RESEÑA | La Casa Gucci: Historia italiana (muy) X

Cuando hablamos de una marca tan poderosa como Gucci, podríamos decir que siempre está presente y todos la conocemos. Pocas veces nos detenemos a pensar en todo lo que hay detrás de la empresa y sus propietarios. Gucci fue dirigida hasta 1993 por un heredero de la familia, y a partir del 94 hasta hoy, la firma sería dirigida por empresarios externos. En la década de los años 80, la familia italiana fue el centro de atención de los medios de comunicación, y no precisamente por sus diseños o innovaciones – que en ese momento ya les hacía falta hacer resurgir la marca –, sino por los escándalos y pleitos legales que envolvieron a quienes hasta entonces eran dueños de algún porcentaje de las acciones. La casa Gucci - 73%, nueva película de Ridley Scott, comienza a narrar su historia justo en este momento.

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Protagonizada por Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino, Jeremy Irons y Jared Leto, la cinta comienza desde el momento en el que Patritzia Reggiani (Gaga) conoce a Maurizio Gucci (Driver). Lo que parece ser amor a primera vista, comienza a tornarse un tanto conflictivo por los intereses económicos y la poca capacidad para liderar la compañía por parte del nieto de Guccio Gucci, lo que, además, desata fuertes controversias entre los que aún cargan con ese apellido.

El personaje de Patrizia, la verdadera protagonista de la historia, es una mujer que conoce perfectamente el poder de su belleza y le encanta ser admirada por los caballeros; algo que queda claro desde su primera aparición en escena. Cuando se encuentra con Maurizio, sus encantos no tienen un impacto inmediato, sobre todo porque el joven estudiante de leyes es demasiado tímido como para tomar la iniciativa. Poco a poco Patrizia encuentra la manera de seducir a Maurizio. Desde el momento en el que el personaje de Driver cae rendido a los pies de la hija del dueño de una compañía de transporte, la familia Gucci comienza a romperse, principalmente por el temor de Rodolfo (Jeremy Irons) ante la posibilidad de que esta encantadora mujer sea una cazafortunas. La cinta pretende ser un drama sobre el jet-set italiano, pero tiene varias fallas en su ejecución, también deja mucho que desear como película de suspenso o crimen, sobre todo porque la habían promocionado así.

A decir verdad, cada detalle que se da parece extraído de un documental sobre la decadencia de la familia del fundador, pero se profundiza poco en los tejes manejes del asesinato de Maurizio. Hay tantas oportunidades y tanto tiempo a lo largo de la cinta para explorar la tragedia, que cuando no sucede, en algún punto se siente un vacío.

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La adaptación cinematográfica de The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed, un texto publicado por Sara Gay Forden en el año 2000, tiene un gran punto a su favor, y es la selección de su elenco. Cada personaje transmite emociones variadas, irá, fragilidad, oscuridad, todos tienen un momento en el que se encuentran en la cima, y después el espectador es testigo de su decadencia. Lady Gaga deja claro que ella llegó al cine para quedarse gracias a sus diferentes registros, como lo demostró en Nace Una Estrella - 92%.

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La primera mitad de La casa Gucci - 73% tiene en el centro a Patrizia, y el espectador se queda con la idea que esta es la historia de ella y su paso por esta familia, hasta el momento en el que desaparece de escena. Pero a pesar de sus grandes aciertos con los personajes, no todos funcionan en solitario, y es como si necesitáramos verlos juntos para que las secuencias tengan fuerza.

Por ejemplo, en Historia de un Matrimonio - 98%, aunque los protagonistas ya no están juntos y cada uno empieza una vida diferente, su historia sigue siendo una misma; en este caso, cuando Patrizia y Maurizio deciden otros caminos pareciera que cada uno está en un cuento diferente. Por otro lado, aunque los demás personajes que resultan fundamentales en la trama fueron cuidados a detalle como parte de la historia, hay dos en particular que, por alguna razón, están caricaturizados.

Así, Pina, interpretada por Salma Hayek, es una mujer excéntrica, una clarividente de televisión pintoresca. Mientras que Paolo (Leto), su caracterización, raya en lo burdo, un mal chiste, es como si el actor siguiera jugando a ser el Joker (Escuadrón Suicida - 25%). Y Al Pacino, hace de Al Pacino, con los mismos gestos, los gritos que le hemos visto en distintas películas.

Driver, quien recientemente protagonizó otra película de Scott (El Último Duelo - 86%), consigue capturar la esencia de quien fuera Maurizio Gucci, un hombre inteligente, encantador y hasta inocente, que nunca pudo establecerse como líder; ni en el ámbito familiar, ni como presidente de la compañía. Hay una situación en particular que no resulta tan convincente en La casa Gucci - 73%, aunque cabe mencionar que esto ya podría ser más cuestión de perspectiva y gustos personales, y es que, tratándose de un drama, no se siente tampoco como tal. Falta ese grado de intensidad que tanto identifica al género.

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