RESEÑA: The Girlfriend Experience | La ciencia ficción y el deseo se abrazan

¿Qué nos satisface y qué lógica obedece el deseo sexual? Esa es una de las preguntas más importantes cuando hablamos de sexualidad. Muchas ciencias han abordado ese campo de estudio y algunas obras en cine y televisión han tratado de responder desde la ficción. El más reciente esfuerzo por hacerlo es de la tercera temporada de The Girlfriend Experience - 87%, la serie serie de antología de Starz que por primera vez se deja abrazar por la ciencia ficción.

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Escrita y dirigida por Anja Marqueardt, la tercera temporada de The Girlfriend Experience, que es una historia completamente diferente a las dos entregas anteriores, sigue el intento de Iris (Julia Goldani Telles) por obtener de sus clientes como sexoservidora suficiente información como para crear un programa de inteligencia artificial que sea capaz de cumplir las fantasìas y adecuarse a los deseo sexuales de cualquier persona.

Tal como lo han hecho sus antecesoras, la nueva temporada se aleja de las discusiones morales alrededor del trabajo sexual para más bien inscribir a quienes se dedican a ellos en relatos de género o estudios de personajes. En este caso, el show se propone explorar los límites que tenemos tanto las personas, como los programas, para aprender a “leer” al otro y encontrar la forma perfecta para complacerlo.

Algo así como la precuela de Ella - 95% con el tono y preocupación de Ex Machina - 93%, The Girlfriend Experience pone a Iris en una encrucijada constante sobre lo que significa el placer. En los primeros cinco episodios, que fueron los que vimos, la protagonista se encuentra con distintos tipos de hombres que exigen diferentes personajes de ella para su goce. Aunque cruza por lo sexual, el show jamás se regodea en ello y más bien explora el aspecto psicológico de lo que estos sujetos entienden como deseo o encuentran deseable en la trabajadora sexual.

Uno de los clientes de Iris, por ejemplo, parece ser un hombre sofisticado e incluso amable, pero no es hasta que ella se vuelve más agresiva que logra despertar una atracción sexual por la escort. Otro, es lo opuesto, es muy torpe para interactuar con la protagonista e incluso se refiere a ella con palabras despectivas, pero, al mismo tiempo, intenta construir una relación más “real” con ella. Es mediante estos personajes que el show busca entender en qué consiste el deseo sexual.

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Un elemento destacable es la interpretación que Goldani ofrece. No sólo porque es verosímil en cuanto a su verdadera personalidad como una ambiciosa estudiante de estos temas, sino por los personajes que adopta para sus citas. Igualmente, el diseño de producción consigue efectivamente construir una atmósfera sombría que complementa el carácter de la protagonista y, evidentemente, lo peligroso de su objetivo.

The Girlfriend Experience todavía tendrá que demostrar, en la segunda mitad de su tercera temporada, si lleva hasta el fondo las implicaciones éticas de la misión de Iris y de qué manera éstas afectan su vida personal y profesional. No obstante, los primeros cinco episodios entregan quizá el relato más fascinante que hasta ahora ha ofrecido la serie. El show se estrenará semanalmente a partir del 2 de mayo y es un título exclusivo de Starz Play.

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