Las peores críticas a Cruella

Disney ha trabajado duro estos últimos años para acostumbrar a su público a sus versiones live action de sus cintas clásicas. Algunas han tenido más éxito que otras, pero en general se considera que no tienen mucho caso y no llegan a la calidad de las originales. Tal vez sea por la nostalgia, pero es cierto que algo falta en estas producciones. Parece un aspecto negativo el que estos remakes no ofrezcan muchas cosas nuevas, pero cuando la casa del ratón trata de hacer algo distinto tampoco se ve con buenos ojos.

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Una forma de acercarse a estos clásicos es contando otros aspectos de la historia ya conocida. Pera ello, una forma original es partir de otro personaje y hacerlo protagonista. En esta misma línea se estrenó Maléfica - 50%, protagonizada por Angelina Jolie, que dividió a los fans por una razón muy específica: le quitaron la maldad absoluta a una de las grandes villanas de la historia del cine. Sí, la crítica especializada y el público en general reconocían que la cinta era buena, pero en el camino se cambió demasiado a esta enigmática enemiga, con la que después no supieron lidiar en la secuela.

Ese mismo temor inundaba el estreno de Cruella - 93%, protagonizada por Emma Stone. Esta precuela nos cuenta los primeros pasos de este personaje en el competitivo mundo de la moda. Nadie dudaba de las capacidades de Stone y mucho menos de Emma Thompson, que da vida a la Baronesa, pero quedaba en el aire si la ahora protagonista sería una especie de antihéroe con corazón de oro o una verdadera villana capaz de matar perros para hacerse un abrigo. Además, las constantes comparaciones con Guasón - 91% y El Diablo Viste a la Moda - 75%, que se dieron después de darse a conocer el primer avance, no ayudaron mucho a disipar estas dudas.

Al final, Cruella deja abierto ese camino. Si bien el personaje no comete actos terribles, el giro en la película nos da a entender que puede no estar tan lejos de ello y faltan años para alcanzar lo visto en 101 Dálmatas - 98% con Glenn Close y la Cruella que ya todos conocemos. Ya que la cinta ha sido un éxito es muy posible que se desarrolle una segunda parte y será ahí donde Disney decidirá el verdadero camino que le hará seguir. Por lo pronto, la historia ha dividido a los fans y a la crítica, quienes no se dejan convencer por estas alternativas a los clásicos animados.

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Angelica Jade Bastién de New York Magazine/Vulture:

Que Cruella sea una atrocidad sin propósito ni alma no debería ser una sorpresa.

Erik Kain de Forbes:

Las actuaciones son sólidas, el elenco es grandioso y los vestuarios… bueno, los vestuarios son hermosos. Pero Cruella se va a lo seguro y nunca encuentra su camino, mucho menos su voz.

Valerie Complex de io9.com:

Una cinta no necesita vestuarios bonitos para ser disfrutable, pero sí necesita una buena historia que es el ingrediente faltante en Cruella.

Al Alexander de The Patriot Ledger:

Este constipado desastre no necesita dos Emmas. Necesita un enema.

Elias Savada de Film International:

Esta historia reinventada, daltónica y amigable con los grupos LGBTQ ofrece un esquizofrénico acercamiento a las inspiradas payasadas de Cruella para cumplir sus sueños de diseñadora, pero la actitud de cómic sólo hace que admires el escenario y te burles del humor slapstick.

Mark Feeney de Boston Globe:

“Desde el comienzo siempre he hecho una declaración” anuncia Cruella al inicio en la narración. Muy cierto, y la película que lleva su nombre hace declaraciones propias, muchas. Simplemente no decide cuáles son importantes.

Kevin Maher de Times (UK):

Es desafortunado que el fuerte legado de Cruella deba, por ahora, terminar así. Sin una pizca de crueldad en absoluto.

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Caryn James de BBC.com:

Los vestuarios de Beavan son deslumbrantes, incluido el brillante vestido rojo de Cruella en la gala de la Baronesa. Pero cuando el vestuario abruma los personajes y la historia, hay algo vacío al centro de la película.

Rick Bentley de Tribune News Service:

El interminable desfile de canciones termina siendo una gran distracción. Y, a pesar de estar basada en una cinta animada, Cruella es demasiado oscura y demasiado larga para los jóvenes. Podrían haber quitado 45 minutos.

Anthony Lane de New Yorker:

Olvida la trama: pídele a tu heroína que pose en espléndidos vestuarios; pásale por encima a los Stones, a los Zombies, a The Clash o a Doris Day y guau, ahí tienes tu película.

Armond White de National Review:

Cruella instruye a los Millennials que su propia psicosis es excusable, admirable y divertida.

Britany Murphy de Geeks of Color:

Cruella tiene algunos momentos memorables; sin embargo, continúa la tendencia de las versiones live action de Disney que no se acercan a la magia que está capturada en sus contrapartes animadas.

Nora Lee Mandel de Maven's Nest:

El origen de la villana es chica mala vs. chica mala, y la agresividad no sólo se fomenta y se utiliza para hacer reír, también se le recompensa. Por favor, tomen la clasificación con seriedad.

Daniel M. Kimmel de North Shore Movies:

Stone y Thompson son actrices talentosas que interpretan a sus caricaturescos personajes lo mejor posible, pero ellas no pueden vencer el problema básico del guión: que quiere que simpaticemos con una mujer que sabemos algún día querrá matar cachorros.

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