Suspiria, de Dario Argento, ¿qué dijo la crítica de este clásico de horror?

En los años 70 no todo era música disco. En esa época el género se encontraba en una década de renacimiento con filmes que marcaron un antes y un después: El Exorcista - 87% de William Friedkin, La Profecía - 86% de Richard Donner, Halloween - 92% de John Carpenter y La Masacre de Texas - 88% de Tobe Hooper. En esa misma década, el giallo también tuvo gran popularidad gracias a varias cintas que empujaron los límites de lo considerado como tradicional y llevó al género a otro nivel; pero todo cambió con la Suspiria - 90% de Dario Argento en 1977.

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El cineasta originario de Roma, Italia es considerado como uno de los directores más creativos visualmente que han existido, pero fue esta su obra maestra, esa película con la que hasta hoy continúa cautivando a los cinéfilos. Si bien ya era considerado como un dios en su país, fue con Suspiria que agregó una nueva capa a su estilo de contar relatos estremecedores ya que entró a terrenos sobrenaturales y entregó una historia hermosa, terrible y psicodélica con su particular punto de vista que lo hizo capaz de convertir el horror en arte y hacer que la belleza se vuelva algo aterrador.

La trama de esta película sigue a una joven, interpretada por Jessica Harper, que ingresa en una exclusiva academia de baile la misma noche en la que asesinan a una de las alumnas. La subdirectora del centro es la amable Madame Blanc (Joan Bennett), que brinda a la nueva alumna las comodidades y facilidades necesarias para su aprendizaje. Pero, poco a poco, una atmósfera extraña se va apoderando del lugar, y la estancia de la joven se va convirtiendo en una verdadera pesadilla.

Dario Argento y Daria Nicolodi escribieron la película tomando como referencia al ensayo Suspiria de Profundis de Thomas De Quincey y fue la primera de la trilogía que se conoce como Las Tres Madres, de la que también forman parte Inferno - 64%, que se estrenó en 1980 y La Terza Madre en 2007; la cantidad de años entre una y otra se debió a problemas financieros que no permitieron que se concluya antes. Esta trilogía gira en torno a tres antiguas brujas que dominan el mundo a través del dolor, las lágrimas y la oscuridad: Mater Suspiriorum, Mater Tenebrarum y Mater Lachrymarum, siendo la primera de ellas la de Suspiria. La historia dice que la madre de los suspiros es una emigrante griega que fundó la escuela de danza.

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La bella estética presentada por Argento tiene matices góticos, pero hace uso de la policromía que en su siguiente filme se convirtió en un elemento recurrente. La ambientación de la academia tiene colores fuertes y brillantes tapices que intensifican la sensación de pesadilla, aunque nunca se pierde el punto de vista que apunta a la belleza de cada cuadro. La composición de los planos juega constantemente con la simetría y las líneas paralelas y perpendiculares evocan una sensación de encierro dentro de un mundo regido por las fuerzas ocultas, que de alguna forma siempre están al acecho. No puede faltar el gore que se hace presente de una forma en la que nunca se había visto en esa época y el hecho de que los crímenes son producto de lo sobrenatural también dotó de originalidad a la cinta.

A continuación algunas opiniones de la crítica sobre una de las obras más icónicas del cineasta italiano Dario Argento, que este 1 de febrero cumplirá 42 años de haberse estrenado:

Scott Meek de Time Out:

Siempre es fascinante de mirar. Las emociones y los derrames son tan elegantes y rápidos que la película se convierte en efecto en lo que parecían las películas de terror cuando eras demasiado joven para verlas.

Luis Martinez de Diario El Mundo:

La película de 1977 era desde el primer segundo enigma, toda ella arrojada a un vacío indescifrable, tenso y magnético, toda emoción suspendida en un estado de ánimo.

Dave Kehr de Chicago Reader:

Argento se esfuerza tanto en conseguir unos buenos efectos -con planos llamativos, luces muy coloridas y peculiares ángulos de cámara- que sería irrespetuoso que no nos asustáramos un poco.

Chris Coffel de Bloody Disgusting:

Una de las mejores películas que jamás se han hecho. Es exagerada, atrevida y no le importa pasarse de la raya. Desde su introducción hasta los créditos finales, da la impresión de querer impresionar y eso es lo que consigue.

Gary Arnold de The Washington Post:

No se puede negar la capacidad de Argento para crear sobresaltos, pero parece ser incapaz de elaborar un contexto dramático que les otorgue un sentido más creíble y discreto, más disfrutable.

Federico Guzmán de Cinelipsis:

Incluso si se siente un poco anticuada, Suspiria sigue siendo un clásico de terror cuyo poder estético le gana por completo a su historia ligera.

Rob Gonsalves de eFilmCritic.com:

Pensando en Suspiria se producen recuerdos sensoriales, sonidos electrónicos de casas embrujadas, y una brutalidad extrema llena de estilo. Es posible olvidar que Harper está en ella, pero no es posible olvidar esa apertura que parece violencia muy bien orquestada.

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