RESEÑA | La Civil: navegando la frontera entre la justicia y la venganza

“Quiero matar o morir”, es la frase que llevó a la directora Teodora Mihai a realizar La Civil - 94%. La escuchó de Miriam Rodríguez, una mujer tamaulipeca que buscaba dar con los responsables del asesinato de su hija y lo logró para años después morir a manos de los mismos convictos que ella llevó a prisión tras la fuga en un penal. La brutalidad de tal aseveración e historia es lo que mejor podemos observar en el estudio de personajes que acabó siendo el filme que ganó el Premio a la Valentía en Cannes 2021.

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En La Civil, Cielo (Arcelia Ramírez) es una ama de casa que se divorció de su esposo y está a cargo de su hija. Cuando ella es secuestrada por un grupo del crimen organizado, y el pago que hace para su rescate no se respeta, se ve obligada a investigar por sí misma, y buscar turbias alianzas, para dar con los responsables de su desaparición.

Si bien el cine mexicano en la última década ha puesto atención en explorar el trágico tema de las desapariciones forzadas, y desde diversos enfoques, a causa de la gran cantidad de historias que hay día a día, La Civil - 94% destaca por prestar atención a la forma en la que este tipo de violencia transforma al individuo, y por retratar con cuidado la complejidad de la corrupción en el país.

Si Sin Señas Particulares - 100% nos pone en un viaje por la negligencia y abandono del sector público, privado y social ante la búsqueda de su protagonista, y el terrible destino que espera al final del camino, La Civil nos lleva a deambular por los límites entre la necesidad de justicia y la venganza que sufre el personaje ante la imperante complicidad y corrupción que le permitió perder a su ser querido.

Cuando Cielo se une a un escuadrón militar que acepta su colaboración para sus operaciones de seguridad, el personaje nota la brutalidad del ejército y su arbitrariedad. Pero lo más cruel aparece casi en el tercer acto cuando descubre quién fue la pieza clave para el secuestro de su hija y, ante la posibilidad de desquitarse, empieza a notar que su dolor se ha convertido en odio y esto arriesga, en últimas instancias, su propia identidad y la convierte en perpetradora de los terrores que ha padecido.

Si bien hay momentos explícitos de violencia en la película, la cineasta sabe utilizarlos con un claro propósito y no como espectáculo. Este uso radica en la construcción de un mundo peligroso, en una escena en la morgue en la que la protagonista va a identificar un par de cabezas para ver si pertenecen a su hija, por ejemplo; y en el establecer a esa misma violencia como el único recurso, aunque no libre de consecuencia, en una tierra sin ley para dar con la verdad. Esto último en dos escenas de tortura.

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El guion de La Civil - 94% fue también escrito por Mihai y es este enfoque de estudio de personaje desde el que, a nivel del guion, se fundamenta la cercanía que la historia consigue entre el público y su protagonista. En la dirección, esa urgencia de la realizadora por construir un puente entre Cielo y la audiencia se traduce en un seguimiento a través de acercamientos a su rostro y tomas por encima de sus hombros que encadenan la perspectiva del público a la de ella. Esto mientras Ramírez deja ver, poco a poco, el peso que tiene sobre ella cargar sola con su misión.

En las escenas en las que Cielo confronta a los responsables, la ira y desesperación que la actriz conjura a escena resultan devastadoras. Una mención especial debe llevarse también Juan Daniel Garcia Treviño (Ya no estoy aquí - 100%), quien construye un antagonista que es temible por impredecible, pero no por ello vacío de matices ni de una sola dimensión. Esto incluso pese a lo poco que el libreto revela sobre su papel.

Pero quizá el mejor elemento narrativo que a película emplea para tratar de hacer comprender al público lo insoportable de tener a un ser querido desaparecido es el final. No vamos a revelar sorpresas, pero que lo abrupto del desenlace no se tome como una falla en la construcción del guión, sino como una decisión muy consciente de que, como seres humanos, necesitamos cierres y conclusiones para dar sentido a nuestra existencia y en la falta de ellos existe un particular daño psicológico que no se olvida fácil.

La Civil - 94% ya se encuentra en cines y si desean conocer más sobre las mujeres mexicanas que arriesgan, a veces pierden, y dedican sus vidas a encontrar a personas desaparecidas, también pueden ver los documentales Las tres muertes de Marisela Escobedo - 100% en Netflix y Te nombré en el silencio - 100%, la cual también se encuentra ya en cines.

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