RESEÑA: ¡Ánimo juventud! | Un llamado a escuchar y mostrar empatía hacia los jóvenes

La falta de comunicación entre jóvenes y adultos no es un tema reciente, se ha abordado en diferentes medios y de distintas maneras. Sin embargo, el director mexicano Carlos Armella (En La Estancia), en su más reciente película ¡Ánimo juventud!, logra plasmar las consecuencias de una mala comunicación y una falta de entendimiento y empatía por parte de los mayores hacia los que son denominados como ‘el futuro’. El filme se estrenará en cines el próximo 24 de octubre y participará en la edición 18 del Festival Internacional de Cine de Morelia.

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Protagonizada por Daniela Arce, Iñaki Godoy, Mario Palmerín y Rodrigo Cortés, que interpretan a Dulce, Pedro, Daniel y Martín, ¡Ánimo juventud! sigue la vida de cuatro adolescentes, quienes se enfrentan a la tragedia y lo absurdo de ser joven en la Ciudad de México. Las vidas de los cuatro se cruzan de alguna u otra manera y comparten un obstáculo: los adultos, quienes se niegan a escucharlos, y ya ni hablar de entenderlos.

Martín se mete en problemas por declarar su amor; Daniel desea ser tratado como adulto, pero esto lo conduce a tener problemas con dos policías; Dulce es una bully que anhela ser querida por los demás y Pedro es un chico que un día deja de hablar como persona normal.

¿En qué momento dejamos de sentir y pensar como jóvenes? La nueva película de Armella no da una respuesta a esta pregunta, pero marca una distancia abismal entre lo que los adultos y los adolescentes piensan de la vida. Como si unos ya hubieran nacido siendo adultos y los otros nunca fueran a crecer.

La cinta está repleta de un sinfín de situaciones absurdas, como el momento en el que Martín se mete en problemas por pintar un grafiti en la casa del papá de Dulce, quien lo detiene y al momento de llamar a la policía no se sabe el número, por lo que se ve obligado a preguntarle al detenido, quien es amarrado con sus propias agujetas. Esto hace que la película sea muy divertida y se sienta ligera, a pesar de la fuerte crítica social que tiene de fondo.

Las interpretaciones de los actores jóvenes se sienten reales y sinceras. Cada uno, desde su personaje, lidia con problemas actuales y propios de su edad y del país, como el racismo, el clasismo, el bullying y el embarazo adolescente. Asimismo, a lo largo de la cinta, que no está narrada de manera cronológica, pues las vidas de los adolescentes se van mezclando y la línea temporal se ve afectada por ello, cada joven descubre parte de lo que es madurar y ese momento es muy poderoso.

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Uno de los aspectos peculiares y más llamativos del filme es el discurso autoritario que todos los adultos tienen, pues en lugar de tratar de entender a los jóvenes, ya sea como padres, maestros o abuelos, simplemente critican lo que los adolescentes hacen o dejan de hacer, sin preocuparse por cómo está su vida o por tratar de entender qué es lo que sienten.

¡Ánimo juventud! es una cinta agradable, ligera y crítica que expone la vida de cuatro jóvenes comunes en la Ciudad de México. Cualquiera que se haya sentido incomprendido y aún lo recuerde, se identificará con estas historias y, con suerte, cambiará su forma de ser como adulto.

Con eficacia, Armella construye un relato salpicado de momentos divertidos, conmovedores y poderosos, en los que una falta de comunicación efectiva entre adultos y jóvenes es el punto central, pues esta desencadena que los adolescentes se metan en problemas y tengan que salir de ellos como puedan, muchas veces diciendo: ¡Ánimo, juventud!

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