El estreno de La Máquina: The Smashing Machine marcó uno de los momentos más comentados en la carrera de Dwayne Johnson. La cinta, producida por A24 y dirigida por Benny Safdie, debutó con 5.9 millones de dólares en su primer fin de semana. Esta cifra que no alcanzó las proyecciones iniciales que apuntaban a un rango de 8 a 15 millones. Aun así, el propio actor ha respondido ante los resultados y celebra que su experiencia en el proyecto supera cualquier cifra de taquilla.
La maravilla de The Smashing Machine
La película se centra en los años más complejos de Mark Kerr, uno de los pioneros de las artes marciales mixtas. A diferencia de otros proyectos comerciales de Johnson, este rol no está sustentado en el espectáculo ni en el músculo exagerado, sino en la vulnerabilidad. Kerr, leyenda del octágono, enfrentó lesiones, adicciones y conflictos personales que lo alejaron del brillo mediático justo cuando la UFC comenzaba a llamar la atención del mundo.
Para encarnar al luchador, Johnson se sometió a un proceso de transformación física y emocional poco común en su filmografía. Utilizó prótesis, cambió su estructura corporal y trabajó con Safdie para alejarse de la figura heroica que lo ha acompañado durante años en Hollywood. Emily Blunt interpreta a Dawn Staples, pareja de Kerr, cuya relación se ve atravesada por las adicciones del peleador y su dolor físico acumulado. Ese contraste dio a la cinta una dimensión más íntima que dista mucho de los grandes éxitos taquilleros que suelen vincularse al exluchador de la WWE.
Durante su recorrido por festivales como Venecia y Toronto, la crítica aplaudió la entrega del actor y festejó a Kerr como uno de los papeles más exigentes y arriesgados de su carrera. Aunque el estreno comercial no reflejó ese entusiasmo, el recibimiento en la prensa especializada cimentó la idea de que Johnson se adentró en un terreno donde no solía moverse.
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¿Cómo reaccionó Dwayne a la taquilla de The Smashing Machine?
El presupuesto estimado de la cinta rondó los 50 millones de dólares, sin contar los costos de promoción. A24 apostó por un estreno que se posiciona como contrapeso frente a producciones más comerciales, aunque en esta ocasión la taquilla inicial no acompañó el esfuerzo.
Lejos de mostrarse preocupado, Johnson compartió un mensaje en Instagram donde expresó agradecimiento y orgullo por el camino que significó interpretar a Kerr. En su publicación declaró que, aunque los números del fin de semana no estuvieron a la altura de lo esperado por el estudio o de los medios, lo que sí pudo controlar fue su compromiso con el personaje:
“Desde lo más profundo, gracias a todos los que han visto The Smashing Machine. En el mundo de la narrativa, no puedes controlar los resultados de taquilla, pero lo que me di cuenta es que sí puedes controlar tu interpretación y tu compromiso de desaparecer por completo e ir a otro lugar. Y yo siempre voy a correr hacia esa oportunidad. Fue un honor transformarme en este papel para mi director, Benny Safdie. Gracias, hermano, por creer en mí. La verdad es que esta película me ha cambiado la vida. Con profunda gratitud, respeto y empatía radical, dj.”
A pesar de las cifras iniciales, no está descartado que la película tenga una segunda vida gracias al boca en boca o a futuras plataformas, como ha sucedido con otros títulos distribuidos por A24. En cuanto a la temporada de premios, queda abierta la pregunta sobre si la recaudación afectará o no su presencia en nominaciones, dado que muchos expertos lo habían perfilado como contendiente en categorías interpretativas.
Las películas más taquilleras de Dwayne
El contraste con The Smashing Machine es evidente si se observan algunos de los títulos que consolidaron a Johnson como uno de los actores más rentables del cine comercial. Jumanji en la Selva alcanzó 962 millones de dólares a nivel mundial. La secuela, Jumanji: El Siguiente Nivel, también se impuso con 801 millones.
Otro ejemplo es Rápidos y Furiosos: Hobbs & Shaw, que se posicionó con 760 millones globales. Incluso películas con críticas mixtas, como Terremoto: La Falla de San Andrés o Rampage, lograron cifras superiores.
Por ahora no se sabe cuánto crecerá la recaudación total en las próximas semanas ni qué papel jugará el lanzamiento internacional o el streaming. Lo que sí dejó claro la reacción de Johnson es que no está midiendo el éxito de esta experiencia únicamente por los números, sino a partir de su crecimiento como actor y la satisfacción de ver hecha una labor artística bien lograda.
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