La cantante Billie Eilish, una de las artistas más influyentes de su generación, volvió a demostrar que su compromiso social va más allá de la música. Durante la ceremonia de los Innovator Awards del Wall Street Journal, celebrada en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la intérprete de “Bad Guy” habló frente a un público lleno de empresarios y figuras del entretenimiento, y aprovechó su discurso para lanzar una crítica directa a la desigualdad económica y hacer un llamado a los multimillonarios a compartir su riqueza con quienes más lo necesitan.
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¿Qué dijo Billie Eilish durante su discurso en el MoMA?
El evento, realizado el 29 de octubre, reunió a celebridades y magnates como Mark Zuckerberg, George Lucas, Hailey Bieber y Karlie Kloss. Al subir al escenario para recibir el premio a la Innovación, Eilish decidió apartarse de los agradecimientos convencionales y usar el momento para señalar la brecha entre ricos y pobres. “Estamos viviendo un momento muy difícil y oscuro, y la gente necesita ayuda más que nunca. Si tienes dinero, les recomiendo que lo usen para buenas causa, tal vez par ayudar a quienes lo necesitan”, dijo la artista.
Eilish no dudó en dirigirse a los presentes con un tono más frontal: “Los quiero a todos, pero hay algunos aquí que tienen mucho más dinero que yo. Si son multimillonarios, ¿por qué lo son? Sin ánimo de ofender, pero sí, regalen su dinero”. De acuerdo con la revista People (vía El País), el comentario generó risas nerviosas y un aplauso moderado, aunque uno de los asistentes (Mark Zuckerberg) habría permanecido serio y sin reaccionar.
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Su mensaje, breve pero contundente, se enmarcó en un momento de creciente debate sobre la acumulación de riqueza en manos de unos pocos. Al poner el tema sobre la mesa frente a algunos de los individuos más ricos del planeta, la artista dejó claro que su fama no la ha alejado de las problemáticas sociales que preocupan a gran parte de su generación.
Una donación millonaria para causas sociales y ambientales
Antes de su discurso, el comediante Stephen Colbert, maestro de ceremonias del evento, reveló que la intérprete destinará 11.5 millones de dólares —recaudados durante su gira Hit Me Hard and Soft— a iniciativas que promueven la equidad alimentaria, la justicia climática y la reducción de la contaminación por carbono. “¡Es maravilloso! Billie, en nombre de toda la humanidad, gracias”, expresó Colbert al anunciar la noticia.
Este gesto refuerza una línea de acción que Eilish ha mantenido desde los inicios de su carrera. En sus giras y proyectos personales, ha impulsado prácticas sostenibles, desde el uso de confeti biodegradable hasta la producción de mercancía con algodón reciclado. También ha colaborado con fundaciones dedicadas a disminuir el uso de plásticos y a fomentar la conciencia ecológica entre los jóvenes.
En una entrevista reciente con el Wall Street Journal, la cantante explicó que su interés por la sostenibilidad no es solo un discurso, sino una práctica que busca contagiar a otras figuras del entretenimiento. “Se puede hacer prácticamente lo mismo con materiales sostenibles, pero la gente no lo hace. Lo principal que he aprendido trabajando con tantas empresas y creando mi propia mercancía y perfume es que cualquiera puede hacerlo. Simplemente, la mayoría no lo hace”, comentó.
Un ejemplo de activismo en la industria musical
A diferencia de otros artistas que evitan temas políticos o sociales, Billie Eilish ha hecho de la conciencia ambiental y la equidad económica parte de su identidad pública. Además de su donación y su llamado a los millonarios, ha participado en eventos de organizaciones como NAT, enfocadas en reforestación y educación climática. Su presencia en ese tipo de espacios demuestra que su influencia se extiende más allá del escenario.
Con apenas 23 años, la cantante —que acumula nueve premios Grammy y más de 90 millones de oyentes mensuales en Spotify— continúa usando su plataforma para promover un mensaje de responsabilidad colectiva. Su discurso en el MoMA no solo resonó por lo inusual de su tono frente a una audiencia de multimillonarios, sino porque reflejó una postura coherente con su forma de vivir y de trabajar.
Eilish, sin renunciar a su éxito ni a su estilo provocador, dejó claro que el poder cultural también puede ser una herramienta para cuestionar los privilegios. Y aunque su petición de “regalen su dinero” sonó incómoda para algunos, fue, al mismo tiempo, un recordatorio simple y directo: la empatía sigue siendo la forma más poderosa de innovación.
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