La industria cinematográfica global podría encontrar en 2026 su punto más alto de la década, al menos en términos de taquilla. Luego de años marcados por cierres de salas, retrasos de estrenos y una recuperación irregular, nuevas proyecciones sugieren que el negocio de la exhibición volvería a crecer de forma sostenida. Sin embargo, queda un largo camino por delante, pues incluso si se cumplen los pronósticos, el sector todavía estaría por debajo de los niveles que manejaba antes de la pandemia.
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¿Por qué 2026 se perfila como el año más fuerte de la década?
De acuerdo con un análisis reciente de Gower Street Analytics, retomado por Deadline, la taquilla mundial de 2026 podría alcanzar los 35 mil millones de dólares, una cifra que lo colocaría como el año más exitoso de toda la década de 2020. El desglose proyectado contempla 9.9 mil millones provenientes del mercado doméstico de E.U. y 25.1 mil millones del mercado internacional, con China aportando alrededor de 7.1 mil millones de ese total.

Este crecimiento no se explica únicamente por un aumento en la asistencia, sino por un factor clave: el volumen y la concentración de estrenos de alto perfil. Tras el golpe inicial del COVID-19 en 2020 (cuando los ingresos globales cayeron a 11.8 mil millones, el nivel más bajo en décadas) la industria pasó por una recuperación lenta y desigual. A esto se sumó la doble huelga de guionistas y actores en 2023, que paralizó producciones durante 148 y 118 días, respectivamente, y generó un cuello de botella que afectó los calendarios de 2024 y parte de 2025.
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En ese contexto, 2026 aparece como el primer año plenamente “descomprimido”, con estrenos acumulados y una cartelera más robusta, capaz de sostener la asistencia durante varios meses y no solo a partir de uno o dos fenómenos aislados.
Una recuperación que sigue lejos de la era prepandemia
Aunque la cifra proyectada para 2026 sería la más alta de la década, los datos históricos muestran que la industria aún no regresa a su punto de equilibrio previo al COVID. Entre 2017 y 2019, la taquilla mundial se mantuvo de forma consistente por encima de los 40 mil millones de dólares, con un pico de 42.3 mil millones en 2019. En contraste, incluso el escenario optimista para 2026 quedaría unos 5 mil millones por debajo de ese estándar.
La trayectoria reciente confirma que la recuperación no ha sido lineal. Tras el desplome de 2020, la taquilla global subió a 21.3 mil millones en 2021, impulsada por títulos evento; en 2022 alcanzó 25.9 mil millones; y en 2023 dio un salto importante hasta 33.9 mil millones, en parte gracias a fenómenos culturales y comerciales muy concretos. Sin embargo, 2024 volvió a retroceder a 30 mil millones, evidenciando la fragilidad del modelo actual. Para 2025, las proyecciones apuntan a 33.5 mil millones, un crecimiento moderado, pero aún insuficiente para hablar de una normalización plena.
Este comportamiento revela un cambio estructural: el cine en salas depende cada vez más de estrenos que funcionen como eventos globales, mientras que las producciones medianas tienen mayores dificultades para atraer público de manera constante.
Un calendario cargado de “event movies” como motor de taquilla
El principal argumento a favor de 2026 es su calendario de estrenos. Solo en la primera mitad del año están previstas películas como “The Super Mario Galaxy Movie”, “The Mandalorian and Grogu”, “Toy Story 5” y “Supergirl”, títulos respaldados por marcas consolidadas y con alto potencial de convocatoria. A esto se suman lanzamientos fuertes en verano y fin de año, entre ellos “Minions 3”, “Spider-Man: Brand New Day”, “Avengers: Doomsday” y “Dune: Part Three”, que apuntan a concentrar gran parte del flujo de audiencia.

El panorama se completa con secuelas y reboots de menor presupuesto, diseñados para apelar a la nostalgia, así como con proyectos no ligados directamente a franquicias, pero firmados por cineastas de alto perfil o figuras reconocidas. Esta combinación es relevante para la exhibición: no todo el crecimiento dependería de un solo estudio o de un único universo cinematográfico, sino de una oferta amplia de títulos capaces de sostener el interés del público a lo largo del año.
En conjunto, las proyecciones para 2026 no describen una industria completamente recuperada, sino una que ha aprendido a operar bajo nuevas reglas. El cine en salas parece haber dejado atrás la lógica de volumen constante que dominó la década pasada y se apoya ahora en menos estrenos, pero con mayor capacidad de arrastre. Si el pronóstico se cumple, 2026 será el año más taquillero de la década, aunque todavía como un paso intermedio en un proceso de ajuste que sigue en marcha.
Con información de ScreenRant.
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