Razones por las que Rian Johnson entiende mejor el espíritu de Star Wars que J.J. Abrams

La Saga Skywalker cerró su recorrido de nueve episodios tras el estreno de Star Wars: el ascenso de Skywalker - 61% y lo hizo con una recepción mixta por parte de la crítica y el público. Para algunos el final fue una enorme decepción, pero para otros fue satisfactorio; no hay quien se ponga de acuerdo pero eso es algo que ya venía sucediendo en la franquicia desde que Disney adquirió Lucasfilm y produjo el primer filme de la trilogía de secuelas, así que por ese lado no hay algo nuevo. Lo que tal vez nadie imaginó fue la forma en la que terminó dividiendo a los fans de la saga e incluso a los propios involucrados puesto que ningún director parece haber acordado el camino que tomarían las nuevas películas y esa es la razón por la cual muchos detalles del Episodio IX contradicen lo que mostró el controversial filme de Rian Johnson, a pesar de que también cambió ciertas cosas de la trilogía original y no convenció a nadie, pero ese es otro tema.

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Muchos acusaron a Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% de ignorar lo que los fans querían ver de Star Wars y en consecuencia a su director, quien se ha caracterizado por subvertir las expectativas del público. Lo hizo con Brick - 80% en 2006, lo repitió en Asesino del Futuro - 93% en 2012 y por supuesto que lo iba a volver a hacer con la secuela de Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92% (se puede decir lo mismo de Entre Navajas y secretos que llegó después), especialmente porque desde el comienzo fue consciente de que la franquicia necesitaba desafiar al espectador de la misma forma en la que lo hizo desde 1977.

Decir que no estaban preparados para ver algo diferente es una subestimación y aún tenemos que escuchar cómo es que algunos se molestaron con ciertos detalles como el “exagerado” poder de Rey, para los que parecen no tener argumentos realmente sólidos. Lógicamente no es una película perfecta, pero la exagerada reacción de un sector de los fans es aún muy cuestionada, especialmente cuando dice que Johnson nunca entendió Star Wars. Tuvo que aguantar al menos dos años de comentarios agresivos en redes sociales porque su guión se negó a complacer los deseos de los seguidores (y cumplir sus teorías) cuando lo que realmente importaba desde el comienzo era concretar su enfoque a la historia.

Lo irónico es que quienes lo criticaron duramente son los mismos que defienden a J.J. Abrams, quien tampoco terminó de contentar a los fans y siendo el principal responsable por la trilogía de secuelas. Sam Witwer, actor que presta su voz a Darth Maul en la serie animada The Clone Wars y Han Solo: Una historia de Star Wars, dijo que El ascenso de Skywalker no logra reconciliarse con la mitología que estableció George Lucas desde ese primer episodio que llegó a los cines hace más de cuarenta años y asegura que algo como el final de Star Wars: Episodio VI - El Regreso del Jedi - 80% es lo que merecía la saga.

Creo que eso es superior a un Star Wars donde triunfas derritiendo la cara del malo. Eso es lo que pienso ... no sé si puede haber un mejor final que El Regreso del Jedi.

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Luego de sus declaraciones, fue Dave Filoni quien le dio la razón. El reconocido director de animación que ha trabajado en las series animadas de Star Wars dijo que no todo debe girar en torno a las naves y todo tipo de adornos sino a lo que verdaderamente es la magia de la saga cinematográfica:

No se trata de X-Wings, no se trata de... las cosas con las que decoramos Star Wars. Es importante, es parte de su genialidad. Pero reaccionamos con el alma. No solo queremos una película de acción, queremos sentirnos animados. Y Star Wars es una aventura que te hace sentir bien... Así que a eso siempre vuelvo con Star Wars, a este acto desinteresado y esta dinámica familiar, tan importante para George, tan importante para la fundación de Star Wars.

Aunque ninguno da nombres, no hay que escarbar mucho para entender que no estuvieron de acuerdo con la dirección que tomó la trilogía que empezó en manos de Abrams, director conocido por resucitar franquicias conocidas y dar a los fans exactamente lo que quieren. Ahora, unos pocos años después de la película de Johnson, y ya con la trilogía y la saga finalizadas, no vendría mal reconocer que lo que necesita la franquicia es más directores y escritores como él, y de paso admitir que fue uno de los realizadores que mejor entendió la Saga Skywalker. Es probable que algunos no estén de acuerdo pero tenemos razones para decir que así es.

