La Lista de Schindler, de Steven Spielberg, ¿qué dijo la crítica de este clásico?

El cine de Steven Spielberg se caracteriza por llevar de la mano a millones de personas a vivir aventuras de lo más emocionantes y gracias a su visión única consiguió que niños y adultos se asombraran por sus películas, que son muchas, pero sobre todo porque lo que mostraban no se parecía a nada que se hubiera visto antes. Su determinación lo llevó a trasladar sus sueños a la pantalla grande sin poner límites a la imaginación o al presupuesto que se necesitaba para lograrlo.

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Una de las más grandes películas dentro de su filmografía es La Lista de Schindler - 96% que se estrenó en noviembre de 1993. Es una cinta dramática e histórica que se basa en la novela El arca de Schindler, que a su vez se basa en hechos reales, y fue escrita por el australiano Thomas Keneally . El cineasta dirigió y también se encargó de la producción junto con Branko Lustig, Gerald R. Molen y Kathleen Kennedy . El guión fue escrito por Steven Zaillian y contó con la colaboración del maestro John Williams para la banda sonora.

El relato transcurre en Cracovia, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas alemanas habían obligado a los judíos polacos a vivir reclutados en un gueto. El empresario Oskar Schindler (Liam Neeson), alemán y miembro del partido nazi, llega a la ciudad con la intención de hacer dinero; para ello comenzó por sobornar a los oficiales de las fuerzas armadas para obtener diversos beneficios. Al poco tiempo adquiere una fábrica para producir enamel -o menaje esmaltado- y contrata a Itzhak Stern (Ben Kingsley), un contador judío que tiene contactos en el mercado negro y le presenta empresarios hebreos que le ayudan a financiar la fábrica.

Está de más decir que Schindler se mete en los bolsillos a los nazis y disfruta de cierta riqueza y status social. Además, empieza a contratar judíos porque sus sueldos, por ley, son más bajos que el de un alemán. Sin embargo, los horrores del Holocausto llevan al protagonista a tratar de salvar el mayor número de vidas judías que le sean posible y hace todo lo que está a su alcance para proteger a sus trabajadores. Para el final, este empresario y su contador redactan la “lista de Schindler” en la que figuran los nombres de 850 empleados que es la cantidad de personas que pudo salvar y fueron libres al terminar la guerra.

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La película hizo historia en los premios Óscar de ese entonces. Estuvo nominada en doce categorías, incluidas las de mejor montaje, mejor sonido y mejor maquillaje. Se llevó un total de siete estatuillas doradas, de las cuales destacan la de mejor película, mejor director, mejor guión adaptado, mejor fotografía y mejor banda sonora. De sus actores nominados ninguno se llevó el premio a casa. Liam Neeson competía por la de mejor actor y Ralph Fiennes como mejor actor de reparto.

La Lista de Schindler fue aclamada tanto por la crítica especializada como por el público debido a su forma de combinar el horror del Holocausto con el humanismo que imprimió su director. Varios medios destacaron la película diciendo que se trataba de la obra maestra dramática del cineasta. Muchos líderes mundiales y celebridades vieron la película y en su estreno instaron a la gente a verla. En Rotten Tomatoes cuenta con una calificación del 97%, donde de noventa y tres críticas, noventa son muy positivas. Para Stanley Kauffmann, Spielberg ha hecho la mejor dirección de su carrera y considera a La Lista de Schindler como un trabajo magistral. A continuación algunos de los comentarios de la crítica especializada:

Stanley Kauffmann de The New Republic:

Para esta película, Spielberg ha hecho la mejor dirección de su carrera. Gran parte de su trabajo anterior ha sido inteligente y algo mejor que eso, pero La Lista de Schindler es magistral.

Dave Kehr de New York Daily News:

Spielberg finalmente sigue siendo Spielberg, encontrando sus temas perdurables dentro de la novela de Thomas Keneally y dándoles el tratamiento completo al que este director nos tiene acostumbrados.

Desmond Ryan de Philadelphia Inquirer:

La Lista de Schindler se filmó en blanco y negro, pero el triunfo del retrato de Neeson y del guión de Steven Zaillian es que Oskar Schindler sigue siendo gris y enigmático.

Alan Scherstuhl de Miami New Times:

La Lista de Schindler es monumental porque exige que imaginemos lo abominable, pero es genial debido a la convicción de su creador de que ignorar la injusticia es sancionarla.

Michael Wilmington de Chicago Tribune:

Con gracia y aparentemente sin esfuerzo, La Lista de Schindler equilibra el miedo y la exaltación, el humor y el horror, el amor y la muerte. Evoca, magníficamente, un tiempo de salvajismo y dolor, y la inexplicable y sorprendente compasión que se alza dentro y en contra de ella.

Jay Carr de Boston Globe:

Es un logro asombroso, una película que recrea el Holocausto no como algo abstracto, sino como conocimiento sentido.

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