El personaje de Cole (y su temible alter ego demoníaco, Belthazor) no solo conquistó a Phoebe Halliwell, sino también al público, que encontró en él a un villano trágico y encantador a partes iguales. Esta es la historia del papel que hizo de McMahon una figura icónica en la televisión sobrenatural.

¿Quién era Cole Turner y por qué marcó a toda una generación?
Introducido por primera vez en la temporada 3 de ‘Charmed’, Cole Turner se presentó como un fiscal de distrito en San Francisco, aparentemente humano, pero con una doble vida oculta: era Belthazor, un poderoso demonio de Nivel Superior encargado por la Tríada de asesinar a las hermanas Halliwell. Su misión, sin embargo, se complica cuando se enamora perdidamente de Phoebe, la menor del trío mágico. A partir de ese momento, el personaje entra en una espiral de contradicciones entre su amor humano y su naturaleza infernal.
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El pasado de Cole se remonta a 1885, año en que nació como fruto de la unión entre un hombre mortal, Benjamin Turner, y una demonio de alto rango, Elizabeth. Su infancia fue marcada por la violencia: su madre asesinó a su padre y lo entrenó desde pequeño para suprimir su lado humano. Así nació Belthazor, un asesino despiadado con reputación temible en el Inframundo, experto en matar brujas, demonios y humanos por igual. La Fuente del Mal vio en él un arma perfecta: su sangre híbrida le daba la ventaja de infiltrarse entre los mortales sin ser detectado, mientras su ferocidad le permitía ejecutar sin piedad.
Belthazor se convirtió en uno de los demonios más poderosos del mundo terrenal, miembro de la Hermandad del Espino, y favorito de la Fuente. Pero todo cambió cuando conoció a Phoebe Halliwell. Lo que inició como una estratagema para acercarse a las Embrujadas terminó por convertirse en un conflicto interno desgarrador. Cole no solo traicionó a la Tríada por amor, sino que también enfrentó a su propio lado demoníaco para intentar ser bueno, humano… normal. Ese dilema moral convirtió su historia en una de las más ricas del universo de la serie.
¿Cómo se transforma el villano en mártir?
A lo largo de varias temporadas, Julian McMahon dio vida a un personaje que transitó todos los extremos: de asesino sanguinario a héroe trágico, de aliado confiable a enemigo invencible. Cole logró eliminar a la Tríada y sobrevivió al acoso constante de cazarrecompensas enviados por la Fuente, hasta que finalmente se unió a las hermanas como aliado. Se convirtió incluso en testigo de la boda de Piper y Leo, y por un tiempo pareció que su redención era posible. Pero el pasado siempre vuelve, y en el caso de Cole, también el poder.

Tras un enfrentamiento con un demonio imitador llamado Sykes, Cole perdió sus poderes y quedó como un simple humano. Pero la calma no duró: la Vidente le ofreció una oportunidad para derrotar a la Fuente asumiendo su esencia. Lo que parecía una herramienta para hacer el bien resultó ser una trampa: Cole se convirtió en la nueva Fuente del Mal, y aunque intentó resistirse a la oscuridad, sus acciones terminaron condenándolo. En una boda oscura con Phoebe (ya manipulada por el tónico de la Vidente), selló su destino como nuevo regente del Inframundo.
La tragedia se acentúa cuando Cole, incapaz de controlar el poder y con el amor de Phoebe desvaneciéndose, se vuelve cada vez más inestable. Absorbe poderes de otros demonios en el Yermo, regresa con habilidades monstruosas, y aunque intenta hacer el bien, termina hundiéndose en su propia obsesión. Su deseo de ser amado lo lleva a alterar la realidad misma, eliminando a Paige de la historia para recuperar a Phoebe. Pero ni en esa dimensión paralela pudo cambiar su destino: Phoebe, una vez más, lo destruye con una poción, restaurando el curso original del tiempo.
El final de Cole no fue el típico de un villano eliminado. En lugar de ir al Yermo demoníaco, quedó atrapado en un vacío cósmico, un limbo entre la vida y la muerte, como castigo por sus crímenes. Desde allí, todavía mostró signos de humanidad, ayudando a Piper y demostrando haber encontrado una especie de paz interior. En ese espacio suspendido, Cole (o tal vez Belthazor en su forma más redimida), se convirtió finalmente en un mártir.
El legado de Julian McMahon y su despedida definitiva
El papel de Cole Turner / Belthazor consolidó a Julian McMahon como uno de los rostros más inolvidables de la televisión sobrenatural. Su presencia en pantalla —una mezcla de elegancia, peligro y vulnerabilidad— fue crucial para el éxito de ‘Charmed’ durante sus temporadas intermedias. Incluso después de ser eliminado de la serie, el personaje regresó por la fuerza del fanatismo que había generado. McMahon supo equilibrar la frialdad demoníaca con un anhelo desesperado de redención, construyendo un arco que rara vez se ve en la televisión.

Después de ‘Charmed’, Julian dio el salto al cine interpretando al Doctor Doom en ‘Fantastic Four’ (2005 y 2007), llevando consigo el bagaje actoral que construyó como Belthazor: la mirada intensa, el tono grave, la amenaza contenida. Más tarde, brilló en la serie ‘Nip/Tuck’ como el narcisista Dr. Christian Troy, y tuvo papeles importantes en ‘FBI: Most Wanted’ y ‘Runaways’, donde volvió al terreno de lo sobrenatural y lo moralmente ambiguo.
El 2 de julio de 2025, Julian McMahon falleció en su casa de Clearwater, Florida, a los 56 años, tras una lucha privada contra el cáncer. Su esposa Kelly Paniagua, con quien compartía su vida desde 2014, emitió un comunicado sencillo pero poderoso: “Su deseo más profundo era traer alegría a tantas vidas como fuese posible”. A lo largo de su carrera, McMahon cumplió esa promesa. Encarnó a villanos que amamos odiar, pero también a personajes que nos enseñaron que incluso los más oscuros pueden buscar redención.
Hoy, más que recordar su rol como Doctor Doom, muchos eligen volver al Cole que sufría, amaba y caía una y otra vez por culpa de sus decisiones y su herencia maldita. Porque antes de ser un supervillano de cómic, Julian McMahon fue Belthazor: el demonio que quiso amar, el hombre que quiso cambiar, y el actor que lo volvió inolvidable.
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