A sus 76 años, Sigourney Weaver vuelve a Pandora con ‘Avatar: Fuego y ceniza’, la tercera entrega de la saga dirigida por James Cameron, pero su conversación alrededor de la película va más allá de la ciencia ficción y los efectos visuales. En una entrevista reciente con Cinemanía, la actriz habló abiertamente sobre espiritualidad, destino y creencias personales, trazando un puente entre su propia visión del mundo y el universo de ‘Avatar’.
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Sin definirse como una persona religiosa en sentido estricto, Weaver explicó cómo su experiencia vital y su trabajo en la saga han reforzado una percepción de lo sagrado que no pasa necesariamente por dogmas, sino por una conexión más amplia con el universo.
¿Cómo entiende Sigourney Weaver la religión y la espiritualidad?
Al reflexionar sobre el destino y las decisiones que marcan una vida, Sigourney Weaver planteó que existen experiencias difíciles de explicar desde una lógica estrictamente racional. Para la actriz, hay momentos y elecciones que solo cobran sentido al mirarlos en retrospectiva, como si respondieran a fuerzas que escapan a lo evidente. En ese contexto, afirmó: “Siento que hay mucho más ahí fuera de lo que percibimos”.

Weaver explicó que su postura frente a la religión no se construyó desde una educación profundamente religiosa, sino desde una infancia marcada por cierta inseguridad emocional. Esa etapa temprana, según relató, la llevó a imaginar la existencia de figuras protectoras, como ángeles guardianes, capaces de cuidar a las personas frente a un mundo que no siempre ofrece certezas. A partir de esa experiencia, desarrolló una sensibilidad espiritual.
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Lejos de presentarlo como una verdad absoluta, la actriz habló de estas ideas como intuiciones personales. En sus propias palabras, dijo que “siento una conexión con lo divino y con el universo”, una percepción que, para ella, convive con la duda y la reflexión constante, más que con la fe institucionalizada.
Kiri, Eywa y el eco espiritual de ‘Avatar: Fuego y ceniza’
En ‘Avatar: Fuego y ceniza’, Sigourney Weaver retoma el papel de Kiri, la na’vi adolescente que fue introducida en ‘Avatar: El camino del agua’. El personaje, profundamente vinculado a Eywa (la fuerza que conecta toda la vida en Pandora), se ha convertido en uno de los ejes espirituales de la saga. Para Weaver, interpretar a Kiri implica explorar una sensibilidad distinta, propia de la adolescencia, donde las emociones se viven con intensidad extrema y sin filtros.
La actriz señaló que esa etapa de la vida se caracteriza por una sucesión constante de alegría, miedo, tristeza y esperanza, todas amplificadas. Aunque han pasado décadas desde su propia adolescencia, Weaver afirmó sentirse todavía cercana a esa persona que experimentaba el mundo con intensidad, lo que le permite conectar con Kiri de una forma honesta. En ‘Fuego y ceniza’, el personaje atraviesa situaciones que no comprende del todo y que no sabe cómo controlar, colocándola en un punto de transición crucial.
Esa búsqueda personal de Kiri se entrelaza con la dimensión espiritual de Pandora. Weaver sugirió que la idea de Eywa puede leerse como una representación de una energía femenina benevolente, presente pero no necesariamente intervencionista. Una fuerza que observa, acompaña y conecta, sin imponer. Aunque reconoció que esta visión podría parecer ingenua o incluso excéntrica, la actriz defendió la belleza de pensar en lo sagrado desde una perspectiva abierta y no dogmática.
Mujeres, fe y crecimiento en el universo de ‘Avatar’
Otro de los temas que Weaver abordó fue el papel de las mujeres dentro de la saga ‘Avatar’. A lo largo de las películas, los personajes femeninos se presentan como figuras fuertes y decisivas, pero Kiri todavía se encuentra en un proceso de formación. En ‘Avatar: Fuego y ceniza’, ese tránsito se vuelve más evidente, al enfrentar situaciones que la obligan a cuestionarse quién es y cuál podría ser su propósito.

Weaver consideró que el personaje se sitúa en un umbral de cambio, sin respuestas claras y con múltiples preguntas abiertas. Esa incertidumbre, lejos de ser una debilidad, forma parte de su crecimiento. Algunas de esas respuestas, sugirió, podrían comenzar a revelarse en esta nueva película, mientras que otras quedarían pendientes para entregas futuras de la saga.
En ese sentido, la reflexión espiritual de Weaver no se limita a su experiencia personal, sino que dialoga con los temas centrales de ‘Avatar’: la conexión entre los seres vivos, el respeto por la naturaleza y la búsqueda de sentido en un universo complejo. ‘Avatar: Fuego y ceniza’ amplía ese enfoque al mostrar un mundo en conflicto, donde lo sagrado no es una doctrina, sino una relación viva entre los personajes y su entorno.
Así, el regreso de Sigourney Weaver a Pandora no solo reafirma su peso dentro de una de las franquicias más exitosas del cine, sino que también ofrece una mirada íntima sobre cómo la ficción puede convertirse en un espacio para reflexionar sobre la fe, la espiritualidad y aquello que, aun sin nombre, muchas personas sienten como parte fundamental de su experiencia humana.
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