Las ideas más tóxicas sobre el amor que las películas románticas nos enseñaron

El público ama las películas románticas por sus fatídicos encuentros, las situaciones incómodas que resultan familiares y las confesiones de amor épicas. Cuanto más inverosímil es una trama, más gana adeptos. Al verlas, ocurre en muchas ocasiones que los espectadores también se preguntan si podrían encontrar el amor verdadero en una cafetería o desbloquear su verdadero yo en una relación. Y, sin embargo, los romances, especialmente los que se muestran en las comedias románticas, se basan en convenciones y arquetipos que reflejan un ideal muy dañino.

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En las comedias románticas, a menudo nos reímos de lo cursis y poco realistas que son estas representaciones de las relaciones, incluso si en secreto deseamos poder algún día encontrar un romance tan exagerado y hermoso como las parejas que se ven en la pantalla. Sin embargo, de vez en cuando, las comedias románticas tienen un éxito con el que los espectadores realmente se relacionan y las parejas cuyas relaciones los fanáticos pueden reflejar en sus propias vidas amorosas. Aunque siempre es refrescante ver representaciones más identificables de parejas modernas a través de la pantalla grande, ¿qué ocurre cuando en realidad son más dañinas de lo que se esperaba?

Justamente ese es el mal de la mayoría de películas de este tipo, donde el proceso simplificado de "enamorarse" representado en ellas puede dejar al público no solo decepcionado, sino también confundido sobre por qué no funcionan las cosas de esa forma en el mundo real. A pesar de todos los obstáculos en las películas, el amor prevalece. Pase lo que pase, el chico siempre consigue a la chica o tiene lugar cualquier otro final feliz que involucra a su protagonista. Mientras tanto, en la vida real puede ser muy difícil incluso encontrar a alguien que sea genuino sobre sus sentimientos y sepa lo que quiere.

Estas son las enseñanzas que nos han dejado las películas románticas. Son tóxicas y en realidad lo opuesto a lo que debería hacerse en la vida real, pero al menos pueden servir de lección para que las personas no se dejen llevar por cualquier cosa que ven en la pantalla grande.

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Que tu pareja cambiará por ti

Algunos se enamoran de la idea de arreglar a su pareja; curando sus heridas, o ser con quien finalmente se calmen. Por supuesto, las personas pueden cambiar y mejorar de forma natural, pero si su pareja le está imponiendo ese cambio, es probable que no tenga una relación muy sana. Las películas nos hacen pensar que si volvemos a la persona con la que claramente no estamos destinados a estar y cambiamos para ella, las cosas saldrán bien. O, por el contrario, que nuestra pareja cambiará su forma de actuar si nos atenemos a ella.

Necesitas estar con alguien para sentirte completo

Esta es la idea de que necesitamos tener una pareja para alcanzar nuestro máximo potencial o para sentirnos realizados. A pesar de que las personas son seres relacionales que necesitan la conexión social para prosperar, esto no implica que ser soltero disminuye el valor de cada uno. Es común escuchar a otras personas decir que necesitan una pareja lo más pronto posible y las películas enfatizan que estar soltero conduce a la soledad. Eso es falso. Si una persona no está satisfecha consigo misma, la mejor solución no es entablar una relación.

Siempre habrá quien corra a buscarte cuando se da cuenta de su error (literalmente)

Si algo aman hacer las películas románticas, es la ya clásica escena de persecución en el aeropuerto, aunque el lugar podría cambiar dependiendo de la historia. En la ficción, el personaje masculino suele darse cuenta que sería un error dejar ir a la chica de sus sueños que, curiosamente, se prepara para viajar en un avión por alguna extraña razón. Así es como lo vemos correr mientras esquiva a todas las demás personas que se encuentran en el lugar, e incluso pasarse la seguridad, para declarar su amor. No nos referimos únicamente a lo de correr en un aeropuerto, pero esperar que la otra persona corra hacia nosotros después de que mágicamente cambia de opinión es algo que solo sucede en una película.

Hay que “transformarse” para conseguir la atención de quien te gusta

Una de las peores ideas que venden las películas románticas es que para conseguir la atención de la persona que te gusta debes pasar por una transformación radical. Es usual ver personajes femeninos que no cumplen con las reglas imaginarias de cómo debe verse una mujer si quiere que alguien se interese en ella. Como mencionamos, no es que realmente hay un estándar de belleza que asegura que vas a poder conseguir pareja, pero lamentablemente se ha vuelto común encontrar que parte de la trama es que la protagonista se vista y comporte de una forma que no es usual en ella para enamorar a otra persona. Un ejemplo de esto se puede ver en la película El Diario de la Princesa - 47%.

Está bien ser infiel

Mucha gente no se da cuenta de cómo las películas toman infidelidades y las convierten en algo romántico. En las películas, lo disculpamos porque claramente no están destinados a estar con su pareja actual y les espera una historia de amor mayor. En la vida real, se han normalizado tanto que es probable que todos conozcan a alguna persona que ha engañado o ha sido engañada, o ambas cosas. Lo que las personas necesitan hacer es dialogar con sus parejas o terminar sus relaciones si se dan cuenta de que su otra mitad no es la persona adecuada para ellos antes de recurrir a esto, que es lo que no hacen en, por ejemplo, Diario de una Pasión - 52% y Titanic - 88%.

Que habrá un felices para siempre

El final de una película romántica suele ser cuando una pareja finalmente encuentra su camino y se ve disfrutando de su tiempo juntos. Lo que la mayoría de las películas no muestran son las partes feas, y es que las relaciones no siempre son de la forma en que Hollywood las muestra. En la ficción todo parece más fácil y muchas veces los escenarios en los que transcurren las historias son los ideales para los protagonistas, pero en la vida real es más un trabajo en equipo que no hay que descuidar.

Siempre habrá un gesto romántico de proporciones épicas

Es bueno hacer cosas románticas para tu pareja, pero ¿debería servir como un catalizador que ayude a formar relaciones? En la vida real, la gente podría sentirse decepcionada por la mediocridad percibida de sus relaciones. La gente quiere una historia de amor épica y ya no está satisfecha con tener algo más simple pero satisfactorio. No sabemos desde cuándo se convirtió la grandiosidad o exageración en un requisito, pero una persona puede ser perfecta sin necesidad de hacer un gesto romántico épico para demostrarlo.

Los roles de género se cumplen al pie de la letra

Esto puede ser controvertido por el hecho de mencionar los roles de género, pero nos referimos a cómo la mayoría de las películas presentan a una atractiva damisela en apuros que es conquistada por un hombre. Esa es la trama usual, aunque en la actualidad ya encontramos otros tipos de historias que aún no representan una mayoría en el ámbito cinematográfico. Los hombres, por un lado, necesitan estar llenos de testosterona, o en otras palabras, usar los pantalones en la relación. Por supuesto, esto solo es como una generalización de la típica comedia romántica. Hay películas que definitivamente van en contra de esto, pero si realmente lo piensas, todavía existe un concepto erróneo muy arraigado en lo que respecta a los roles que los hombres y las mujeres deben desempeñar en las relaciones; y eso no es lo que ocurre al cien por ciento en la vida real.

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