El cine mexicano estrenado en cartelera durante enero de 2019

Antes de revisar el acontecer del cine nacional en la cartelera durante el arranque del año, es necesario resaltar que esta sección mensual iniciada por Rubén Martínez Pintos en 2018 cumple su primer año de vida, lo cual es motivo de celebración y agradecimiento tanto para este sitio por permitir la existencia de un espacio con estas características, como para todos aquellos lectores quienes nos leen, nos hacen saber sus comentarios (a favor o en contra de lo que aquí se dice) y cuya retroalimentación con nosotros siempre es valiosa. Gracias a todos ustedes.

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Ya entrando en materia, enero registró un total de 36 estrenos en la cartelera, tanto en la comercial como en la denominada “cultural”. Seis de esos estrenos fueron producciones mexicanas (representando un poco menos del 17% de lo estrenado durante el mes), y equivaldría a un promedio de casi dos películas nacionales por semana. Comparando cifras, se dio un descenso del 25% en relación a la cantidad de estrenos nacionales suscitados durante diciembre 2018, los cuales sumaron ocho. Por otra parte, iguala la cantidad de estrenos nacionales ocurridos en enero del año pasado (que también fue de seis).

Durante esas primeras cuatro semanas del año, el cine nacional registró su primer gran taquillazo del año, de la mano del cineasta Chava Cartas y su comedia Mirreyes contra Godinez - 60%, la cual en su fin de semana de estreno registró (según cifras oficiales de Rentrak y difundidas por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, CANACINE) 1.12 millones de asistentes y recaudó un total de $ 65.3 millones de pesos. Así, este trabajo distribuido por Videocine se posicionó en el primer lugar de taquilla, dejando detrás a otros estrenos manufacturados en Hollywood como fue el caso de Glass - 45%, La Mula - 75% e incluso a la tercera entrega de Cómo Entrenar a tu Dragón 3 - 97%, la cual durante ese mismo período tuvo funciones de preestreno.

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Otra destacada (y a la que propiamente le tocó inaugurar la cartelera 2019 en lo tocante a cine mexicano) fue Belzebuth - 73%, cuarto largometraje del director Emilio Portes cuyo estreno dilató un par de años, el cual es también la primer incursión nacional en el cine de género estrenada este año. Un coctel donde crímenes horrendos, profecías antiguas, posesiones demoníacas, y la ancestral lucha del bien contra el mal se dan cita al norte de nuestra frontera, dando pie a un filme que se mueve en las coordenadas del cine de horror clásico y el de serie B, con buena manufactura, un guión excesivo (con los pros y contras que ello conlleva) y la presencia de personajes icónicos nacionales e internacionales como Joaquín Cosio y TTobin Bell (John Kramer en la serie fílmica de culto Saw: El Juego Macabro - 48%). Belzebuth - 73% recibió muchas críticas favorables aunque no consiguió conquistar la taquilla, teniendo en ese rubro un tibio desempeño.

A diferencia de Mirreyes contra Godinez y Belzebuth, el resto de producciones mexicanas estrenadas en enero no consiguieron alcanzar los primeros lugares en la taquilla. Sin embargo, algunas de ellas destacaron por proponer caminos diferentes (si no es que radicalmente opuestos) a los dos títulos antes mencionados, con temáticas que intentan evitar los lugares comunes y con miradas más personales e íntimas, concibiendo así obras entrañables. Tal es el caso de Distancias Cortas, una sublime comedia sobre un hombre aquejado por obesidad mórbida, quien de forma accidental descubre un nuevo hobby el cual no solo lo impulsa a abandonar su autoimpuesto encierro a causa de su padecimiento, sino que le inyecta nuevos ímpetus para abandonar su solitaria y gris existencia y vivir de nuevo (aunque sea un poco). Dirigido por Alejandro Guzmán Alvarez, Distancias Cortas forma parte del programa de Óperas primas del CCC, y efectuó un largo peregrinaje por festivales y muestras especiales antes de conseguir su estreno comercial.

Otro debut afortunado fue el de la realizadora Sofía Gómez-Córdova con Los Años Azules - 78%, relato de tono naturalista y sana espontaneidad, en donde varios jóvenes que tienen poco en común entre si, confluyen en un viejo caserón que han convertido en su hogar temporal, y allí conviven pacífica y amablemente, aunque no siempre en armonía, y sus distintos temperamentos de cuando en cuando chocan. Todo ello bajo ocurre bajo la mirada silenciosa y cómplice de un gato que es como el alma de esa morada. Pero es evidente que en ese lugar lleno de desperfectos el cual poco a poco se está cayendo a pedazos encuentran no solo cobijo, sino también aceptación, camaradería y hasta calidez humana, necesarios para enfrentarse a una etapa crítica de la vida donde la incertidumbre es una de las sensaciones imperantes.

La revisión de los estrenos mexicanos del primer mes cierra con un par de Óperas primas más: Opus Zero de Daniel Graham, que también anduvo recorriendo el circuito de festivales por un par de años, hasta conseguir un discreto estreno en salas del circuito alternativo. En ella, un compositor estadounidense quien atraviesa por un duelo se encuentra visitando el emblemático poblado de Real de Catorce, topándose allí con un documentalista mexicano. Ambos están en busca de inspiración para desarrollar un nuevo proyecto, y este encuentro los llevará a reflexionar sobre el sentido del arte, de la vida y de la muerte. Una película de ritmo y narrativa desiguales y andamiaje precario, cuyo atractivo principal radica exclusivamente en la presencia del actor Willem Dafoe dando vida al artista norteamericano.

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Algo similar ocurre con Juan y Vanesa, el primer largometraje escrito y dirigido por el también actor Ianis Guerrero, del cual solo pueden rescatarse las actuaciones de sus protagonistas principales (en especial la de Karen Martí): dos seres lastimados por sus particulares circunstancias, quienes por casualidad se encuentran cuando él debe emprender un viaje en trailer por varios días, y nace entre ellos una improbable relación. Aunque bienintencionado, este road movie es un tanto incoherente, ambiguo e inacabado, y padece serios problemas tanto en su argumento como en su narrativa y su continuidad, evidenciando que a Guerrero todavía le falta pericia como cineasta. Juan y Vanesa se estrenó en un par de cines de la ciudad, pero también puede encontrársele ya en la plataforma digital de Amazon.

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