Luke Skywalker no es un dios

Está claro que los sables de luz son prácticamente sagrados y que los fans siempre verán a los Jedi con otros ojos. Sin embargo, a pesar de que pueden volar (o saltar) y hacer uso de la Fuerza, son tan humanos como cualquiera de nosotros y eso es algo que el director de Star Wars: Los Últimos Jedi tiene claro. Luke Skywalker se convirtió en un mito, pero si lo analizamos bien tampoco es para tanto y tuvo ayuda. Sí, derrotó a Darth Vader y convirtió a Anakin Skywalker, pero la propia trilogía nos permite ver que contra Darth Sidious no hubiese tenido una oportunidad real de salir victorioso. En donde realmente fue vital es cuando destruyó la Estrella de la Muerte. Johnson probó que la reputación que se había ganado es exagerada frente a la realidad, y a la vez que no se necesita de un sable todo el tiempo: Luke ganó su batalla final en el Episodio VIII gracias a su sabiduría.

El fracaso inspira a los ganadores

Todos queremos ver a nuestros héroes ganando. En Star Wars siempre han existido épicos enfrentamientos entre el bien y el mal, con los Jedi y los Sith blandiendo sus sables de luz aunque no todas las peleas sean necesarias para la trama, lo cual nos recuerda cómo esas espectaculares escenas de Star Wars: Episodio I - La Amenaza Fantasma - 55% no sirvieron en absoluto para arreglar los errores de la película. En cambio, Johnson usa los conflictos para hacer que las situaciones se vuelvan más graves y que a los héroes se les dificulte derrotar a los villanos. Un ejemplo de esto es cuando Holdo se sacrificó en esa hermosa escena pero eso significó dejar a la Resistencia vulnerable. Otro caso es cuando Kylo Ren y Rey se unieron para pelear contra los Guardias Pretorianos, pero Kylo terminó como líder de la Primera Orden. No es en vano cuando se dice que el fracaso derrota a los perdedores e inspira a los ganadores y si eso no es el espíritu de Star Wars no sabemos qué podría serlo.

Obligó a los fans a reconsiderar lo que querían

El cineasta cree que basar el proceso creativo de cualquier producción en todo lo que hará feliz a los fandoms es un grave error. Él dijo a Radio.com que hacer eso llevará a un resultado opuesto y no al que se espera, pues ver cómo todo se desenvuelve tal como un fan lo pensó puede ser agradable pero no inolvidable al no desafiar sus expectativas.

Quiero sorprenderme, quiero que me tomen desprevenido, quiero que las cosas se recontextualicen, quiero que me desafíen como fanático cuando me siento en el cine... Lo que yo apunto por cada vez que me siento en un cine es tener la experiencia [que tuve] con El Imperio Contraataca, algo que resuena emocionalmente y parece que se conecta y tiene sentido y realmente llega al corazón de lo que esto es, de una manera que nunca podría haber visto venir.

Es por eso que resulta inevitable recordar cómo la trilogía original estuvo llena de sorpresas y giros inesperados como el de Darth Vader que a pesar del impacto pudo haber generado algo de rechazo ante la idea de que el villano era el padre del héroe y no solo un personaje malvado al azar. Las precuelas también lograron sorprender a pesar de que para ese entonces ya se conocía que, por ejemplo, Anakin Skywalker se iba a convertir en el temido Sith. En Los Últimos Jedi sucedió lo mismo: Rey era una don nadie, Snoke nunca fue el gran villano y Luke Skywalker no estaba listo para ser el Jedi que fue en su juventud por diversas situaciones.

Su parecido con El Imperio Contraataca

“Star Wars: Los Últimos Jedi es la mejor película de Star Wars desde Star Wars: Episodio V - El Imperio Contraataca - 94%” es una de las frases más escuchadas desde su estreno en 2017. Ambas películas se centran en un grupo de personajes y la rebelión tratando de escapar a la presión de la Primera Orden/Imperio Galáctico, mientras el protagonista principal, en este caso Luke/Rey, se encuentra entrenando junto con un Maestro Jedi en un lugar lejano. Fuera de eso, vale mencionar que ambas, a su manera, lograron impactar al espectador gracias a una historia arriesgada que estuvo dispuesta a cambiar lo que los fans creyeron conocer, siendo este su principal parecido. Para una mayor coincidencia, el Episodio V tampoco gozó de buena reputación al momento de su estreno, y mejores días le llegaron después hasta convertirse en la cinta más icónica de la saga. ¿Se repetirá la historia?

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