El Ángel | Un drama criminal en clave pop

Fue bautizado como el “El Ángel Negro”, otros lo llamaron “El Ángel de la Muerte” y otros más le asignaron el mote de “El Ángel Exterminador” a Carlos Robledo Puch, uno de los criminales más crueles en la historia de Argentina. Robledo Puch cimbró a la sociedad argentina de los años 70 ya que, con tan solo 17 años inició su carrera delictiva y antes de cumplir los 20 fue condenado a cadena perpetua por 11 homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, 17 robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos robos y dos secuestros. En la actualidad, Robledo Puch es el criminal que lleva preso más tiempo en una cárcel de Argentina al sumar más de 45 años en cautiverio.

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La historia de este criminal no ha dejado de impactar y es que, ¿cómo un adolescente de rostro angelical y sin motivos aparentes podría haber cometido semejantes delitos? Partiendo de esta idea y del sobrenombre que la prensa de la época le asignó a Carlos Robledo Puch debido a su belleza, Luis Ortega realizó El Ángel - 83%, película que tuvo su estreno en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes en 2018.

En la ficción seguimos a Carlitos (Lorenzo Ferro), un joven de diecisiete años con fama de estrella de cine debido a su galante apariencia, rizos rubios y cara de bebé. Ya en su primera adolescencia, Carlitos había manifestado su verdadera vocación: ser un ladrón. Cuando conoce a Ramón (Chino Darín) en su nueva escuela, Carlitos se siente inmediatamente atraído por él y quiere llamar su atención hasta que por fin lo logra y éste lo lleva a conocer a su padre, un delincuente de poca monta que lo entrenará en el mundo delictivo. Juntos se embarcarán en un viaje de descubrimientos, amor y crimen.

La puesta en escena de Luis Ortega es elegante, su precisión estética y vigorosa narrativa le añaden un toque de descarado salvajismo al retrato delictivo sin caer en el cinismo, muy en sintonía con la personalidad fría y enigmática de Carlitos. En momentos, El Ángel se siente como una aventura pop de un chico en pleno despertar a la vida, no sólo por la música, más de 25 éxitos de cantantes populares de Argentina de los años 70, sino también por los colores, la iluminación y el rítmico montaje que en ningún momento muestra un tiempo muerto.

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Hay en su atmósfera, truculenta y malsana, una sensación clasicista del drama criminal muy en la línea de Martin Scorsese en Buenos Muchachos - 96%s o de Quentin Tarantino en sus descargas de violencia y en sus relatos de criminales prófugos (Asesinos por Naturaleza - 46%), mientras que de Pedro Almodóvar (quien, por cierto, es junto con su hermano Agustín, a través de su empresa El Deseo, productores del filme) es deudora de los personajes sexualmente ambiguos, así como del homoerotismo de su primera etapa, principalmente recuerda a La Ley del Deseo - 100% en la que ocurre una historia de amor obsesiva como consecuencia de un crimen.

El Ángel no profundiza en las motivaciones que llevaron a Carlos Robledo Puch a cometer los delitos, mucho menos su afición por las armas y el asesinato, ni tampoco trata de comprender su psicología, sin embargo, este aspecto podría ser más un beneficio que una debilidad para la cinta ya que Luis Ortega no busca enjuiciar al personaje, simplemente quiere mostrarlo, se distancia de él, aunque en momentos resulta inevitable rendirse a su encanto. Por el contrario, este tratamiento cumple con el misterio que escondía la apariencia de querubín de Robledo Puch cuyos motivos jamás fueron revelados y resultaron siempre inexplicables al tratarse de un chico bien educado, de familia honrada y que vivía en uno de los barrios privilegiados de la ciudad.

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Finalmente tenemos que señalar la actuación del debutante Lorenzo Ferro como Carlitos, su parecido físico con Robledo Puch es sorprendente, pero lo que vale destacar de este joven intérprete es su tremendo trabajo: una actuación siniestra, fría, calculadora que nos hace pensar en una naturaleza diabólica y que Ferro supo capturar para dotar al personaje de ese misterio que tanto hemos señalado; es capaz de ser encantador como de dar miedo con tan solo una mirada.

Y es que, El Ángel - 83% bien podría resumir su premisa con la canción de La Joven Guardia, “El Extraño del Pelo Largo”, no por nada es la elegida para abrir y cerrar el filme: “hay fuego en su mirada y un poco de satisfacción (…). Inútil es que trates de entender o interpretar quizás sus actos. Él es un rey extraño, un rey del pelo largo…”