FICUNAM 2018: Antígona, de Pedro González Rubio

A diferencia de otros festivales que toman lugar en nuestro país, FICUNAM no suele proyectar largometrajes convencionales, por lo que cualquiera que entra a las salas del Centro Cultural Universitario tiene garantizada una experiencia única y ese es el caso de quienes pudieron ver Antígona, el documental más reciente de Pedro González-Rubio.

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El filme, que compite en el concurso internacional del evento, relata la puesta en escena de una producción de Antígona, la clásica tragedia griega, por parte de un grupo de estudiantes de Literatura dramática de la Facultad de Filosofía y Letras y del contexto social en el que se encuentran inmersos.

El director reveló que hizo la película luego de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014 y eso fue lo que lo llevó a buscar una historia dentro de los salones de la Universidad Nacional Autónoma de México. El filme trata de poner en ese contexto el desarrollo de la producción teatral, pero ¿verdaderamente lo consigue?

El estilo del director en esta nueva película es algo similar al de Toro Negro, otro documental de su realización que ganó en el Festival de Morelia hace 13 años y que seguía la vida de un torero en Yucatán al sur de México. En su mayoría, el filme se compone de metraje que se rodó en los ensayos, audiciones y las vidas de los jóvenes estudiantes con pocas intervenciones por parte del director para hacer entrevistas con ellos.

Este vistazo a la vida y clases del grupo de estudiantes se ve intercalado con escenas de algunas de las manifestaciones que se realizaron tras la noticia de la desaparición forzada del grupo de normalistas que sacudió al país hace ya casi cuatro años y cuya búsqueda aún continúa.

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El paralelismo entre la producción y su contexto sociopolítico no son bien establecidos por parte del cineasta, sino que parece que ese episodio es simplemente algo que ocurrió mientras los alumnos preparaban la obra. Aunque podría haber cierta analogía entre la historia de la joven griega que desafía a la autoridad para dar un sepelio digno a su hermano y el descontento de diversas esferas del país por lo ocurrido con los normalistas, esto no quedó como el enfoque principal del largometraje y se siente un poco forzado.

Por otra parte, como testimonio de un grupo de estudiantes que comienzan a explorar sus aptitudes para la carrera que eligieron, el filme es mucho más eficaz. El conjunto de alumnos consiguen dar un vistazo amplio a la vida universitaria de cada uno de ellos y a sus respectivas ambiciones. Y cualquiera que haya pasado por los pasillos de una de las escuelas de la UNAM podrá sentirse algo identificado con ellos.

Más una cápsula del tiempo que atesora un primer acercamiento a la vida profesional que un mensaje poético sobre cómo la vida imita al arte, o viceversa, Antígona resalta como un acercamiento a un grupo de jóvenes ansiosos por expresarse a través del arte al que decidieron dedicar sus vidas.

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