RESEÑA: Amor Mutante | Ciencia ficción mexicana

Actualmente, la ciencia ficción es un género que goza de una baja popularidad en el cine mexicano. Lo que contrasta con la realidad de los años 60, cuando México era el país con más películas de este tipo de cine. Fue en la década de los 70, cuando las producciones del género comenzaron a disminuir notablemente. Posteriormente, aparecieron algunas películas de ciencia ficción como México 2000 de Rogelio A. González, Traficantes de sueños de Alex Rivera y 2033 de Francisco Laresgoiti.

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En esta década, también podemos hablar de títulos de ciencia ficción como Los Parecidos - 94% de Isaac Ezban, una obra que se nutre de peculiaridades poco vistas en el cine mexicano y sabe aprovechar la extrañeza de sus personajes para enmarcarse con acierto dentro del género. Otra cinta que vale la pena mencionar es La Región Salvaje - 82% de Amat Escalante, la cual mezcla el drama romántico y la ciencia ficción con una lista de temas sociales.

Las principales razones por las que México no produce ciencia ficción se deben a que es un tipo de cine que demanda presupuestos más elevados para su producción y postproducción. Además, exige a los realizadores una enorme capacidad creativa para moldear sus historias en este contexto que está lleno de limitaciones. Es un género que corre demasiados riesgos en su factura final cuando no se tiene una buena idea sobre la cual trabajar o los recursos necesarios para desarrollar tal visión de manera eficaz.

Amor Mutante - % de Germán Rodríguez Quiñones es un drama romántico de ciencia ficción con toques de suspenso. Cuenta la historia de Ali (Anet Baca Terán), una aspirante a cantante que se presenta en un bar de la Ciudad de México, ahí conoce a Gena (Sergio Rogalto), un chico extrovertido con el que decide empezar una relación, pero de pronto su amor se pone a prueba tras una extraña serie de síntomas que Ali comienza a padecer. Todo sucede mientras las noticias reportan indicios de una invasión alienígena.

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La película tiene una premisa interesante, pero nunca logran desarrollarla con fuerza y divaga entre escenas que no terminan por aportar al relato. Su primer acto es demasiado largo, tratan de ponernos en contexto con los personajes y su universo, pero tal exposición se alarga y el conflicto tarda en arrancar. A excepción de Ali, la mayoría de los personajes son unidimensionales y solo representan estereotipos que hemos vistos una y otra vez en el cine y la televisión mexicana. Los arcos dramáticos de los personajes nunca consiguen mutar.

El diseño de producción intenta adoptar elementos futuristas, sin embargo se siente descuidado por algunos momentos. Uno compra los gráficos que incluyen aliens para seguir la línea narrativa, pero estos no logran introducirnos en la convicción de que realmente hay una invasión alienígena allá afuera. El diseño sonoro, intenta apoyar a la premisa mutante tratando de ser desconcertante, pero resulta excesivo y confuso durante algunas escenas. La película no consigue emocionar ni siquiera con la música, que por momentos también está fuera de contexto.

La edición no favorece al ritmo de la película. En ocasiones los cortes se adelantan a la lectura de los planos, mientras que hay otras escenas que quizá no era necesarias incluir en el corte final. No había que sobreexplicar lo que el espectador podría entender con menos. La fotografía, aunque un tanto académica, parece ser lo mejor logrado en esta película. El director coloca la cámara de una manera estratégica que sabe aprovechar tanto las situaciones de los personajes, como las locaciones de la Ciudad de México.

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En conclusión, la película, no aporta nada nuevo ni al cine mexicano ni al género de ciencia ficción. Quizá hubiera funcionado como un excelente cortometraje, ya que su final es sorpresivo y su argumento no es malo, pero extenderla a casi dos horas de duración es quizá el mayor fallo de Amor Mutante. Hay elementos bastantes desaprovechados, como los efectos que tiene la contaminación en el ser humano, lo cual hubiera sido un valioso punto de partida para entender la condición del personaje de Ali. Aunque son notables las buenas intenciones de sus creadores, cuando no hay un guion solido sobre el cual trabajar, difícilmente podrá existir una buena película.

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