Pinocho: cambios importantes que la película de Guillermo del Toro hace a la historia original

Pinocho es la marioneta animada por excelencia en el cine, un medio al que han llegado diferentes adaptaciones con el paso del tiempo. La historia original, una obra literaria del italiano Carlo Collodi , ha permitido a numerosos directores y guionistas abrazar este relato para hacerlo suyo sin perder algunos de los elementos que le permiten ser fácilmente reconocido por todo el mundo. Con cada mente a cargo de la historia es que hemos obtenido diferentes versiones que proporcionan algo que siempre la vuelve a hacer novedosa.

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Aunque algunas son más famosas que otras, y han ganado relevancia a su manera, para una gran parte de la audiencia es muy conocida esa versión animada de un gran estudio que no aprovechó ese lado más oscuro de la historia y que por ende tampoco supo aprovechar. Pinocho de Guillermo del Toro - 96% hace justamente lo que no hicieron otras adaptaciones, y se mete de lleno en un escenario bastante adulto y trágico para contarnos sobre el hombre que perdió a su hijo y soñó con recuperarlo, para luego encontrar que el muñeco de madera que había construido para “reemplazarlo” cobró vida propia.

El director Guillermo del Toro ya comentó sobre lo que diferencia su película de otras producciones: en sus palabras, esta ha sido retratada muchas veces como una historia sobre la obediencia, pero la que él hizo en realidad trata sobre la desobediencia. En una conferencia de prensa compartida por Collider, declaró que el primer paso hacia la conciencia y el alma es la desobediencia; por eso tenía mucho sentido tomar ese enfoque para narrar la historia de Pinocho. Sin embargo también mencionó que su película es sobre la paternidad, otro elemento que está muy presente en la cinta, con una sensibilidad única que se siente nueva a pesar de todas las veces que se ha contado lo mismo.

Pero en cuanto a la historia ¿qué otros cambios hizo el cineasta? Claramente la historia es diferente a lo que uno recuerda debido a que la visión de Del Toro presenta algo distinto, y es muy notorio ya que se involucra mucho no solo en la paternidad o la desobediencia, sino en el fascismo y demás situaciones de la época. El escenario es otro, la magia es diferente y, por supuesto, la técnica de animación no es la misma que se ha usado en otras versiones. De eso es justamente lo que les contaremos a continuación:

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La magia es más aterrizada, pero no menos “fantástica”

El autor Carlo Collodi creó un mundo fantástico donde existen todo tipo de criaturas mágicas. Pinocho es el resultado de la magia cuando Geppetto encuentra un trozo de madera consciente que llora de dolor mientras intenta tallarlo. Y eso es apenas una parte, ya que también hay animales fantásticos como un grillo que habla, un hada, hechizos para cambiar de forma, entre otras cosas. En cambio, lo de Guillermo del Toro está mucho más apegado a la realidad, manteniendo sólo aquellas cosas que están estrechamente relacionadas con la marioneta como el grillo, el hada con cabello turquesa y la Muerte.

De la obediencia a la desobediencia como protagonista

La película de Del Toro hace lo contrario a la historia original en este aspecto. El relato de Collodi es visto como uno que trata de dirigirse a los niños diciéndoles que siempre deben comportarse y hacer caso a sus padres en todo lo que dicen, pero la cinta de Netflix, con la interpretación e intención del cineasta mexicano, toma un camino diferente al presentar a Pinocho como una figura rebelde que lucha contra lo que la sociedad le impone, que de paso es una injusticia tras otra. En una entrevista con Variety, el director afirmó que “obedecer ciegamente no es una virtud” y contó que el protagonista vive en un mundo en el que todos actúan como una marioneta pero él no, además que logra que su historia se sienta muy humana y además con una gran moraleja, a pesar de que tiene como foco a la desobediencia.

En Italia, pero más enfocada en la guerra y el fascismo

Una diferencia muy grande es que gran parte de la historia se centra en la guerra e incluso lleva a Pinocho a unirse a las filas del ejército, donde podemos ver cómo las autoridades tratan a los jóvenes en el período de Benito Mussolini. Él también aparece por un momento, donde la marioneta hace su presentación burlándose de él, y también vemos cómo es reclutado por el hecho de que no puede morir, lo que para ellos constituye al soldado perfecto. Sin duda es una parte muy oscura dentro del relato, pero también distinta.

El grillo que habla

Cuando se trata de este personaje, que en la obra de Collodi es conocido como “el grillo que habla”, el más recordado es Pepe Grillo, el de la versión clásica animada de Disney. En este caso tenemos a la voz de Ewan McGregor, aunque el personaje acá recibe el nombre de Stephen J. Cricket. Sin embargo, hay muchas diferencias en este aspecto: en la obra aparece en una escena donde regaña a Pinocho y muere como resultado. El personaje regresa como un fantasma, algo que no sucede en otras versiones y en esta tampoco. Lo que sí es bastante entretenido de ver puesto que el grillo aspira a publicar un libro y mientras cuenta la historia de Pinocho podemos verlo en el proceso. En este caso no muere tan repentinamente como en el original.

El aspecto de Pinocho

Otras adaptaciones le dan un aspecto mucho más infantil y de niño de carne y hueso al personaje principal, pero en esta producción se apuesta por hacer que parezca de madera, e incluso se ve un poco más grandecito. El acabado final de Pinocho luce como algo que aún no se ha terminado, como si se tratara de una referencia al muñeco de madera que Gepetto empezó a construir mientras estaba borracho, lo cual tiene mucho sentido ya que la magia únicamente hizo que este cobre vida, no necesariamente cambiando la forma en que se ve o el estado en el que se había quedado mientras el hombre estaba trabajando en él. Este es otro de los cambios que hace la película, que además de mantenerse fiel a la visión de su director permite añadir más realismo a la historia.

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