La disputa por el control de Warner Bros. Discovery (WBD) ha dado un nuevo giro político luego de que el presidente Donald Trump arremetiera públicamente contra David Ellison y su padre, Larry Ellison, en plena batalla entre Paramount Skydance y Netflix por quedarse con los activos del histórico estudio. El ataque, difundido a través de Truth Social, se produce mientras la junta de WBD revisa la oferta hostil de Paramount y mantiene su respaldo inicial al acuerdo con Netflix, y cuando la Casa Blanca se ha convertido en un factor impredecible dentro del proceso regulatorio.
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¿Qué dijo Trump sobre Paramount y por qué ahora?
Trump utilizó su red social para desmentir que mantenga una relación cercana con los Ellison y para quejarse del trato recibido por parte de “60 Minutes”, programa de CBS, propiedad de Paramount. “Para aquellas personas que piensan que soy cercano a los nuevos dueños de CBS, por favor entiendan que 60 Minutes me ha tratado mucho peor desde la llamada “adquisición” de lo que me han tratado antes”, escribió el presidente. Remató el mensaje con una frase que dejó clara su molestia: “¡Si ellos son amigos, odiaría ver a mis enemigos!”

El trasfondo inmediato fue una entrevista emitida el 7 de diciembre en ’60 Minutes’ con la congresista Marjorie Taylor Greene, antigua aliada de Trump que recientemente lo ha criticado. El presidente sostuvo que, desde que Paramount quedó bajo el control de los Ellison, el programa “¡En realidad ha empeorado!”, lo que marcó un quiebre con la percepción previa de cercanía entre ambas partes.
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Las declaraciones llegan cuando David Ellison impulsa una ofensiva final para adquirir WBD en su totalidad, tras quedar fuera de la selección preliminar del consejo, que aceptó el acuerdo de Netflix por US$82.7 mil millones para los estudios de Warner Bros. y HBO Max. El propio Trump había dicho días antes que estaría “involucrado” en la revisión del trato con Netflix y que evaluaría el impacto de cada propuesta en el market share, subrayando que aún no toma partido.
La puja empresarial y el giro político
Desde agosto, tras completar la adquisición de Paramount Global, Ellison lanzó una serie de ofertas crecientes por WBD. En doce semanas pasó de US$19 por acción a US$30 por acción, y el 8 de diciembre activó una oferta hostil llevándola directamente a los accionistas. El consejo de WBD confirmó que revisa formalmente la propuesta, aunque la expectativa en el mercado es que sea rechazada.
En paralelo, Trump se ha mostrado ambivalente. En una conferencia en la Casa Blanca afirmó que no sabía suficiente sobre el tema, y añadió que debe ver cómo cada operación afectaría la participación de mercado de Netflix y Paramount Skydance. También insistió en que ninguna de las partes es su amiga y que quiere “hacer lo correcto”. Ese tono contrasta con episodios recientes en los que el presidente presumió su relación con los Ellison e incluso alentó a Paramount a avanzar con proyectos como ‘Rush Hour 4’.
El choque público con los Ellison debilita la narrativa de que Paramount contaba con un carril político despejado frente a Netflix. Además, reaviva las dudas regulatorias en un proceso que ya enfrenta escrutinio por concentración de mercado, ventanas de exhibición y efectos sobre consumidores y creadores.
El papel del yerno y los cambios en el financiamiento
Otro elemento que reconfiguró la contienda fue la salida del fondo Affinity Partners, de Jared Kushner, yerno del presidente, del financiamiento de la oferta de Paramount. La firma confirmó que ya no participa en el intento de compra de WBD, decisión que se produjo en medio de preocupaciones por seguridad nacional y por la composición del capital extranjero que respaldaba la propuesta.

Hasta hace poco, la oferta de Paramount contaba con el apoyo de fondos soberanos de Arabia Saudita, Qatar y Abu Dhabi, además del compromiso de Affinity Partners. En un archivo ante la SEC, Paramount había indicado que esos inversionistas aceptarían no tener derechos de gobierno, incluida la representación en el consejo. Aun así, el consejo de WBD expresó inquietudes por una posible revisión sensible debido a propiedad extranjera. En el mismo contexto, Tencent dejó de ser socio financiero tras objeciones del propio consejo.
Trump fue consultado sobre si la participación del fondo de su yerno influiría en su postura. Respondió que nunca había hablado con él sobre la oferta por WBD. La retirada de Affinity, sumada al ataque público del presidente contra los Ellison, deja a Paramount con menos anclas políticas justo cuando intenta convencer a los accionistas.
Con el consejo de WBD inclinado a mantener el acuerdo con Netflix y un entorno político volátil, la ofensiva de Paramount enfrenta un escenario cuesta arriba. La intervención pública de Trump (entre críticas, desmarques y advertencias) añade incertidumbre a una operación que ya es una de las más observadas en la historia reciente de Hollywood.
Con información de Variety.
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