
por Jacobo Antúnez
Desde que se confirmó que James Gunn dirigiría una nueva versión de Superman, los fans comenzaron a preguntarse qué tan distinto sería este enfoque respecto al que vimos en el universo de Zack Snyder. La duda es válida: durante más de una década, Henry Cavill representó al Hombre de Acero en el DCEU con un tono serio, reflexivo y marcado por la tragedia. Gunn, en cambio, ha prometido una versión renovada que se alinea más con los valores clásicos del personaje y con una visión distinta del universo cinematográfico. El proyecto no es un reboot de origen, pero sí un reinicio tonal. Gunn comenzará con un Clark Kent ya consolidado en el Daily Planet, en una historia que no pretende repetir lo ya contado, sino ofrecer una mirada más esperanzadora y accesible. El actor David Corenswet, elegido como el nuevo Superman, representa ese cambio desde la imagen misma: un rostro más joven, un traje más colorido y una expresión más cercana al optimismo que al conflicto existencial. No se trata solo del diseño visual. El cambio también afecta a la narrativa, los temas, los personajes secundarios, los antagonistas y la posición del héroe dentro del universo compartido. Mientras Snyder construyó a Superman como una figura divina, aislada y casi trágica, Gunn lo retratará como alguien que busca equilibrio entre sus raíces kryptonianas y su crianza humana. El propio título de la película —simplemente ‘Superman’— marca esa intención de volver a lo esencial. Otro punto clave es el entorno. A diferencia del DCEU, donde Superman era el centro y detonador de todo, aquí será parte de un universo en el que otros héroes ya existen y tienen sus propias trayectorias. Esto no lo hace menos importante, pero sí lo coloca en una dinámica más coral y flexible. A continuación, presentamos las diez diferencias más notorias entre ambas versiones, desde su filosofía hasta su vestimenta.