10 Problemas de ser cinéfilo

Si cuentas con un gran conocimiento, una enorme pasión por el cine y has visto una gran cantidad de películas de todos los géneros posibles, lo más seguro es que seas un cinéfilo.

Los buenos cinéfilos son aquellos que están cuando necesitas conocimiento sobre tus películas favoritas y te proporcionarán datos curiosos sobre ellas.

Llegar a ser un cinéfilo no es nada fácil, fueron grandes cantidades de horas invertidas para ver el mayor número de películas e ir expandiendo nuestros gustos y conocimientos. Razón por la cual nos tomamos muy enserio nuestro papel.
Pero todo tiene un precio, y una vez que te has convertido en un verdadero cinéfilo, sentirás la enorme compulsión de corregir a las personas que confunden Star Wars con Star Trek o para aquellos que nunca han visto clásicos del cine de Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick u Orson Welles, o qué tal que llamen al cine extranjero como una pérdida de tiempo.

Así que si eres un cinéfilo o convives en tu vida diaria con uno, te presento un listado de algunos de los problemas con los que nos enfrentamos día a día.

1. Esperar el estreno de una película

Claro, muchas personas se emocionan por las películas y anhelan su llegada a la pantalla grande, pero con los cinéfilos es distinto, ya que no hay nada más estresante que estar viendo por medio de los sitios de Internet noticias sobre las esperadas películas del verano, ver fotos, trailers y videoclips de ellas. Aún más estresante, cuando el estudio decide cambiar la fecha de estreno a otro mes o a veces año.

2. Que te digan los demás : “No me gustan las películas en blanco y negro/ viejas o mudas”

Existen grandes películas en blanco y negro que son bastante entretenidas y no necesariamente quiere decir que sean ‘viejas’, ejemplo de una película reciente A Girl Walks Home Alone at Night, toca un tema popular entre las audiencias y está filmada en blanco y negro. Grandes clásicos como la escena de la regadera de Psicosis causaron que las audiencias se asustaran, a pesar de no ser a color y fue tanto el impacto que mucha gente temía bañarse en su regadera.

3. Tienes una necesidad de comprar las películas

Vivimos en una era donde podemos encontrar infinidad de películas en Internet (legal o ilegalmente), en donde existen sitios como Netflix que proporcionan una gran cantidad de películas tanto viejas como recientes. Es muy difícil explicar a los demás la necesidad de tener en físico las tan amadas películas, o tener toda la colección de Hitchcock dentro de tu pilar de películas. Lo peor es tener que explicar a los demás que no puedes invertir en otra cosa, ya que todo tu dinero se te ha ido en seguir aumentando el número de DVD a tu ya grande colección.

4. La experiencia de ir al cine

El cine es el lugar preferido de un cinéfilo, no hay nada más agradable que llegar, tomar tu asiento y esperar que las luces se apaguen y comience la película. Pero una vez que esto pasa, esperas que todo permanezca en silencio para poder analizar y disfrutar lo que estás por ver. Al final nada resulta como esperas, siempre habrá algún niño que sus padres decidieron llevar a una película que claramente no es apta para menores, o qué tal al narrador, que decide estarle contando a su acompañante lo que claramente todos estamos viendo en pantalla. ¡Y claro!, como buen cinéfilo tienes que ir a ver las películas en su semana de estreno, lo peor de esto es que es cuando te encontrarás a más gente que te pueda arruinar la experiencia.

5. Tratar de tener una conversación con alguien que no entiende tus referencias

No es porque trates de ser pretencioso, simplemente sientes la necesidad de compartir todo el conocimiento que has adquirido y a veces eso puede ser frustrante cuando los demás no entienden de qué estás hablando.

6. Tus amigos esperan que sepas todo y cuando no sabes, se decepcionan

Cualquier persona que te conozca y sepa que eres amamante del cine, inmediatamente llegará a la conclusión de que sabes todo lo que hay que saber, pero nadie es perfecto y algunos saben más que otros. Si durante una plática surge el tema de alguna que película que no has visto y tus amigos sí, te quitarán el título de cinéfilo, porque aparentemente no eres la enciclopedia que pensaban.

7. No puedes dejar una película a la mitad, debes terminarla

Si quieres dar tu opinión sobre la película, sabes que debes verla de principio a fin, por más aburrida y lenta que esté, no podrías vivir contigo mismo si sabes que algo muy interesante podría haber pasado al final. Este punto incluye también las franquicias y series de películas, sabes que si viste la primera de Harry Potter, tendrás que ver el resto para ver qué pasa.

8.Es muy difícil mencionar tu películas favorita, has visto demasiadas

La pregunta de los millones, ¿cuál es tu película favorita?, si quieres hacer sufrir a un cinéfilo atácalo con esta pregunta. No hay nada más difícil que escoger tu película favorita, ¡claro! por un momento puedes creer que tienes una, pero como buen cinéfilo sigues viendo tantas películas que tu respuesta puede cambiar semana tras semana.

9. Películas que te gustaban de niño, les has encontrado todos los defectos posibles

Cuando eras niño toda película que veías era perfecta, los efectos, las actuaciones, la animación, en general todo. Pero ya que has adquirido los conocimientos de un verdadero cineasta y lamentablemente te quitaste la venda de los ojos, ahora no puedes evitar encontrarle todos los errores posibles, empiezas a ver el notorio uso de pantalla verde en escenas que creías eran increíbles y no podías creer cómo lograron hacer todo eso.

10. Con tantas opciones para ver, te cuesta trabajo decidirte

Quizás el más grande problema de todos, sabes que quieres ver una película y quieres dedicar la mayor parte de tu tiempo sentado frente a la pantalla y disfrutar de una buena historia, por lo que debes escoger cuidadosamente en qué invertirás dos o más horas de tu tiempo. Lo peor es que inviertes gran parte de tu tiempo buscando en enormes listas de películas (porque la variedad es infinita), y al final no podrás creer que se te fue gran parte de tu tiempo buscando qué ver.

Al final tenemos que aceptar que tenemos que pagar un precio por ser amantes del cine, no nos queda otra opción, pero no nos queda la duda que vale la pena pagarlo.