¿De qué trata ‘Made in Korea’? La nueva serie coreana de Disney+

¿De qué trata ‘Made in Korea’? La nueva serie coreana de Disney+

La producción combina hechos históricos con personajes ficticios

Por Arturo Lopez Gambito el 23 diciembre, 2025

En medio del crecimiento sostenido del cine y la televisión coreana en plataformas globales, Disney+ apuesta por uno de sus proyectos más ambiciosos del año con ‘Made in Korea’, una serie de drama político ambientada en los años setenta que combina hechos históricos con personajes ficticios. Protagonizada por Hyun Bin y Jung Woo-sung, y dirigida por Woo Min-ho, la producción se perfila como una de las apuestas coreanas más relevantes de la plataforma para el cierre de 2025.

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Su estreno está programado para el 24 de diciembre en Disney+, con disponibilidad en Hulu para E.U., y ya cuenta con una segunda temporada en producción. Lejos de tratarse de un melodrama convencional, la serie se inscribe en la tradición del thriller político coreano, con un enfoque frontal sobre corrupción, poder y ambición en una de las etapas más turbulentas de la historia moderna de Corea del Sur.

¿Cuál es la historia de ‘Made in Korea’?

Ambientada en la Corea del Sur de la década de 1970, ‘Made in Korea’ sigue el enfrentamiento entre dos hombres que encarnan visiones opuestas del poder y la justicia. Por un lado está Baek Ki-tae, interpretado por Hyun Bin, un agente de alto rango de la Agencia Central de Inteligencia de Corea (KCIA) que lleva una doble vida: funcionario disciplinado de día y operador de redes de contrabando y negocios ilícitos de noche. Su objetivo es acumular poder e influencia dentro de un sistema marcado por la corrupción estructural.

Elenco de 'Made in Korea'. Imagen: Disney Plus (vía L'Officiel Singapore)
Elenco de ‘Made in Korea’. Imagen: Disney Plus (vía L’Officiel Singapore)

En el extremo opuesto se encuentra Jang Geon-young, papel de Jung Woo-sung, un fiscal conocido por su carácter inflexible y su empeño en exponer los vínculos entre el crimen organizado, las agencias de seguridad y las altas esferas del gobierno. Cuando Geon-young inicia una investigación sobre las operaciones ilegales de Ki-tae, ambos quedan atrapados en una rivalidad cada vez más peligrosa, alimentada por conspiraciones políticas, intereses criminales y conflictos personales.

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La serie evita plantear un choque simplista entre héroe y villano. Su eje está en mostrar cómo la ambición y los principios se deforman cuando operan dentro de un aparato estatal donde las fronteras morales son deliberadamente difusas.

Ficción e historia: una frontera intencionalmente difusa

Uno de los aspectos más comentados de ‘Made in Korea’ es su decisión de entrelazar personajes ficticios con eventos históricos reales sin establecer una distancia clara entre ambos. Jung Woo-sung explicó este enfoque durante la promoción de la serie (vía Huffington Post):

“Por lo general, para una obra como esta, para asegurar que la gente entienda que es ficticia, los personajes se escriben de tal manera que se mantiene una distancia entre ellos y lo que realmente sucedió en la historia”, dijo Jung. “‘Made in Korea’ asume un intento audaz de entrelazar eventos históricos reales, pero también con estos personajes ficticios que se han desarrollado para la historia.”

El objetivo es que la historia no funcione solo como contexto decorativo, sino como una fuerza activa que condiciona las decisiones de los personajes. La década de los setenta, marcada por autoritarismo, tensiones políticas y transformaciones económicas profundas, se presenta como un espejo incómodo de dinámicas que siguen vigentes.

Una serie con ambición cinematográfica

Aunque se trata de una producción televisiva de seis episodios, el equipo creativo ha subrayado que el tratamiento visual y narrativo busca una experiencia cercana al cine. Hyun Bin lo resumió así:

“La primera temporada consta de seis episodios, y cada uno se sentirá como en una película. Esa es la calidad y el esfuerzo que le dedicamos, y creo que el público también lo notará.”

La serie fue producida por Hive Media Corp con un presupuesto aproximado de ₩70 mil millones de wones, destinados a recrear con detalle la Corea de los años setenta, desde vestuario y locaciones hasta secuencias de gran escala. En el caso de Hyun Bin, la preparación para el personaje incluyó una transformación física significativa, al aumentar entre 14 y 15 kilogramos para reflejar la autoridad asociada al poder del KCIA (vía L’Officiel Singapore):

“Quería que la imponente autoridad de la Agencia Central de Inteligencia de Corea, que era la institución de mayor poder, fuera visible en la misma presencia del personaje… Este es el mayor momento en el que he estado en mi carrera como actor.”

Woo Min-ho y su salto a la televisión

Con ‘Made in Korea’, Woo Min-ho traslada al formato televisivo una mirada que ya había definido su filmografía: el análisis del poder, las tensiones internas del Estado y las zonas grises de la política coreana. Tras consolidarse como uno de los directores más reconocidos del thriller político en cine, esta serie representa su primera experiencia en la pantalla chica, pero sin renunciar a una puesta en escena de corte cinematográfico.

Hyun Bin en 'Made in Korea' (imagen: Disney+)
Hyun Bin en ‘Made in Korea’ (imagen: Disney+)

El formato serial le permite desarrollar con mayor amplitud los conflictos morales y las rivalidades que atraviesan la historia, así como profundizar en las consecuencias de las decisiones individuales dentro de un sistema institucional corroído. Aunque la trama se sitúa en la Corea del Sur de los años setenta, el enfoque evita el distanciamiento histórico y apuesta por una lectura que dialoga con inquietudes contemporáneas, haciendo que el pasado funcione como un reflejo incómodo del presente.

Disney+, streaming y la consolidación del drama coreano

El estreno de ‘Made in Korea’ se inscribe en una estrategia más amplia de Disney+ para fortalecer su catálogo de producciones asiáticas con alcance global. En los últimos años, la plataforma ha incrementado de forma sostenida su inversión en contenidos originales de la región Asia-Pacífico, apostando por proyectos que no solo tengan atractivo local, sino también resonancia internacional.

Dentro de ese contexto, el drama coreano se ha convertido en una pieza central de la expansión del streaming, especialmente en mercados fuera de Asia. El interés creciente en América Latina, incluido México, confirma que estas historias dejaron de ser un fenómeno de nicho para ocupar un lugar relevante en el consumo masivo.

‘Made in Korea’, con su enfoque político y su ambición narrativa, refleja una etapa de consolidación en la que las series coreanas ya no buscan adaptarse a modelos occidentales, sino que se presentan con identidad propia y confianza en su capacidad de conectar con audiencias diversas.

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