RESEÑA | Moon Knight: una aventura eclipsada por el ritmo

Luego de cerrar su primera gran saga con Avengers: Endgame - 95%, el siguiente reto de la franquicia de Marvel era presentar a una nueva serie de personajes que la llevaran al siguiente capítulo. Ese reto ha sido librado más o menos con éxito. En la televisión, el estudio se ha enfrentado a problemas de ritmo irregular y, sorprendentemente, poca profundidad. Con Moon Knight, parece que hay apenas una pequeña mejora en lo segundo, pero en lo primero tenemos algunas dudas.

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Creada por Jeremy Slater, Moon Knight es la historia de Steven Grant (Oscar Isaac), el empleado de un museo que siente pasión por la mitología egipcia. Luego de una serie de extraños sucesos, que él racionaliza como sueños muy vívidos, descubre que una parte de sí mismo opera sin que él esté consciente de ello: tiene otra personalidad que durante las noches pelea contra el crimen. El peligro acecha cuando se ve perseguido por una secta con habilidades sobrenaturales.

Si eso no les dice mucho sobre la serie es porque los primeros cuatro episodios se cuentan desde la perspectiva de Grant. Esto quiere decir que los hechos del relato se revelan a la par que el público, y el protagonista, se ven arrojados en escenas de acción. Esta estructura se agradece, pues aleja a la historia de las ya cansadas historias de origen tradicionales, y aquí presenta un misterio cautivador. Por un lado, esto ayuda a una mayor fluidez de la trama, aunque no necesariamente se traduce en un ritmo eficaz.

¿Por qué? Nosotros pudimos ver los primeros cuatro episodios de Moon Knight de corrido, pero el público lo hará semanalmente sólo a razón de que Disney Plus quiere mantenerlos pagando por mes y medio. Esto afectará el ritmo del show a los ojos del público. Una serie siempre debe ser capaz de contar una historia a lo largo de sus episodios, pero también con cada uno de ellos y no siempre lo consigue.

Sin ánimo de revelar sus sorpresas, el final del primer episodio se siente como una invitación a conocer más de Grant y lo que le está ocurriendo a su mente, para la culminación del cuarto se siente más bien como un pretexto para alargar la trama. Ya podrán juzgarlo ustedes mismos. A diferencia de WandaVision - 95% y What If...? - 84% esta historia no tiene una naturaleza episódica que dé forma más redonda a cada entrega. Hay una razón por la que "desenlace" se usa para expresar el fin de una historia. Al retener información de uno hasta el principio del siguiente, jamás existe esa conclusión. El relato no se siente como una serie sino como la narración pausada de una historia.

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Lo bueno de este show de Marvel, y lo que la separa de Loki - 96% o Falcon y el Soldado del Invierno - 97%, es que Moon Knight pone más cuidado en la construcción de su personaje y que Isaac (Balada de un Hombre Común - 94%, Ex Machina - 93%, El Año Más Violento - 89%, El contador de cartas - 93%) sí tiene con qué jugar para revelar sus matices. Verlo pasar del más ñoño Steven al temerario Marc Spector es un goce y por mucho la dinámica más llamativa de la producción. El guion no solo saca mucha comedia del vaivén entre las personalidades, sino que también explora el drama de sus visiones opuestas sobre el uso de la violencia y el sentido del deber.

El aspecto técnico es otro que palidece por lo menos en lo que se refiere a las escenas de acción, las cuales se ven como cualquier otra a excepción de una persecución por ahí del episodio tres. El diseño de producción, así como la fotografía, son lo que sostiene el sentido de la aventura y misticismo. No tanto por sus guiños al Egipto antiguo sino por los que apuntan al fragmentado estado mental del personaje y su dualidad.

Moon Knight - 87% es otra prueba de que la combinación de un actor capaz con un personaje aventurero y cómico sigue siendo la fórmula del éxito de Marvel. Queda por descubrir si las sorpresas de la trama, y la forma de reconciliar los polos del protagonista, podrán ayudarle a dejar de lado las carencias narrativas o si, como ha sucedido con otros de sus shows, quedan eclipsadas por un ritmo desigual. La serie se estrena este 30 de marzo en Disney+ y consiste de seis episodios en total.

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