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por Jacobo Antúnez

La saga ‘Jurassic World’ nos ha enseñado que la fuerza no siempre está ligada al tamaño. En sus tres películas vemos reptiles gigantescos, carnívoros con trucos de camuflaje y herbívoros que parecen tanques vivientes. Algunos cazan solos, otros confían en la manada, y casi todos han protagonizado duelos que dejaron boquiabiertos a los espectadores. Con tantas bestias rugiendo en pantalla, resulta inevitable preguntarse qué depredador se lleva la corona. Para responderlo revisamos escenas clave, choques directos y la manera en que cada criatura supera los obstáculos que le pone la historia. No fue cuestión de medir cada diente ni de calcular la presión exacta de su mordida; bastó con observar hechos claros: ¿derriba rivales mayores?, ¿sobrevive a disparos?, ¿sale victorioso de un ataque múltiple? También cuenta la astucia: un animal que usa la selva para tender emboscadas puede resultar más peligroso que otro dos veces más grande pero torpe. El reparto de monstruos es amplio. El rey clásico, el Tyrannosaurus rex, todavía impone respeto con sus rugidos, pero los nuevos híbridos llegaron para sacudir las reglas del juego. Uno puede ocultarse entre los árboles como un fantasma; otro resiste metralla como si fuera lluvia; y hay un gigante marino que convierte a un gran tiburón en un simple aperitivo. Además, la entrega más reciente presentó una criatura con extremidades extra y movimientos casi simiescos que promete cambiar la jerarquía establecida. El resultado es un ranking que sorprenderá a más de uno. Algunos favoritos quedan fuera del podio, mientras que otros ganan terreno gracias a ingenio puro o a un momento heroico (o terrorífico) en pantalla.