
por Jacobo Antúnez
La historia de Wonder Woman no es solo la de una heroína; es también la evolución de un símbolo que ha acompañado casi todas las etapas del cómic estadounidense. Desde su primera aparición en 1941, la Mujer Maravilla ha sido reformulada en múltiples ocasiones, adaptándose a nuevas generaciones, cambios editoriales y momentos históricos específicos. Lo que empezó como un personaje con raíces claras en la mitología griega, nacido del barro y bendecido por los dioses, ha sido reinterpretado una y otra vez. En algunos periodos, fue una guerrera divina; en otros, una figura humana entrenada sin poderes. Incluso su origen familiar ha sido reescrito: de hija de Hipólita a hija de Zeus, de creación mágica a semidiosa con linaje oculto. Sin embargo, en todos los casos, su propósito ha sido constante: luchar por la verdad, la justicia y la paz. A lo largo de las décadas, Diana de Themyscira ha sido un ícono feminista, un personaje de aventuras y una figura central dentro del universo de DC Comics. Cada etapa de su historia ha dejado huella, desde su época como Diana Prince sin poderes en los años 70 hasta los grandes eventos que redefinieron su existencia, como ‘Crisis on Infinite Earths’, ‘The New 52’, ‘Rebirth’ y ‘Death Metal’. No es coincidencia que haya sido pieza clave en la reconstrucción del multiverso: Wonder Woman representa tanto el pasado como el futuro de DC. Esta cronología recoge los diez momentos más importantes en el desarrollo del personaje en los cómics. No es una lista de popularidad ni una selección superficial, sino una línea del tiempo concreta que marca los cambios editoriales, conceptuales y narrativos que han dado forma a la Mujer Maravilla a lo largo de más de 80 años. Desde sus orígenes más clásicos hasta su papel en el omniverso actual, cada etapa revela algo esencial sobre lo que representa Diana.