El debate por el acuerdo preliminar entre Netflix y Warner Bros. Discovery (WBD) siguen creciendo mientras Hollywood intenta descifrar el impacto que tendrá una de las fusiones más grandes en la historia del entretenimiento. Ahora, el director ejecutivo de Disney, Bob Iger, se sumó a la conversación con una serie de observaciones que abren una nueva línea de preocupación: los efectos que la operación podría tener sobre los consumidores, la comunidad creativa y el ecosistema global del cine.
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Aunque Disney no ha tomado una postura formal sobre el tema, sus comentarios reflejan la inquietud con la que la industria observa el ascenso de Netflix hacia el control de un estudio histórico como Warner Bros., acompañado de HBO Max, Warner Bros. Games y una de las bibliotecas más influyentes del sector.
¿Por qué Iger advierte posibles efectos negativos para los consumidores?
Durante una entrevista en CNBC, Iger explicó cómo interpretaría este acuerdo si estuviera en el lugar de un regulador. Su principal señalamiento giró en torno al poder que una compañía podría adquirir en el mercado del streaming al combinar los catálogos y suscriptores de Netflix con los de HBO Max. Desde esa perspectiva, indicó que un regulador tendría que analizar si la empresa resultante podría obtener una posición de fuerza para fijar precios de manera desfavorable, dado que su dominio del mercado se ampliaría de forma considerable.
Además, Iger destacó que el análisis no puede limitarse a los consumidores. Para él, sería necesario evaluar el impacto en la comunidad creativa y en la estructura misma de la industria, especialmente en la cadena de exhibición cinematográfica.
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Los cines, que operan con márgenes estrechos y dependen de una oferta amplia y constante de estrenos, podrían enfrentar un escenario más complejo si una sola plataforma regula qué se produce, qué se distribuye y bajo qué ventanas. Recordó que Disney ha impulsado esa industria con numerosos estrenos de alto rendimiento, y que la salud de la exhibición es parte esencial del ecosistema mediático global.
En cuanto a la relación directa con Netflix, Iger evitó una afirmación categórica sobre si la compra convertiría a la plataforma en un competidor más serio para Disney. Prefirió mantener la cautela, aunque la dimensión de su análisis deja claro que la competencia se transformaría de manera significativa si el acuerdo termina concretándose.
¿Qué representa esta operación para el equilibrio de la industria?
El comentario del CEO de Disney se suma a una creciente lista de advertencias provenientes de reguladores, analistas y figuras de la industria. Legisladores de ambos partidos ya han planteado preocupaciones, mientras que varios grupos creativos expresaron inquietudes sobre la concentración de poder en una sola empresa.
Al mismo tiempo, la operación enfrenta resistencia dentro de Hollywood, donde algunos actores y directores han señalado el historial de Netflix respecto a las ventanas teatrales y su tendencia a privilegiar el estreno en streaming.
Netflix, por su parte, ha asegurado que mantendrá compromisos de exhibición y que respetará la operación actual de Warner Bros., al menos en el corto plazo.
La compañía ha reiterado que su intención es “construir sobre las fortalezas existentes” de los estudios y preservar puestos de trabajo, aunque también anticipó ahorros millonarios en costos a partir del tercer año del acuerdo, algo que la industria suele interpretar como un indicador de reestructuración.
Mientras tanto, la oferta hostil de Paramount Skydance, con un valor superior y una propuesta que abarca toda la compañía, continúa presionando a WBD para considerar otras alternativas. Sin embargo, la presencia de financiamiento proveniente de fondos soberanos del Golfo ha generado nuevas discusiones políticas, especialmente en torno a la seguridad nacional y la posibilidad de influencia extranjera sobre medios como CNN y HBO.
¿Cómo influye Donald Trump en la revisión del acuerdo?
A diferencia de fusiones anteriores, este proceso está marcado por una intervención política poco habitual. Durante los Kennedy Center Honors, el presidente Donald Trump afirmó que “estará involucrado” en la revisión del acuerdo entre Netflix y WBD. Sus declaraciones se produjeron después de que Ted Sarandos visitara la Casa Blanca para explicar que la operación no provocaría una concentración excesiva en el mercado del streaming.
Aunque Trump elogió personalmente al ejecutivo de Netflix, también advirtió que la escala que alcanzaría la empresa combinada “podría ser un problema”, dejando claro que la Casa Blanca no observa el acuerdo como un trámite automático. Ese matiz ha introducido incertidumbre adicional en un escenario ya condicionado por la competencia entre Netflix y Paramount.
La influencia de Trump no solo surge del rol del Ejecutivo en las revisiones antimonopolio, sino también de sus vínculos previos con figuras relevantes del proceso, como la familia Ellison.
Aun así, la respuesta del presidente ha sido cambiante: ha criticado decisiones editoriales de Paramount, ha mostrado reservas sobre la magnitud del acuerdo de Netflix y ha dicho que aún no toma partido. Su postura final podría inclinar decisivamente el rumbo de un proceso que, por ahora, continúa siendo una batalla abierta en los frentes empresarial, regulatorio y político.
Con información de Variety.
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