Legisladores demócratas expresaran inquietudes sobre la procedencia del financiamiento detrás de la oferta de Paramount Skydance para comprar Warner Bros. Discovery. La compañía, dirigida por David Ellison, lanzó una propuesta hostil por US$78 mil millones respaldada en gran parte por fondos soberanos de Arabia Saudita, Qatar y Abu Dhabi.
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Aunque Paramount insiste en que su propuesta representa la opción más sólida para el futuro de Warner Bros., las advertencias en el Congreso sobre riesgos de seguridad nacional han añadido un ángulo inesperado a una disputa ya marcada por presiones políticas y un complejo escenario regulatorio.
¿Por qué preocupa el financiamiento internacional detrás de la oferta?
Los cuestionamientos surgieron tras una carta enviada por los representantes Sam T. Liccardo y Ayanna Pressley, quienes pidieron a la junta directiva de WBD considerar el impacto que tendría permitir que fondos vinculados a gobiernos extranjeros obtuvieran influencia, directa o indirecta, sobre una de las empresas de medios más influyentes de Estados Unidos.
En la carta, los legisladores subrayaron: “Esta transacción plantea preocupaciones de seguridad nacional porque podría transferir una influencia sustancial sobre una de las mayores empresas de medios estadounidenses a un financista con respaldo extranjeros.” En documentos regulatorios, Paramount confirmó que los fondos soberanos de Arabia Saudita, Abu Dhabi y Qatar aportarían alrededor de US$24 mil millones, una cifra que duplica el monto comprometido por la familia Ellison.
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Los legisladores advirtieron que una operación con esta estructura podría otorgar a gobiernos extranjeros acceso a información interna o capacidad para afectar decisiones relacionadas con la distribución de noticias y entretenimiento. Recordaron que Warner Bros. gestiona propiedades como CNN, HBO, Max, Warner Bros. Pictures y numerosos canales de cable y plataformas digitales que llegan a decenas de millones de hogares estadounidenses.
Según los congresistas, transacciones que involucren inversionistas extranjeros con derechos de gobernanza o acceso a datos sensibles introducen vulnerabilidades que podrían ser aprovechadas por actores estatales.
Las preocupaciones se intensificaron al conocerse que Affinity Partners, el fondo de inversión del yerno del presidente Trump, Jared Kushner, tendría una participación en la estructura accionaria que respaldaría la compra.
Aunque Paramount aseguró en sus presentaciones regulatorias que los fondos del Golfo renunciarían a derechos de voto y a funciones ejecutivas dentro de la empresa resultante, los legisladores mantienen reservas sobre la magnitud del involucramiento financiero de gobiernos que han estado bajo un intenso escrutinio internacional.
¿Qué implica esta controversia para Paramount en plena disputa con Netflix?
La advertencia del Congreso llega en un momento particularmente sensible para Paramount, que días atrás quedó fuera de la selección preliminar del proceso de venta de WBD. La junta directiva optó por avanzar con el acuerdo de Netflix, valuado en US$72 mil millones, lo que llevó a Ellison a recurrir directamente a los accionistas con una oferta hostil de US$30 por acción.
Antes de este giro, Paramount había promovido su cercanía con la administración Trump como una ventaja clave para navegar la revisión regulatoria. Sin embargo, el panorama político se volvió más impredecible cuando Trump criticó a Paramount tras la emisión de una entrevista en 60 Minutes. Aun así, el presidente también expresó reservas sobre la magnitud de la operación con Netflix y reconoció que evaluaría el impacto de cada propuesta en la distribución del mercado.
La revelación del papel de los fondos soberanos del Golfo en la oferta de Paramount complica todavía más su estrategia. Los legisladores demócratas subrayaron que uno de los fondos involucrados es controlado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, a quien se vincula con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, según un informe desclasificado de la inteligencia estadounidense. Esta asociación aumenta el perfil político y regulatorio del caso, reforzando la necesidad de un análisis exhaustivo antes de aprobar cualquier transacción.
¿Cómo puede afectar esta presión política la decisión final de Warner Bros. Discovery?
Aunque Paramount sostiene que su oferta es la más articulada y que aportaría un valor superior a los accionistas de WBD, la preocupación sobre gobernanza y seguridad nacional introduce un factor que podría pesar más que cualquier diferencia financiera. La junta de Warner Bros. ya había manifestado inquietudes sobre el origen y la solidez del financiamiento de Paramount en etapas previas del proceso.
En este contexto, Netflix mantiene la ventaja de contar con una estructura de financiamiento más estable y de no depender de socios estatales con antecedentes diplomáticos sensibles. Sin embargo, su propio acuerdo enfrenta resistencias dentro y fuera de Hollywood debido a su escala y a su potencial impacto en la competencia del mercado.
Las próximas semanas serán decisivas, tanto para la revisión política del caso como para la postura que adopte la junta de Warner Bros. Discovery. La participación de gobiernos extranjeros en una operación que involucra a uno de los conglomerados culturales más influyentes del país podría redefinir el debate sobre quién debe controlar el futuro de los medios estadounidenses.
Con información de LA Times.
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