RESEÑA: Dos Veces Tú | Una mirada interesante y extraña de las almas gemelas

El concepto de alma gemela puede ser muy amplio e interpretarse de distintas formas. Cada quien puede encontrar a este ser especial en alguien disferente: una pareja, en primos, hermanos, un padre, una madre. Este 2020, el director mexicano Salomón Askenazi estrena su película Dos Veces Tú - 71%, un drama con tintes fantásticos que explora la relación entre dos primas que, a la vez, son almas gemelas. Con una narrativa interesante el cineasta ofrece una cinta ágil y extraña que bien vale la ida al cine.

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Dos Veces Tú sigue a las primas Tania (Anahí Dávila) y Daniela (Melissa Barrera), quienes toda la vida han tenido una relación cercana como mejores amigas y almas gemelas. Ambas están casadas con hombres que las quieren y llevan una vida llena de lujos gracias a la buena posición de sus familias. Sin embargo, las jóvenes se sienten presas en la monotonía de la rutina. Por ello, durante una boda ambas deciden intercambiar roles, pretendiendo ser la otra, incluso con los maridos. De camino a casa, con las parejas intercambiadas, una sufre un accidente y muere.

A partir de este momento, la cinta se divide en un par de narraciones ocasionalmente superpuestas. En una de ellas quienes sobreviven son Tania y Rodrigo (Mariano Palacios), mientras que en la otra son Daniela y Benny (Daniel Adissi). Cada una lucha a su manera por sobrellevar el dolor de haber perdido a su prima y a su marido, incluso llegan a ser fantasmas en la casa de la otra. La locura, el dolor, el vacío, la pérdida están presentes en este drama surrealista.

La historia del mismo Askenazi tiene una premisa sencilla, sin embargo, la forma de contarla es la verdadera magia de la película, pues la superposición de narraciones es un recurso interesante, sobre todo para el cine mexicano. Además, gracias a los tintes de fantasía cada espectador puede darle una interpretación distinta a lo que sucede en pantalla, de principio a fin.

Quizá el punto más flojo de la cinta sean las actuaciones de algunos de los protagonistas. Mientras que las dos actrices principales entregan actuaciones contenidas e intensas, dándole vida a personajes con matices, que comienzan mostrando una cara y para el final de la película ya son otras; el trabajo de los hombres le resta puntos al filme, pues hay momentos en que se sienten sobreactuados o sus roles resultan planos.

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Las almas gemelas que vemos en el filme de Askenazi están tan conectadas que son capaces de comunicarse a través de universos paralelos por medio de recursos que el espectador disfrutará cuando los capte. El gran logro del cineasta mexicano es que su película pone a pensar al público, más allá de en la cinta como tal, lo hace cuestionarse sobre distintos temas que aborda, tales como el vacío, la pérdida y las mismas relaciones humanas.

A pesar de lo anterior, por momentos el largometraje se siente saturado y exagerado como si la historia no llegara a ninguna parte. Sin embargo, al final lo hace, pero de una manera abierta, para que cada espectador lo interprete. De igual forma, en ocasiones, los diálogos de la cinta son brillantes, con un especial detalle en las palabras, incluso existe una corrección que a veces damos por alto en el habla cotidiana, pero también hay líneas realmente burdas.

Dos Veces Tú - 71% es una apuesta arriesgada, pero que realmente aporta algo. Para algunos será entretenimiento puro, pues la cinta tiene un ritmo ágil y atrapa; para otros puede ser algo más profundo según sea su interpretación. Entre tantas comedias mexicanas simplonas, este drama con tintes de fantasía de Askenazi merece una oportunidad.

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